Pasar al contenido principal
"Orden Salvaje" en 7 Islas Hotel
26December
Noticias

"Orden Salvaje" en 7 Islas Hotel

Un total de 22 piezas hechas de cartoncillo, lija, madera, clavos, acetato, guirnaldas navideñas o alambre, conforman la exposición que podrá verse hasta el 19 de marzo en el espacio 7i Gallery del 7 Islas Hotel.

La vida en miniatura. Aunque suene a paradoja, puede que ésta sea la mejor forma de mirarla, bien de cerca y bien pequeña, obligando a nuestros ojos a reparar en cada detalle. Tras las ordenadas fachadas de las casas y los edificios que se amontonan en las ciudades, esa vida se empeña en ocultarse bajo la aparente insignificancia de lo cotidiano, dejando entrever, de vez en cuando, micro dosis de magia, humor, surrealismo y un cierto desequilibrio dentro de tanto orden.      

Las viviendas son las mil y una formas en las que las ciudades tratan de poner orden sobre los seres que las habitan, de domar lo salvaje, ya sea a través del hacinamiento vertical u horizontal. Mucho han crecido las urbes desde que los habitantes de los núcleos rurales comenzaran a apiñarse los unos junto a los otros, primero dentro de las murallas y después fuera de ellas, conformando ensanches y extrarradios que han ido expandiendo el orden salvaje de las ciudades cada vez más allá de su centro.

La exposición de Laura Millán (Miniencuadro) reinterpreta en miniatura estas edificaciones salvajes, mostrando, como quien abre una casa de juguete por la mitad o quien lee una historieta de 13 Rue del Percebe, la vida interior de cada vivienda. Escenas cotidianas, íntimas, algunas absurdas, otras cómicas, otras mágicas y surrealistas, que se abren de par en par o se esconden tras una fachada a cuya parte trasera nos podemos asomar.

En ORDEN SALVAJE podremos pasear por cuatro barriadas que van desde las infraviviendas a los grandes edificios, pasando por las casas bajas e imaginando incluso casas humanas en las que un ojo gigante asoma por la ventana, un brazo se desliza por la puerta de entrada o un edificio al completo echa a correr con las piernas que le acaban de salir por debajo de los cimientos.

Una de las piezas estrella de la exposición es la recreación de un edificio al completo en los espacios rectangulares de un gran cajón tipográfico de madera. Gracias a la combinación de diferentes perspectivas, podemos sentirnos, al mismo tiempo, observadores y observados al contemplar las escenas que alberga en su interior. Esta pieza explora cuestiones como la curiosidad innata que sentimos hacia nuestros vecinos –curiosidad que, con cierta frecuencia, deriva en chismorreo–, el afán por vigilarnos los unos a los otros, el exhibicionismo o esa soledad tan frecuente en los espacios comunitarios.

Con esta exposición, las obras de Miniencuadro evolucionan y saltan del marco cuadrado –el formato en el que solían presentarse hasta ahora– al universo escultórico, de forma que podemos asomarnos a las escenas desde diversos puntos de vista, lo que permite incorporar el factor sorpresa en muchas de las piezas.  

En su apoyo al arte y el diseño, el 7 Islas Hotel convierte parte del espacio de su lobby en 7iGallery, una galería de arte que acoge proyectos de artistas emergentes en perfecta armonía con la ciudad y el espacio, donde el espectador -ya sea huésped del hotel o mero visitante- interacciona sin darse cuenta con las obras expuestas. 

La vida en miniatura. Aunque suene a paradoja, puede que ésta sea la mejor forma de mirarla, bien de cerca y bien pequeña, obligando a nuestros ojos a reparar en cada detalle. Tras las ordenadas fachadas de las casas y los edificios que se amontonan en las ciudades, esa vida se empeña en ocultarse bajo la aparente insignificancia de lo cotidiano, dejando entrever, de vez en cuando, micro dosis de magia, humor, surrealismo y un cierto desequilibrio dentro de tanto orden.      

