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El Espectáculo siempre debe continuar, en el Día Mundial del Teatro
27March
Artículos

El Espectáculo siempre debe continuar, en el Día Mundial del Teatro

«El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse humana, habla y grita, llora y se desespera», decía Federico García Lorca. Así nos recordaba el granadino la importancia de las palabras, de verbalizar lo que está mal y lo que está bien, lo que pasa dentro de la mente, y del arte que acompaña a cada sensación. Cuando la poesía se levanta, se abre paso y se alza encima de un escenario con todos los focos alumbrándola, abre la boca y da a luz al teatro. Se abre el telón.

Día Mundial del Teatro: “El Arte es paz”

Cada 27 de marzo el ITI, Instituto Internacional de Teatro, celebra el Día Mundial del Teatro desde el año 1962. Esta fecha coincide con la inauguración de la temporada del Teatro de las Naciones de París. Fue declarado por la UNESCO con el objetivo de conmemorar el teatro como fórmula de unión entre países. La cultura es el símbolo de hermandad en la diversidad en todas sus expresiones. Este día es una manera de honrar a todos los autores, recordar las obras clásicas y dejar paso a que la dramaturgia eduque, informe y emocione en varios actos.

Cada año, el ITI, acoge el Mensaje del Día Mundial del Teatro. Un discurso preparado y pronunciado por una figura casada con el mundo de las artes escénicas “en alma y espíritu”. Este año ha sido elegido el dramaturgo noruego Jon Fosse, Premio Nobel de Literatura 2023. Su título ‘El arte es paz’ tiene por bandera tender puentes entre colectivos enfrentados. Se trata de una denuncia, al más teatral estilo de Fosse, desde la introspección, fruto y postre de ansiedad, amor y pérdida, los tres pilares de su obra. El director refleja que la guerra es una batalla con lo único, con el arte y su esencia más mínima y defiende que no se le ocurre “una mejor forma de unir a los opuestos”.

Teatro Colón: referente argentino a nivel mundial

Teatro Colón, Buenos Aires. Hablamos de uno de los teatros más importantes del mundo y sin duda de Iberoamérica. El nuevo teatro se inauguró el 25 de mayo de 1908 con una representación de Aida, del italiano Giuseppe Verdi. Siguiendo el hilo más bohemio y satírico del teatro, la primera obra fue un fracaso ensayado. Curiosamente, en la época, inaugurar un teatro se creía que era indicio de mala suerte. Por ello, vieron la oportunidad de romper la maldición. Al parecer, conseguir que la obra salga mal a la primera es una suerte.

A partir de entonces, la remontada del salón argentino fue espectacular. Durante todo el siglo XX y hasta hoy, ha sido escenario de acogida de los más grandes actores, bailarines, directores y músicos de la historia reciente. El Teatro Colón es un icono del “orgullo de la cultura argentina y centro de referencia de las artes escénicas en todo el mundo”, afirman desde la institución.

Este 27 de marzo, el Teatro de Colón representará Carmina Burana, la pieza escénica musical compuesta por Carl Orff. Rompedora, natural e impredecible obra sobre el goce humano y sus peligros.

Otros grandes teatros de Iberoamérica serían el Palacio Nacional de Bellas Artes de Ciudad de México y el Teatro Nacional de Sucre, en Quito.

El teatro iberoamericano es una transformación interminable

El teatro es una expresión artística que se encuentra en constante transformación. Así nacen en distintos países de Iberoamérica las compañías de teatro, encuentros de actores, directores, bailarines… en definitiva, artistas, que comparten su pasión por las artes escénicas. Estas fundaciones suelen seguir temáticas teatrales únicas y consolidan una especie de arte independiente de cada uno. Siempre a gusto de cada uno, implementan la variedad y la construcción de nuevos modelos artísticos.

Se crea la performance iberoamericana del primer orden, que se explica rompiendo la cuarta pared a mazazos. Muchas de las compañías creadas en la segunda mitad del siglo XX, producen este tipo de obras inmersivas e interactivas con el público. El objetivo es diseñar un nuevo tipo de actuación que absorbe la acción del espectador dentro de su obra. Si del público nace el teatro porque es quien lo ve, también de él nace la obra.

Teatro La Candelaria. Fue formado en 1966 por un grupo de intelectuales colombianos comprometidos con el trabajo teatral independiente. Es fruto del teatro experimental. El movimiento independiente fue impulsado por La Candelaria, de forma que pronto se expandió por el país y se fundaron más y más compañías de este tipo. El movimiento se denominó el Nuevo Teatro.

Se definen también como un grupo de investigación de la dramaturgia, sobre técnicas pedagógicas y nuevas metodologías como la Creación Colectiva. Una de sus fundadoras, Patricia Ariza, ha llegado a ser reconocida como Ministra de Cultura de Colombia entre 2022 y 2023. La actriz, poetisa y dramaturga vive comprometida con la lucha social y la revolución artística, así como aseguraba que ella es “como una mesa de tres patas que nunca está derecha: soy feminista, revolucionaria y artista”.

Grupo Rajatabla. Consagrado como el grupo de mayor reconocimiento teatral de Venezuela, Rajatabla se creó en 1971 de la mano de Carlos Giménez. Su aportación al campo cultural venezolano es incuantificable, pues situó a Caracas como escenario de referencia del teatro iberoamericano.

Su gran aporte ha sido la influencia sobre la profesionalización del teatro, poniendo en boga la educación de jóvenes actores, fomentando la cultura del esfuerzo e instituyendo una idea seria del teatro, sin olvidar el amor al espectáculo. Nace en buena parte una identidad teatral venezolana gracias a Rajatabla y a Giménez.

Colectivo teatral Mandrágora. Mujer, sociedad y humanidad. Esta es la línea argumental de una fundación comprometida con el desafío humano a través de las artes escénicas. Se funda en 1998 en Quito, gracias a la iniciativa de Susana Nicolalde, directora, actriz y dramaturga ecuatoriana. Año tras año, la fundación ha estrenado obras marcadas por la danza y el teatro de calle, que dan paso a una nueva era teatral liderada por directoras mujeres. Mandrágora se especializa en la pedagogía estrechamente relacionada al teatro-danza. De la mano del Colectivo se realizan los Encuentros de Mujeres en Escena Tiempos de Mujer, de forma anual y que lleva ya 20 ediciones.

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