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Acosta Danza: La brújula apunta ASIA...
11October
Artículos

Acosta Danza: La brújula apunta ASIA...

El décimo mes acogió a la célebre compañía Acosta Danza que dirige el bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta, en el continente asiático. Desde ayer iniciaron presentaciones en Singapur adonde llegan por vez primera para participar como parte del Festival Danse Festival 2019, en el Esplanade Theatres on the Bay, el centro escénico más importante del país (los días 10 y hoy, 11 de octubre).

Según reportes llegados desde la dirección de la agrupación, el programa está integrado por las conocidas obras: Alrededor no hay nada, del coreógrafo español Goyo Montero. Sobre poemas narrados por los propios autores: Vinicius Moraes y Joaquín Sabina, acerca un vocabulario expresivo de alto vuelo, y trata, como el propio Goyo Montero ha dicho de... "bailar la voz". Hablamos de imaginación, de un lenguaje que echa mano de los gestos más simples y de las más elaboradas actitudes que los diez bailarines (cinco hombres y cinco mujeres) traducen con precisión.

Fauno, dueto del coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui, del que también se podrá disfrutar Mermaid, interpretado por Carlos Acosta. Fauno, esa joya de Sidi Larbi Cherkaoui (música de Debussy, y otra adicional de Nitin Sawhney), creada en ocasión de la gala El espíritu de Diaghilev (2009), en homenaje al centenario de los Ballets Rusos, que toma como punto de partida la coreografía de Nijinski, así como otra creación de Larbi: Mermaid (Sirena), obra que realizó para sus protagonistas: Carlos Acosta/Marta Ortega, en la que vuelve a mover en la escena a una figura mitológica esta vez... una sirena. E imaginando como andaría un pez sobre la tierra, "calzó" a la dúctil bailarina contemporánea de ¡unas zapatillas de puntas! Como el propio coreógrafo ha afirmado era como un "ser extraño en territorio desconocido". En la historia ella busca ayuda para sobrevivir y ahí aparece la mano guía de Carlos Acosta...

Como cierre de este programa aparece Paysage, soudain, la nuit (Paisaje, de repente, la noche). Buscando la "cubanía", esa que Carlos Acosta le pidió tuviera su coreografía, encontró la magistral obra de Leo Brouwer: Paisaje cubano con rumba, (1985), sobre la cual se basó el músico sueco Stefan Levin, para componer este tema, con una sonoridad más contemporánea, y también se inspiró.

Escoltada por música idónea, un diseño de luces cautivante (Karen Young), y mínima escenografía, creada por la artista plástica cubana Elizabet Cerviño (una instalación de güines) "sembrada" en lo profundo de la escena, Paisaje...  dialogó con lo cubano desde el ritmo, el gesto, la acción –dibujada por la compañía, a la que se unieron el bailarín invitado David Lagerqvist y el propio Lidberg. 

Después viene China

Concluida las actuaciones en Singapur, la agrupación pondrá proa a China, donde se presentará en el Teatro Nacional del país. Las funciones tendrán lugar el 15 y 16 de octubre. Allí se harán realidad en la escena: Imponderable, de Montero, que como nota de especial interés y atractivo acerca la música de Owen Belton sobre canciones de Silvio Rodríguez... Para calibrar la pieza, donde se destacan como protagonistas también las luces que llegan de originales maneras a armar y desarmar el cuerpo de la obra, enfocando espacios, creando atmósferas y dialogando de manera contemporánea y actual con el espectador, es menester saber lo que el autor dice de ella: "¿Imponderable? Es una reflexión sobre lo incomprensible, lo indescriptible, y lo que, como dice el título, no podemos medir: el peso del alma, el espíritu. ¿Cómo medir una emoción?...". A partir de esa premisa rompe el tiempo, la memoria, el espacio para fomentar una suerte de pensamientos/ideas/sentimientos que cruzan como relámpagos en nuestro cerebro transformado en la escena, por el ir y venir de instantes creados por los bailarines en movimiento o quietud... Iluminando siempre, ese susurro que llega de lo inconsciente, transformado en danza y realidad para hablarnos de lo interno vestido de luz. La voz de Silvio declama sus creaciones y resulta un punto neurálgico dentro de Imponderable, vestido de poeta y no de cantante que dice sus hermosas obras, quedando buena parte de la música, de su música en una partitura original trabajada por el músico canadiense Owen Belton.

Se suman, el solo Impronta, de María Rovira; Rooster, creación de Christopher Bruce a partir de la música de la banda The Rolling Stones y Twelve, divertimento del español Jorge Crecis que mezcla la danza, el deporte y las matemáticas. Paysage, soudain, la nuit, de Lidberg, también integra el programa. La agrupación de Carlos Acosta resulta un espacio de búsqueda e experimentación para artistas cubanos, y también abre puertas a los creadores del mundo, coreógrafos, músicos, diseñadores, artistas de la plástica y de los audiovisuales. Su repertorio coreográfico incluye títulos de Carlos Acosta, Sidi Larbi Cherkaoui, Justin Peck, Marianela Boán, Goyo Montero, Saburo Teshigawara, Pontus Lidberg, Christopher Bruce, Rafael Bonachela, María Rovira, Jorge Crecis, entre otros.