Las viviendas son las mil y una formas en las que las ciudades tratan de poner orden sobre los seres que las habitan, de domar lo salvaje, ya sea a través del hacinamiento vertical u horizontal. Mucho han crecido las urbes desde que los habitantes de los núcleos rurales comenzaran a apiñarse los unos junto a los otros, primero dentro de las murallas y después fuera de ellas, conformando ensanches y extrarradios que han ido expandiendo el orden salvaje de las ciudades cada vez más allá de su centro.

La exposición de Laura Millán (Miniencuadro) reinterpreta en miniatura estas edificaciones salvajes, mostrando, como quien abre una casa de juguete por la mitad o quien lee una historieta de 13 Rue del Percebe, la vida interior de cada vivienda. Escenas cotidianas, íntimas, algunas absurdas, otras cómicas, otras mágicas y surrealistas, que se abren de par en par o se esconden tras una fachada a cuya parte trasera nos podemos asomar.

En ORDEN SALVAJE podremos pasear por cuatro barriadas que van desde las infraviviendas a los grandes edificios, pasando por las casas bajas e imaginando incluso casas humanas en las que un ojo gigante asoma por la ventana, un brazo se desliza por la puerta de entrada o un edificio al completo echa a correr con las piernas que le acaban de salir por debajo de los cimientos.

Una de las piezas estrella de la exposición es la recreación de un edificio al completo en los espacios rectangulares de un gran cajón tipográfico de madera. Gracias a la combinación de diferentes perspectivas, podemos sentirnos, al mismo tiempo, observadores y observados al contemplar las escenas que alberga en su interior. Esta pieza explora cuestiones como la curiosidad innata que sentimos hacia nuestros vecinos –curiosidad que, con cierta frecuencia, deriva en chismorreo–, el afán por vigilarnos los unos a los otros, el exhibicionismo o esa soledad tan frecuente en los espacios comunitarios.

Con esta exposición, las obras de Miniencuadro evolucionan y saltan del marco cuadrado –el formato en el que solían presentarse hasta ahora– al universo escultórico, de forma que podemos asomarnos a las escenas desde diversos puntos de vista, lo que permite incorporar el factor sorpresa en muchas de las piezas.  

En su apoyo al arte y el diseño, el 7 Islas Hotel convierte parte del espacio de su lobby en 7iGallery, una galería de arte que acoge proyectos de artistas emergentes en perfecta armonía con la ciudad y el espacio, donde el espectador -ya sea huésped del hotel o mero visitante- interacciona sin darse cuenta con las obras expuestas. 

Sobre la artista

Laura Millán (1979) es artista plástica y lleva realizando el proyecto de Miniencuadro desde 2008. Basado en la creación de miniaturas en las que se recrean escenas inesperadas llenas de humor y contrastes, Miniencuadro explora las ideas de límite y equilibrio. El proyecto nació, además, de la propia necesidad de la artista, ya que nunca ha tenido un espacio demasiado grande para trabajar, de ahí que se sienta cómoda en la pequeña escala. La minuciosidad de sus piezas se mezcla con una forma de trabajo muy instintiva e imaginativa, replanteándose constantemente el uso de materiales cotidianos como el papel, el cartón, el alambre o la lija.

Acerca del 7 Islas Hotel

Ubicado a pocos metros de la Gran Vía, una de las calles más vitalistas y eje principal de la ciudad, el 7 Islas Hotel cuenta con 79 habitaciones, tres de ellas habitaciones Ático con Terraza, y ha sido totalmente renovado siguiendo líneas más sencillas y un diseño muy limpio y cuidado al detalle.

En sus elegantes estancias, se puede disponer de Wi-Fi gratuito, y todas ellas cuentan con baño de mármol con artículos de aseo de la prestigiosa marca neoyorkina Malin + Goetz.