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La Metamorfosis de Miquel Barceló
28January
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La Metamorfosis de Miquel Barceló

En la muestra La Metamorfosis, el paso del tiempo y la alquimia de los materiales sirven de hilo conductor.

El Museo Picasso Málaga abre sus puertas a partir de este 27 de enero y hasta septiembre de 2021 a la exposición La Metamorfosis de Miquel Barceló. La muestra, comisariada por Enrique Juncosa, pondrá la atención en la condición cultural trashumante del artista, a la vez que supone un planteamiento crítico de la creación entendida como proyecto de progreso ilimitado: cada una de sus obras nos lleva a otra, en un proceso de reinvención cíclica.

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El artista reunirá en exclusiva para la ocasión una selección de obras realizadas en los últimos años: treinta cerámicas, trece pinturas, cuarenta y dos acuarelas, seis cuadernos de viaje y una pequeña escultura; así como una instalación compuesta por siete bronces de gran tamaño que se instalarán en el patio central del Museo Picasso Málaga.

Al igual que para Pablo Picasso, también para Barceló la cerámica, la pintura o el dibujo son variaciones, experimentos de un todo: "Cada obra es experimental, cada obra es un ensayo para otra, que no existirá probablemente jamás, y eso creo que es tan válido para mi pintura como para mi cerámica o para cualquier cosa que salga de mi mano".

Afirma el mallorquín que lo que ha recibido de Picasso es "una especie de influencia genérica, una manera de relacionarse con la vida, una forma de estar en el mundo". La reanudación constante de la búsqueda, la versatilidad en la exploración de nuevos soportes, la interrelación entre diversas técnicas y periodos artísticos, una manera de trabajar incesante y vertiginosa, la riqueza cromática, el discurso con la gran tradición, la fascinación por la mitología y el simbolismo arcaico de la tauromaquia o las ilustraciones de libros, hermanan de alguna manera a estos dos artistas españoles, tan cosmopolitas como hijos del Mediterráneo, artífices de un arte tan primitivo como irresistiblemente moderno.

Miquel Barceló (Felanich, Baleares, 8 de enero de 1957), uno de los artistas españoles de su generación con mayor proyección y reconocimiento internacional, se dio a conocer en el contexto de la eclosión de ánimo expresionista de los años 80. Ha sido galardonado con importantes reconocimientos, como el Premio Nacional de Artes Plásticas (1986) y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003). En 2007 presenta el extraordinario retablo cerámico en la catedral de Palma de Mallorca, en el que recrea el milagro de los panes y los peces. Y a finales de 2008 se hace mundialmente conocido por la cúpula de la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra, en la que representó magistralmente un gran océano mediante miles de estalactitas marinas.

Utiliza Barceló gran variedad de materiales, a veces poco ortodoxos, tanto orgánicos como inorgánicos, incorporando a su obra algas, alimentos, leche, lejía, huevos o sangre. Ha ahumado cuadros, dibujado sobre papeles comidos por las termitas o pintado sobre lienzos abultados o cortados con sierra eléctrica. La compenetración táctil con esas materias con las que trabaja – ya sea arcilla, tintes, cortezas o pigmentos- denotan su gran pasión por la naturaleza. Peces, pulpos, arboles, cabras...posee Barceló un repertorio de recursos iconográficos propios que lo identifican.

En portada: Miquel Barceló, junto a las piezas de cerámica que presiden la sala principal de su exposición en el Museo Picasso Málaga. / SALVADOR SALAS

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