GABY VERA presenta la primera exposición individual de la artista brasileña Samara Paiva en Europa. Paiva nació en 1995 en Maués, Amazonas, un territorio regido por las comunidades indígenas autóctonas del norte de Brasil, caracterizado por sus profundas junglas, minas de oro y plantaciones de guaraná.
Samara Paiva se graduó en arquitectura en 2019 y, de manera simultánea, emprendió un proceso de auto-reconocimiento como artista, en el que, de forma autodidacta, comenzó a estudiar arte. Sus inicios coinciden con una formación académica tradicional, comenzando por el dibujo, con la exploración del cuerpo humano como punto de partida. Fue durante este periodo de búsqueda cuando la artista centra su investigación en la relación entre el cuerpo y su entorno, abordándolo desde una perspectiva histórica, pero también desde su propio punto de vista y experiencia como mujer afrobrasileña.
Para esta exposición, Paiva ha creado once pinturas cuyo tema central es la representación de mujeres afrodescendientes como ella, desenvolviéndose en ambientes domésticos y cotidianos. Estos escenarios ofrecen al espectador una ventana hacia la vida íntima de la que, por lo general, no solemos percatarnos. La intención de la artista al realizar estas representaciones es humanizar a los personajes y destacar sus aspectos más vulnerables: la búsqueda de identidad, la aceptación, el sentido de pertenencia y, finalmente, compartir un tipo de belleza que no se ajusta al canon tradicional, a través de actos de intimidad reflejados en sus obras.
Con su trabajo, Paiva se propone poner de manifiesto constantemente la aceptación personal a través de la representación de la mujer negra y de su belleza. Para ella, hay un momento fundamental en los años 70, cuando surgió el renacer y el triunfo de las divas afrodescendientes. Paiva se inspira en la esencia que emanaban actrices como Brenda Sykes o Diana Ross, con el fin de reproducir esta sensación de feminidad, misterio y belleza de los cuerpos y rostros de tonos oscuros, algo que se refleja claramente en obras presentes en la exposición: en Sheyla, por ejemplo.
El cuerpo de trabajo reúne una cualidad pictórica caracterizada por el uso de colores cálidos y tonos tierra, que evocan la sensación de que la obra está inmersa en territorios calurosos. El color oscuro interactúa con la misma oscuridad, convirtiendo la "falta de luz" en un recurso para desvanecer sutilmente rasgos y líneas, logrando retratos más enigmáticos que se revelan progresivamente a través de la mirada e interpretación del espectador.
De manera similar, las obras nos invitan a adentrarnos en espacios interiores domésticos, donde Paiva hace uso de pequeños objetos tradicionales que representan el carácter folclórico de sus ancestros y raíces. Elementos como la cerámica marajoara, figuras africanas o muebles de madera natural fabricados a mano —que a menudo han sido transmitidos de generación en generación— siguen siendo comunes en viviendas multiculturales y sirven como hilo conductor entre la población afrodescendiente, su ancestralidad y su memoria colectiva.
Además, en los retratos se evidencia la diversidad racial que coexiste en el mismo espacio geográfico y social de Brasil. La multiculturalidad, producto de la mezcla entre nativos, portugueses y africanos, tiene sus orígenes a principios del siglo XVI, cuando millones de esclavos africanos desembarcaron en América. Desde entonces, esta mezcla ha sido un tema relevante para los brasileños, y Paiva ha vivido en primera persona las consecuencias de esta fractura racial. Paiva, hija de madre afrodescendiente y padre proveniente de una familia indígena, es un crisol de razas y culturas que no fueron completamente aceptadas en su Amazonas natal, que siendo un territorio indígena, no encajaba en la categoría de pura raza indígena, pero tampoco era aceptada por su lado afrodescendiente.
SOBRE SAMARA PAIVA
Samara Paiva es una artista Brasilera nacida en el Amazonas en 1995, Paiva se mudó a los 4 años con su familia a Manaos y hoy vive y trabaja en São Paulo.
Tras graduarse en arquitectura en el 2019, comenzó a explorar la pintura de forma autodidacta y en el 2020 empieza a pintar profesionalmente.
Su práctica pictórica está centrada en investigar la relación entre el cuerpo y sus ambientes culturales conocidos, a través de su propia mirada y experiencia como mujer afrobrasilera.
En la obra se suele plasmar el entorno doméstico y sus cotidianidades. En estos escenarios, la artista se interesa en retratar la intimidad, la identidad, el sentido de pertenencia, la vulnerabilidad y la humanización de sus personajes. Paiva hace uso de elementos que tengan algún significado emocional para ella, como también objetos vintage -que suele encontrar en casas familiares- como cerámicas, muebles o recuerdos que hablen de sus raíces. La artista confirma que estos pequeños objetos han sido cosas que han pasado de generación en generación en muchos hogares multiculturales y hacen referencia a la memoria colectiva de los afrobrasileros.
INFORMACIÓN ÚTIL
Calle Fernández de la Hoz 30. Madrid
Horarios: De lunes a viernes de 11:00 h a 18:00 h
Entrada gratuita
Fuente: Mónica Iglesias



