En 2001 nos dejaba Juan Muñoz. Sin embargo, su legado sigue manteniéndose hasta nuestros días, consagrándose como uno de los artistas más importantes en el movimiento contemporáneo español. Su profunda curiosidad intelectual, junto con su alimentación basada en todas las formas posibles del arte, le hicieron crear un patrimonio artístico profundo, lleno de complejidad narrativa y amor por la arquitectura. Es por ello que le llaman “El poeta del espacio”.
De su amplia colección, se encuentran actualmente en la Sala Alcalá 31 un total de veintiún obras. Todo lo que veo me sobrevivirá es el nombre con el que ha sido bautizada esta exposición, una cita de un poema de Anna Ajmátova que apuntó en su cuaderno en su última exposición. Los conjuntos escultóricos provienen de todos los rincones del mundo, de museos como el S.M.A.K de Gante o el Stedelijk van Abbe Museum de Eindhoven. Están colocadas por toda la sala, fomentando la teatralidad del espacio. Son humanos con posturas imposibles, que cuelgan del techo, pasean por el salón o están sentados en una silla incrustada en la pared. Figuras que despiertan curiosidad y cuya colocación ha escogido el comisario de la exposición e historiador del arte Manuel Segade.
Para comenzar, ha decidido disponer Dos centinelas sobre suelo óptico como obra de bienvenida. Estos suelos quieren decirle al espectador que no puede fiarse de lo que observa con sus ojos, pues no todo es lo que resulta ser. Otra de las obras más destacables es Balcony y Nimes Balcony, de 1991 y 1994 respectivamente, que consisten en unas barandas que podemos mirar desde la perspectiva de un transeúnte rígido que se encuentra en la sala. Es una obra vacía con la que el autor quiso representar la inutilidad al estar situado fuera de su contexto.
Sarah with blue dress, de 1996, es otra de las obras que se encuentran en la muestra. Es una ilusión en la que el vestido sólo está en el espejo. “El espectador se asemeja mucho al objeto que se mira, y quizás el espectador se ha convertido en el que está expuesto”, dijo Muñoz acerca de este conjunto.
Mirando al techo, vemos una de las figuras más impactantes de la exposición. Con la cuerda en la boca representa exactamente eso, un hombre que cuelga de una soga que aprieta entre sus dientes. Es un homenaje a Madeimoselle La La au Cirque Fernando de Edgar Degas, y pretende transmitir angustia y desespero.
Estas son algunas de las esculturas de la selección, que dan la oportunidad al espectador de sumergirse en el mundo de Juan Muñoz, y que en un futuro se trasladarán a el Museo Centro de Arte Dos de Mayo del 17 de junio de 2023 al 7 de enero de 2024.
Horarios
De martes a sábados: 11:00 a 20:30 horas
Domingos: 11:00 a 14:00 horas
Apertura de festivos: 6 y 7 de abril, 2 y 15 de mayo
Cerrado: lunes y festivo 1 de mayo
Imagen de portada: Juan Muñoz en el año 2000, por Hugo Glendinning.
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