As bestas arrasa en unos Premios Goya marcados por el adiós de Carlos Saura

Guillermo Garc… 13-02-2023

El homenaje al mítico director de cine español, Carlos Saura, empapó desde el principio la gala de la 37ª edición de los Premios Goya, que el sábado reconocían lo mejor del cine español durante 2022. Y en ese reconocimiento hubo un claro vencedor: As bestas, de Rodrigo Sorogoyen, que se alzaba con 9 “cabezones”, entre ellos los más relevantes – mejor película, mejor director (Rodrigo Sorogoyen), mejor guion original, mejor actor protagonista (Denis Ménochet) o mejor actor de reparto (Luis Zahera) –.

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Así, las otras grandes producciones del pasado año tuvieron que contentarse con aquellos galardones que no fueron a parar a la cinta de Sorogoyen. Modelo 77 triunfó “en casa”, ya que la cinta del sevillano Alberto Rodríguez se alzó con 5 Goyas – si bien todos ellos fueron reconocimientos a aspectos técnicos – y la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa, Cinco lobitos, obtuvo su reconocimiento con los premios a la mejor dirección novel, a la mejor actriz protagonista – Laia Costa – y a la mejor actriz de reparto – Susi Sánchez –.

Notables fueron también los reconocimientos a algunos de los nombres que se empiezan a hacer hueco en la industria cinematográfica española, y que han brillado en sus respectivas películas, como Telmo Irureta, mejor actor revelación por su interpretación en La consagración de la primavera, y Laura Galán, mejor actriz revelación por su actuación en Cerdita. El primero reivindicaba “un cine más inclusivo y con cuerpos de todo tipo”, mensaje al que se unía Galán, quien recordaba, aludiendo a las personas que sufren rechazo por sus cuerpos, que “no tenéis la culpa, no hay nada malo en vosotros”.

Pero la gran sorpresa de la gala fue el vacío al que se vio sometida Alcarràs – Oso de Oro en la Berlinale – que no fue reconocida ni el trabajo de la directora Carla Simón al frente de actores no profesionales, sus interpretaciones o su fotografía. Ninguna de las 11 nominaciones con las que contaba se tradujo en un Goya, en una cinta que quizás se vio perjudicada por su temprano estreno en las salas.

“La cultura es lo más importante que tenemos. Es nuestro legado y nuestro futuro”, decía Anna Saura, hija de Carlos Saura, tras la sonora ovación que recibía el director español por su trayectoria. Tan solo un día antes de la gala en la que recibiría el Goya de Honor por su trayectoria fallecía a sus 91 años en Madrid. Imprescindible para entender la historia del cine en España – dirigió cintas como Cría cuervos, La caza o Ana y los lobos – Saura marcó a toda una generación de directores que hoy son referentes en la industria, y que mostraban su admiración al aragonés en cada intervención que realizaban.

Por su parte, su hijo Antonio Saura quiso poner en evidencia el papel de las mujeres que acompañaron al director durante su vida – Adela Medrano, Geraldine Chaplin, Mercedes Pérez y Eulalia Ramón – figuras esenciales para entender su cine.

La última de ellas, Eulalia Ramón, leía las palabras escogidas por Saura para agradecer el galardón, en las que señalaba que “Me considero una persona afortunada, gracias a los que habéis colaborado conmigo en ese trabajo maravilloso, hacer una película, en especial a mis actrices y actores favoritos. Estaré feliz si el cine que he hecho ha sumado algo de inspiración a la maravillosa generación de hoy. Me veo como una estrella errante en la inmensidad del cosmos”.

No se olvidó Eulalia de agradecer su trabajo y cercanía a los médicos que acompañaron a Saura en sus últimos días, y aprovechaba para reivindicar el imprescindible papel de la sanidad pública.

También recibió su homenaje la actriz Juliette Binoche, quien pudo estar presente en la capital andaluza para agradecer el Goya Internacional a su inmensa trayectoria. “Este premio no es para Juliette, sino para el ardiente deseo, el fuego que me habita y no me pertenece, esa fuerza que brota y de la que sólo soy un instrumento. No es suficiente que sea un actriz feliz, tengo que dar esa felicidad a los demás”, expresaba la actriz francesa, protagonista de cintas como El paciente inglés, Chocolat o Tres colores: Azul.

Del resto de galardones, muchas de las previsiones se cumplieron. Argentina, 1985 se hacía con el Goya a Mejor película iberoamericana – “Qué envidia ver esta película, con el dictador juzgado y no muerto en la cama” decía Carlos del Amor, narrador de la gala, sobre la cinta argentina – y La peor persona del mundo se llevaba el galardón a la Mejor película europea. En animación reinaba Unicorn Wars, mientras que en el apartado documental era Labordeta, un hombre sin más, la que acaparaba los focos.

En cuanto la industria de los cortometrajes – unida para reivindicar un mayor apoyo a su sector – se saldó con las victorias de Loop (animación), Arquitectura emocional 1959 (ficción) y Maldita, a love song to Sarajevo (documental).