Cuando las manos nos hacen únicos

Las proyecciones de documentales de la serie Únicos, producida por la Organización Nacional del Ciego Español (ONCE), concluyeron en la Embajada de España en Cuba con la exhibición del correspondiente a los bailarines españoles Víctor Ullate y María Ángeles Narváez, esta última con deficiencias auditivas. El material audiovisual fue presentado por la máster en Ciencias Yalena Gispert de la Osa, coordinadora general del proyecto sociocultural Cultura entre las Manos y especialista en Relaciones Públicas de Habana Radio, emisora de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

La bailarina María Ángeles Narváez, conocida en el mundo artístico español como «La niña de los cupones», quedó sorda a los 6 años, pero ello no fue óbice para que emprendiera, a base de constancia, su carrera artística, convirtiéndose en pionera del canto y baile flamenco en lenguaje de signos, la primera persona sorda en España graduada en esta disciplina en el Conservatorio de Sevilla. Como bien se nos dice en el suelto promocional, «La aportación más importante de “La niña de los cupones” en el panorama del arte, además de sus actuaciones como bailarina en numerosas obras, es su interpretación de cante y baile flamenco en lenguaje de signos, que ella considera como su forma de transferir la sensibilidad y la expresión de los sentimientos en el flamenco».

Víctor Ullate es un bailarín, coreógrafo y director español de espectáculos de danza, iniciado profesionalmente con Antonio Ruiz Soler en 1961. En 1964 fue contratado por el Ballet del Siglo XX de Maurice Béjart, y en poco tiempo se convirtió en su figura cumbre. En 1979 fundó la Compañía de Ballet Clásico del Ballet Nacional de España, que dirigió hasta 1983, año en que creó la Escuela de Danza Víctor Ullate, de donde surgió a su vez, en 1988, el Ballet Víctor Ullate, conocido en el mundo entero como Fábrica de Estrellas. Su Fundación para la Danza Víctor Ullate tiene como objetivo «promocionar la formación de profesionales de la danza y las artes». Ullate recibió en 1989 el Premio Nacional de Danza de España, y en 1996 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

El proyecto Cultura entre las Manos surgió el 16 de noviembre de 2008 en Habana Radio con el auspicio de la Asociación de Sordos de Cuba (Ansoc), la Universidad de La Habana y la colaboración del Centro Nacional de Superación y Desarrollo del Sordo (Cendsor). Se propone «contribuir al desarrollo de la lengua de señas cubana y al sano disfrute de la comunidad de sordos en los diferentes ámbitos de la vida cultural de la otrora villa de San Cristóbal de la Habana».

En la exhibición —colofón de una serie de actividades realizadas junto a la Alianza Francesa de Cuba y que abrió con la exposición Habana Brut, de los artistas cubanos Misleidys Castillo Pedroso y Jorge Alberto Hernández Cadi (El Buzo)— estuvieron presentes niños y jóvenes bailarines de los proyectos A Compás Flamenco y Compañía Lizt Alfonso, además de una nutrida representación de la comunidad sorda de Cuba, cuyos miembros intercambiaron con el resto de los presentes sus impresiones sobre la muestra y sus experiencias en la integración con plenos derechos a la vida sociocultural de la nación.

Jorge Peralta, agregado cultural de la Embajada de España en Cuba, destacó la importancia de estas exhibiciones, que tienen que ver con la relación entre arte y discapacidad, y arte y diversidad funcional. «Estos documentales de la serie Únicos establecen un diálogo entre dos artistas, uno de ellos con algún tipo de discapacidad. Hay un compromiso de Cooperación Española, y España en general, con la agenda de la discapacidad. Solo por poner un ejemplo, cuando estuvieron recientemente los reyes en La Habana, una de las actividades que hizo su majestad la reina fue visitar La Habana Vieja y conocer de primera mano cuál es el proyecto “Habana accesible, Habana inclusiva”, plan para que esta ciudad, y La Habana Vieja en concreto, sea accesible para todos, incluyendo a las personas con discapacidad de cualquier tipo».