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Arqueos entre la teoría y la práctica artística: un grupo de investigación antioqueño
17September
Artículos

Arqueos entre la teoría y la práctica artística: un grupo de investigación antioqueño

No hay intento más escabroso que el emprendido por la teoría para interpretar las prácticas artísticas actuales. Instrumentar un saber que responda a las exigencias de dichas prácticas e instruya a la vez en la tradición, la ruptura de esa tradición y los lazos de continuidad, se convierte en un verdadero acto de magia repleto de habilidades difíciles de descifrar.

El aparato crítico que bordea el escenario del arte latinoamericano se desplaza entre los presupuestos teóricos asentados en el discurso internacional del arte y las vías a través de las cuales se relocalizan sus enfoques, sus perspectivas y sus líneas de investigación. ¿Cómo orientarse entonces en medio de esa tensión de fuerzas que están delimitadas por órdenes geográficos, de transferencias culturales y procesos multiculturales que fluyen entre consensos desterritorializados y flujos sociales? Fuerzas que desterritorializan el imaginario, y crean políticas de representación transcultural que globalizan la diversidad cultural e inclinan al arte a replantearse sus roles sociales.

En Medellín, Colombia, se organizó en el año 2001, el Grupo de Investigación en Teoría e Historia del Arte vinculado a la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia y el Instituto de Filosofía, también de dicha universidad, aunque desde 1996 los profesores Carlos Arturo Fernández Uribe y Javier Domínguez Hernández habían propuesto la realización de un evento académico de proyección nacional que permitiera la discusión de diversos temas relacionados con la teoría y la historia del arte. De esta forma, al año siguiente se organizó el Primer Seminario Nacional de Teoría e Historia del Arte, bajo el tema “La muerte del arte”. Posteriormente en 1998 el contenido elegido fue “La imagen”; en el año 2000 el cónclave adoptó para el encuentro la problemática “La autonomía del arte” y, en 2002: “El arte y su tiempo”.1

A lo largo de estos años se ha ido sintetizando un proceso de trabajo que ha compaginado la labor investigativa, los talleres, seminarios y publicaciones, procurando poner en acción un estilo de pensamiento y una metodología de carácter científico y docente. Hasta el presente, se han realizado siete seminarios, publicados los tres últimos bajo la dirección de Diego León Arango, Javier Domínguez y Carlos Arturo Fernández.2

Una peculiaridad apreciable en los resultados del grupo es el corte histórico-teórico del programa de trabajo, dictado por los intereses de las disciplinas favorecidas: la historia del arte, la teoría estética y la teoría del arte. Ellas confluyen en la búsqueda de las nuevas formas que modelan la cultura artística en su conjunto; en un sentido, para afianzar sus campos disciplinares y, en otro, para lograr un acercamiento a la transdisciplinariedad y al pluralismo que conlleva la expansión de lo visual, a esa cuerda intrincada del mundo del arte con tantas bifurcaciones dictadas por la analítica del arte o por los compadreos con la ética, la política y la ideología.

Dada la brevedad de este espacio, me referiré a los seminarios V, VI y VII (2004, 2006 y 2008, respectivamente), y a los tres libros que, respetando el titular de cada encuentro, fueron publicados en 2008: La crítica de arte: entre el multiculturalismo y la globalización; El museo y la validación del arte, y Moderno/Contemporáneo: un debate de horizontes, tres campos interconectados que ofrecen muchas posibilidades para descubrir vínculos entre la teoría y la práctica artística desde la perspectiva del lenguaje crítico, la institución arte y una denominación que pretende fungir como su clasificación esencial. Apreciarlos en su conjunto ayuda a comprender los intereses investigativos del grupo. ¿Qué mejor presentación de un estilo de pensamiento que sus líneas de investigación? Es como aquel acertijo que apunta hacia certeras respuestas si hay buenas preguntas.

