Skip to main content
 Ana Mosseri ¿Pintando el paisaje?
04November
Artículos

Ana Mosseri ¿Pintando el paisaje?

El paisaje es una palabra vasta, que traspasa fronteras, dimensiones, espacio y tiempo. Es, además, un símbolo mental que nos permite viajar al infinito porque así es él. No tiene límites, ni bordes que lo enmarquen, es libre. Por eso, cuando miramos en derredor, siempre hay algo más que parece no pertenecerle.

Muchos artistas no se limitan a recrear la Naturaleza, considerada por el mundo antiguo como un modelo de perfección inalcanzable. Siempre presente en la Historia del Arte, ella ha sido tratada de mil maneras distintas. Cada época, cada generación, ha encontrado la forma de abordarla a través de diferentes modelos interpretativos.

Ana Mosseri, la creadora colombiana, nos acerca la exposición ¿Pintando el paisaje?, en la Casa Guayasamín (Obrapía no. 111, La Habana Vieja), que está auspiciada por la embajada de la nación sudamericana y la institución sede. Está integrada por un conjunto de 24 obras (acrílicos sobre lino y lienzo) en el que aborda la pintura del paisaje desde formas muy expresivas, para regalarnos una mirada personal/original sobre la naturaleza circundante en la hermosa y vasta geografía de su país.

Una finca de Guasca, municipio colombiano del departamento de Cundinamarca ubicado en la provincia del Guavio, a 50 kilómetros al nordeste de Bogotá, D. C., tomó como punto de partida para sus creaciones Ana Mosseri, pues es un lugar, "donde siempre está presente el verde y el paisaje sabanero que reiteradamente pinto, la topografía que siempre me ha interesado", dice la artista. Y lo vuelve a recrear en este conjunto perteneciente a la serie Ejercicios de pintura, en el que el paisaje es solo una excusa, un motivo para experimentar acerca del comportamiento de la pintura en disímiles superficies...

Con un infinito amor por el entorno, Ana Mosseri, encuentra en él, siempre, mil y un motivos para crear. Por eso se acercó a mirar en la Historia del Arte muchos artistas que lo han abordado. Inspirada por referentes de la talla de Gustav Klimt –en los follajes de sus paisajes-, las texturas de las superficies pictóricas de los Nenúfares de Claude Monet... y muchos otros, quiso pintar con las características de esas piezas, pero al final llegó a otras "conclusiones" pictóricas personales.

Cuando un creador toma la decisión de mostrar una obra acabada, nos está lanzando al rostro un desafío. Una apasionante aventura estética da entonces comienzo. Aventura, subrayo, porque lleva en sí misma todas las expectativas de un hallazgo inesperado... Y en esta exposición, reunidas las piezas de Ana Mosseri se multiplica. Con mucho tino e imaginación reúne en el estrecho marco de la galería un sinfín de "novedades" paisajísticas que causan admiración, al estar unos junto a otras, y da una visión de la pluralidad en el medio

Para llegar al trabajo actual, la artista experimentó sobre variadas superficies crudas, y notó que las piezas se enriquecían y parecían diferentes, unas a otras, al final. Cambió el óleo por el acrílico, y abordó diferentes formas de preparar la tela. La pintura se comportaba de otra forma al aplicarse en otras superficies... Ello le permitió una aproximación directa a la materialidad del pigmento y al color, y las variaciones de un mismo tema sobre distintos soportes generaban un lenguaje gestual, y le acercaban a una abstracción del paisaje...  Algunas  piezas devienen una suerte de juegos de ideas, materias y técnicas que conforman creaciones alejadas de todo aquello que nos recuerda lo más tradicional en esta temática, y, proponen un paisaje mucho más amplio.

Las novedosas imágenes constituyen la regia producción de la existencia humana que vivimos, precisamente, en un paisaje. La vida como es. Pura imaginación, siempre espléndida y abierta como él.

Foto: Tomada de Habanaradio.cu

Le puede interesar: El paisaje pintado de Ana