La Fundació Joan Miró presenta La posibilidad de una isla

Comisariado por Alexandra Laudo, y con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, el proyecto se articula en torno a los significados simbólicos y socioculturales que ha tenido a lo largo del tiempo un espacio paradigmático en el imaginario colectivo: la isla. Con este proyecto, el Espai 13 de la Fundació Joan Miró abre un período de diferentes temporadas dedicadas a las prácticas comisariales actuales, poniendo el acento en el cómo se comisaría, más allá de la atención habitual al qué se comisaría.
 
Según Laudo, “una isla es símbolo de autonomía y autosuficiencia, pero también puede ser un espacio de segregación y confinamiento; puede ser una evocación paradisíaca, pero también un enclave de explotación turística; la isla ha sido históricamente objeto de dominio colonial, pero también un lugar para la utopía social y política. Por encima de todo, la isla es metáfora de un estado de soledad, de recogimiento e introspección”.
 
La posibilidad de una isla explora algunos de estos significados mediante cinco exposiciones monográficas de artistas que se han aproximado a ellos desde perspectivas diversas. Gerard Ortín abre el ciclo con una propuesta que investiga los límites que el ser humano establece para contrarrestar la incidencia nociva de su acción sobre ciertos entornos naturales. El ciclo continúa con una reflexión de Irene de Andrés sobre las tensiones entre el colonialismo y la actual explotación turística, en el marco de las relaciones poscoloniales. El proyecto se teje a partir de los restos del San José, un galeón español hundido hace más de 300 años cerca de las islas del Rosario, en Colombia, y descubierto recientemente. Por su lado, Lucía C. Pino presenta una investigación escultórica que toma como punto de partida el documental La isla de las flores (Jorge Furtado, 1989), y se apoya en un cuerpo teórico cercano a los nuevos materialismos. La artista Bárbara Sánchez se suma al ciclo con un proyecto que parte del mito de Odiseo para trabajar el viaje como metáfora de la búsqueda personal, así como las relaciones entre la ficción y el relato autobiográfico. Cierra el programa el dúo sueco Gideonsson / Londré con un proyecto que explora la idea de verticalidad. A través de aspectos performativos, su propuesta investiga los efectos físicos y psicológicos que afectan al ser humano en altitudes elevadas y cómo estas sensaciones potencian estados mentales de aislamiento o de introspección.
 
La posibilidad de una isla se completa con un programa de lectura y discusión de textos relacionados con la temática del ciclo, así como con varias actividades para público familiar, en el marco de Barcelona Ciudad de la Literatura. El Espai 13 colabora con el Instituto de Cultura de Barcelona dentro del proyecto Creadores en RESiDENCIA, con la residencia del artista Cristian Herrera en el Instituto Bosc de Montjuïc. Específicamente para alumnos de bachillerato artístico, tendrá lugar la segunda edición del proyecto educativo Gravitacions, a cargo del artista Serafín Álvarez, que comporta la organización, por parte de los alumnos, de una exposición con obra propia que se muestra en el Espai Taller de la Fundació; y el programa el MMS que este edición se desarrolla en colaboración con los institutos IES Moisès Broggi y Escola Frederic Mistral de Barcelona.
 
El Espai 13 es una sala dedicada a las prácticas artísticas y de comisariado emergentes. Desde sus inicios, hace más de 35 años, se han montado exposiciones de cerca de 500 artistas comisariadas por jóvenes profesionales que, en muchos casos, han acabado de redondear su formación en este espacio. La continuidad de su programación a lo largo de más de tres décadas hace del Espai 13 una plataforma singular en el panorama museístico y permite reconstruir la evolución del arte y el comisariado emergentes desde el último cuarto del siglo pasado hasta nuestros días.