El libro que condensa el encuentro de 2004 (La crítica de arte: entre el multiculturalismo y la globalización) comienza con una presentación desde la cual se comenta su objetivo y las posibilidades que brindó el espacio para el análisis del tema. En ella se declara que “El estatuto y el objetivo de la crítica de arte son asuntos que deben redefinirse continuamente; ambos dependen de un complejo de dinámicas e inercias en el que se gestan otras transformaciones: las del concepto y las representaciones del arte y su historiografía, las del museo y sus relaciones con el público, las de la concepción y la movilidad de las exposiciones” (ibídem: 7). Se dibuja así una línea reflexiva que se extendería a los seminarios sucesivos, acotando el mundo del arte en diferentes direcciones.

Ese encuentro se dividió en dos partes: una representada por el tema “Un cuadro actual de la crítica de arte”, desarrollado en nueve ponencias que sirvieron como eje conductor de las discusiones, y la otra, concebida en forma de comunicaciones bajo el lema de “Prácticas localizadas de la crítica de arte”, abordada en diez ponencias. A su vez, en dicha presentación encontramos una interesante acotación: “En ambas partes hemos intercalado los artículos de teoría y praxis. Es un criterio de trabajo compartido en el que ambos aspectos se requieren mutuamente” (ibídem: 9).

Este vínculo es parte esencial del programa de trabajo, que se perfila también en los enfoques sobre la crítica desde la doble tensión de lo multicultural y lo global, pues el interés no se cierne sólo en los acostumbrados puntos de vista acerca del papel que cumple en el mundo del arte, sino en su circunstancia actual más apremiante, desde la que sus funciones adquieren connotaciones socioculturales, junto a un lenguaje tomado necesariamente de otros campos del saber: “El ideal de la crítica sería poner en práctica, al menos desde los mundos del arte, lo que implica saber vivir en el pluralismo, la sociabilidad óptima que nos escamotea la globalización” (ibídem: 8).

El VI seminario como ya apuntamos, se centró en el terreno siempre cuestionable del museo. En la presentación del libro (El museo y la validación del arte), se señala: “El interés que guiaba esta discusión recaía tanto sobre la cuestión de la validación del arte hoy, lo que lo define y desdefine como arte […] como sobre la situación del museo en dicho proceso” (ibídem: 8).

Ambos aspectos al interconectarse ofrecen la posibilidad de un panorama cercano a la realidad en la que vive el arte, siempre pendiente de las instancias legitimantes. Por ello, una parte de las ponencias se ocuparon, no tanto del aspecto señalado, como de su extensión hacia las mutuas formas en las que los intercambios entre el público, los artistas y el museo crean posibilidades de relación entre ellos: “en un amplio rango que va desde la apropiación que han hecho los artistas de los museos y salas de exposición como tema y herramienta de creación artística, hasta los constantes esfuerzos de los museos por generar nuevas relaciones con el público” (ídem).

Una vez llegado a este nivel del discurso crítico, fue muy atinada la elección de un seminario dedicado a la discusión de los marcos temporales y teóricos que delimitan y relacionan el concepto de arte desde la perspectiva de su clasificación como moderno o contemporáneo.

La presentación del libro (Moderno/Contemporáneo: un debate de horizontes) que compendia las ponencias del VII seminario se acota: “¿Qué es lo que hace a una obra de arte de hoy ser ‘contemporánea’? ¿Es pertinente esa pregunta? ¿Eso significa que el concepto de ‘contemporáneo’ es ya un concepto historiográfico (como Barroco o Renacimiento) con implicaciones metodológicas? Si es así, ¿se puede hablar de las características de lo ‘contemporáneo’? ¿Es el término ‘contemporáneo’ más flexible y útil que el de ‘posmoderno’ usado para caracterizar una especie de superación de la modernidad?” (ibídem: 7).

