Susana Orta regresa a Cuba con su Heredad

Regresa a Cuba con el EP Heredad la intérprete de la Isla radicada en Suiza, Susana Orta.

Con su trío integrado por los valiosos músicos José Braide Leyva Valdés (piano) y Alberto García Navarro (percusión), Orta afirma la esencia de sus orígenes musicales que se entremezclan perfectamente con sus raíces personales.

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Un disco dedicado a sus abuelas por ambas líneas filiales, Heredad, valoriza una sonoridad contemporánea, apoyada en un formato pequeño y concepción minimalista. El resultado es la impresión de que hay en escena muchos instrumentistas.

La voz perfectamente afinada de la intérprete que se desdobla ante el público con delicados movimientos danzarios acordes con lo interpretado, completa un show inesperado y totalmente empático. Concebido desde la sencillez, esta propuesta musical no necesita mucho más para establecer una relación de complicidad que el público acoge y agradece.

En ocasión del Jazz Plaza los sitios elegidos para compartir con estos artistas fueron las Casas del Alba y de África, y el último, la Pérgola del Pabellón Cuba. Cada entorno diferente y un elemento unificador: un público que entendió que se trataba de una propuesta diferente. Temas creados sobre la base de la esencia afrocubana, capaces de mantener y defender un camino propio.

Sin dudas, las propias características del lugar propiciaron que la presentación en la Casa de África haya tenido una significación especial para los integrantes del proyecto. En medio de lo real maravilloso que emerge de su patio, donde tantas energías le han confiado su permanencia, Orta y su trío les cantaron a dioses del panteón africano desde la sensualidad, la ternura, el valor, haciendo prevalecer el rigor: fueron clamados Eleggua, Yemayá, Shangó y Biricuto (San Lázaro) y al mismo tiempo se pidió paz, por eso Obbatalá casi cierra esa estela de bendiciones que sugería el encuentro.

Y los participantes pidieron, cantaron, más de uno bailó: todos se emocionaron, para al final, con un tema clásico cubano como “Drume negrita” sellar un ciclo de bienestar que durante una hora de presentación alcanzó el reencuentro con este trío del cual habrá mucho, más, y bien, por decir.

Casa de África quiso que Susana estuviera acompañada en sus predios por el reconocido trompetista Yasek Manzano, quien improvisó en muchos de los temas. Por su parte la presentación sirvió de nostalgia acompañada al reencontrarse en el escenario Orta con Dania Oduardo, quien fuera su compañera en la agrupación Gala Mayor, en la que ambas fueron vocalistas.

Con ellas, el ruego a Obbatalá voló tan alto como Olofin (Dios supremo africano) advirtió la sinceridad del canto.

Concluyó la presentación y aun el público permanecía sentado en espera de más... tal vez ese extra demore un año más en repetirse, según las circunstancias. Lo cierto es que kilómetros por medio, desde el Viejo Continente, Susana Orta sigue mostrando todo lo que tiene por decir y hacer.

El tránsito resulta arduo y extenso; pero ya supo cómo acercar las melodías: ya sea en canciones trovadorescas, tangos, como antes lo hizo, como en ritos yorubas, estos de hoy: unos, otros, todos, en su voz, acompañada de tan excelentes músicos, llega, convence, sugiere y triunfa.

Fotos: Cortesía de la intérprete

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