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Argelio Cobiellas, las esculturas y el paso del tiempo
14April
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Argelio Cobiellas, las esculturas y el paso del tiempo

 

Este 12 de abril falleció, en su Holguín natal, el maestro Argelio Cobiellas Cadenas con 83 años, una pérdida sensible para la cultura holguinera, y cubana en general, pues este creador era uno los escultores, pintores y pedagogos más reconocidos en la provincia.

Era un hombre pequeño, canoso y medianamente robusto al que uno difícilmente podía imaginarse sobre andamios y piezas de concreto o mármol. Más bien a Cobiellas lo imaginabas sentado frente al caballete, rodeado de pinceles y alumnos. Pero sabemos que buena parte de la vida de Argelio Cobiellas –nació el 21 de diciembre de 1936– estuvo relacionada, principalmente, a la escultura monumentaria y también a la pintura. Tenía sobre el rostro blanquísimo un semblante de patriarca cansado y luminoso, luego de más de 60 años dedicados a las artes visuales y 30 a la pedagogía, buena parte en la Escuela Profesional de Artes Plásticas El Alba, que lo tuvo como un maestro.

En 2018 se le dedicó la Semana de la Cultura holguinera y entonces Cobiellas aseguró, sobre todo, temerle a la pérdida de la memoria histórica. No a la pérdida en sí, sino a la lenta progresión que corroe el pensamiento y la existencia humana. “No se puede dejar que la historia se volatilice, antes hay que ponerla en blanco y negro”, dijo mientras se aglomeraban en su mente muchos de los acontecimientos relacionados al acontecer cultural del territorio de los que fue protagonista y partícipe en los últimos tiempos.

Cobiellas inició sus andanzas artísticas de la mano de su padre, Argelio Cobiellas Cables, en la década del 40 del pasado siglo. En 1948 varios creadores holguineros fundaron una escuela de Artes y Oficios con vida efímera, donde estudió él e impartieron clases, entre otros, Mauro Avilés y Elio Pérez Nogales. Antes –contó entonces el autor del Monumento a José Martí y el Escudo ubicado en la sede del Gobierno Provincial– en Holguín la escultura monumental apenas existía. Aquellas piezas que ambientaban espacios públicos habían sido encargadas a inicios de siglo a escultores europeos, aunque una notable excepción podría ser el holguinero José Santí.

Luego del triunfo revolucionario de enero de 1959, el accionar cultural en Holguín comenzó a cambiar considerablemente. El actor Raúl Pomares llegó a la ciudad para consolidar el movimiento artístico, creando así el Grupo Literario y la Asociación de Pintores de Holguín. “Estas instituciones nos complementaron como creadores en el plano teórico-conceptual: nos reuníamos en las noches para discutir sobre el oficio e impartir conferencias. Intercambiábamos conocimientos y con los trabajos que hacíamos se cubrían los gastos y el mantenimiento de la Asociación”, aseguró Cobiellas.

Luego la Asociación de Pintores se fusionó con la Escuela Municipal de Bellas Arte “Pepa Castañeda”, en 1962, para crear la Escuela Taller de Artes Plásticas “Juan José Fornet Piña”. En ella se formó buena parte de la vanguardia artística holguinera, y Cobiellas fue primero alumno y después, en 1968, director del centro. También incursionó en el diseño escenográfico desde la etapa fundacional del Teatro Lírico Rodrigo Prats.

Recordaba que trabajó y aprendió mucho con Electa Arenal Huerta, “la mexicana”, discípula y sobrina del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, en varios monumentos y obras públicas, como el mural del Hospital de Puerto Padre, el monumento a las Pascuas Sangrientas, los bajo relieves del policlínico de Velasco, el Círculo Infantil de Puerto Padre y el policlínico Mario Pozo, entre otros. Electa fallecería en 1969 tras sufrir un accidente mientras pintaba en el Polyforum Cultural Siqueiros, en Ciudad México. “Con ella aprendí a valorar la obra de arte como algo más que un producto artesanal”, añadió. Cobiellas mencionó, además, la importancia de la obra de Lauro Hechavarría y Caridad Ramos Mosquera, valiosos exponentes de este tipo de manifestación en una región donde “la escultura monumentaria es un plato fuerte”.

Argelio Cobiellas, quien fuera miembro de la Uneac, estuvo presente en los orígenes de El Alba, institución docente a la que estuvo ligado en sus inicios, y la Escuela Vocacional de Arte Raúl Gómez García, de la cual fue su primer director y donde trabajó como profesor hasta su jubilación. Además, rememoró la creación del Monumento al Che en la intersección de las holguineras avenidas de los Internacionalistas y los Libertadores. Construido en 1988, el Monumento está conformado por un tríptico de monolitos de hormigón armado: dos de ellos reflejan la silueta del Che en bajo y sobrerelieve, mientras el tercero, al centro, contiene, además, un relieve en bronce de la figura del Guerrillero Heroico vestido de campaña. En la confección del Monumento, que da sensación de movimiento, como si el Che caminara hacia el futuro, contaba, participaron, además de Cobiellas, los artistas Caridad Ramos, Argelio Cobiellas Rodríguez, hijo, quien siguió el legado de su padre, y el ingeniero Oniel Sánchez.

Cuando en 1989, el equipo liderado por el investigador y arqueólogo José Manuel Guarch Delmonte descubrió el asentamiento aborigen situado en Chorro de Maíta, Banes, le solicitaron a Argelio Cobiellas el diseño de la Aldea Taína. El complejo escultórico que acompaña al cementerio aborigen fue inaugurado en agosto de 1999: “Al principio eran 38 esculturas, pero luego la cifra ascendió a 40. Pretendíamos hacerlas en barro y, de hecho, hicimos una parte considerable de ellas en ese material; pero luego las transformamos con cemento policromado. La Aldea Taína es mi obra más importante, aunque fue la que más vicisitudes me dio”, contaba el artista merecedor, entre otras distinciones y reconocimientos, del Aldabón de la Ciudad, el Escudo de la Provincia, el Angelote, el Premio Electa Arenal, las medallas Raúl Gómez García, Octubre Rojo, Che Guevara, 28 de septiembre, y 150 Aniversario de Máximo Gómez.

Argelio Cobiellas es autor, además, de las esculturas a tamaño natural emplazadas en 2000 en el Complejo Cultural Plaza de La Marqueta, el Sendero Ecológico del Hotel Río de Mares, y como coautor, del monumento a Camilo Cienfuegos en Gibara y el de José Miró Argenter en el poligráfico de Holguín. Con su partida física, perdemos a uno de los artistas más fecundos y valiosos de la provincia, al maestro Cobiellas, pero nos queda el legado de su obra custodiando plazas y parques, presente en museos o galerías.

Foto: Ernesto Herrera Pelegrino