Siguiendo esas pautas las ponencias versaron sobre algunos parámetros de lo moderno como contemporáneo, la historia del arte como poshistoria, arte contemporáneo-cultura e internacionalización, cómo ha operado el concepto de lo contemporáneo en la crítica de arte en Colombia, identidades paródicas y mediaciones contextuales en el arte contemporáneo, junto a un conjunto de disertaciones más apegadas a tipos genéricos del orden del videoarte o las instalaciones.

La ponencia publicada (en Moderno/Contemporáneo:…), por el profesor Carlos Alberto Ospina,3 resume los rasgos de la modernidad que “dan relieve a siete signos del arte contemporáneo”. Una ingeniosa descripción que vincula lo moderno, lo posmoderno y lo contemporáneo en un retozo de tensiones lógico-históricas, promoviendo el principal propósito del encuentro que es alcanzar “una discusión que va más allá de una simple contraposición de denominaciones” (ibídem: 7).

La revisión del texto que recoge el conjunto de las ponencias permite una aproximación tentadora al tema, teniendo en cuenta el cruce multidisciplinar de los ponentes y el carácter diverso de los enfoques, que facilita esa perspectiva.

¿Qué legitiman estos encuentros? ¿Qué teorías se afianzan en ellos? A estas preguntas se hace difícil responder en una sola dirección, pues tanto la “expansión geométrica en las prácticas y críticas del arte”, “la multiplicidad de nuevos actores culturales y artísticos”, como “la vastedad global contemporánea”4 impulsan un panorama en el que día a día se reordenan los hilos locales y globales, tanto en relación con los vínculos institucionales del arte como los referidos a los marcos teóricos que definen qué es y qué no es arte.

El medio cultural en el que se desarrolla el arte colombiano es muy sugestivo, dada la diversidad de formas artísticas y temáticas que presenta. Por ello, es alentador apreciar los intentos de un grupo de especialistas por adentrarse en un conjunto de tópicos que giran en torno a la creación artística, en un despliegue que atraviesa el pluralismo, lo multicultural y las fluctuaciones entre lo global y lo fragmentario.

Quedamos entonces a la espera de los futuros encuentros y la excelente posibilidad de vivirlos en las publicaciones, lo que nos permitirá sentir a distancia, sus pasiones y emociones, como un enamorado que espera la próxima cita.

La crítica de arte: entre el multiculturalismo y la globalización; El museo y la validación del arte, y Moderno/Contemporáneo: un debate de horizontes: Diego León Arango Gómez, Javier Domínguez Hernández y Carlos Arturo Fernández Uribe, editores, La Carreta Editores, Facultad de Artes, Instituto de Filosofía, Universidad de Antioquia, Antioquia, 2008.

Notas

1 Las memorias del los seminarios I, II y III fueron publicadas, respectivamente, en Estudios de Filosofía, Instituto de Filosofía, nos. 13 (1998), 15-16 (2000), 21-22 (2002), Universidad de Antioquia, Medellín. Ver índices en: http://docencia.udea.edu.co/revistafilosofia/numeros/pdf/indice13.pdf; http://docencia.udea.edu.co/revistafilosofia/numeros/pdf/indice1516.pdf, y http://docencia.udea.edu.co/revistafilosofia/numeros/pdf/indice%2021-22…. Las memorias del IV seminario fueron publicadas en Artes la Revista, Facultad de Artes, nos. 6 y 7, Universidad de Antioquia, Medellín, 2004. Los textos en versión completa, pueden descargarse de la página:
http://dialnet.unirioja.es/servlet/listaarticulos?tipo_busqueda=EJEMPLA…
2 Entre los especialistas internacionales invitados a las diferentes ediciones de los seminarios se encuentran: Anna María Guasch, Katia Hanza, Vicente Jarque, Gerardo Mosquera, Kevin Power, Magaly Espinosa, entre otros.
3 “Moderno-contemporáneo. De la ilusión de lo real a la realidad de la ficción”, ibídem, pp. 276-278.
4 Gerardo Mosquera: “Desde aquí: Arte contemporáneo, cultura e internacionalización”, ibídem, pp. 111-113.