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Encima del muro, bajo la frontera
13May
Bienal de La Habana

Encima del muro, bajo la frontera

No menciona para nada el récord Guinnes que se le pretende endosar a esa monumental obra de dieciocho mil metros cuadrados que ha fomentado en la frontera de México y Estados Unidos. Y es que el artista mexicano Enrique Chiu (Guadalajara, 1981) sabe que lo más importante de ese emprendimiento artístico ha sido el poder unir a creadores de ambos lados de la frontera para que pinten en Tijuana, Baja California, un Mural de la hermandad con historias que aluden al drama de miles de latinoamericanos que cada año intentan cruzar hacia Estados Unidos en busca de un futuro menos incierto.

Ha viajado a Cuba por primera vez. Lo tengo frente a mí en el patio de la Casa del Benemérito Benito Juárez, en pleno corazón del Centro Histórico de La Habana Vieja, para que cuente a Arte por Excelencias sobre las claves de su estancia entre nosotros y el proyecto que ha sido seguido con entusiasmo por los que ya lo califican como «un mensaje de resistencia y esperanza».

«Mi participación en la Bienal de La Habana ha sido indirecta —me dice—. Vine a Cuba con una exposición fotográfico-documental exhibida acá, en la Casa Benito Juárez, sobre el exilio de León Trotsky en México y en torno también a la casa donde residió, que es el actual museo sobre su vida y su obra, en el que laboro actualmente. He hecho contactos con varios artistas cubanos, sobre todo con Víctor Mora, quien me ha abierto las puertas de su Galería del Papel para hacer un mural allí. Con Julio Peña laboré en el Taller Experimental de Gráfica de la Plaza de la Catedral. Algunos amigos míos que viven en Los Ángeles vinieron a La Habana desde comienzos del evento para hacer un documental fotográfico. Se han abierto muchas posibilidades y proyectos para que yo regrese».

La prensa ha destacado que el proyecto Mural de la hermandad ha estado dirigido a protestar contra el muro que el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, pretende construir en la frontera común con México, y es una denuncia también a propósito de las políticas migratorias que el presidente norteamericano impulsa. «El Mural de la hermandad es un proyecto que aún estamos trabajando, comenzamos el 1ro. de diciembre de 2016, con artistas, amigos y otras personas que se fueron acercando. Iban a ser cien metros lineales del muro fronterizo, contiguo a la playa de Tijuana. El plan era poder pintar los dos lados y que se hablara de paz, de hermandad entre las dos naciones. Nadie creía en el proyecto; me tocó desembolsar todo el dinero inicial. Se enteró una asociación latina de televisión y radio, me hizo una entrevista que convirtió en documental, y este se hizo viral, llegó a medio millón de visitas en dos días. De repente comenzó a venir gente de todo el mundo. El primer día éramos cinco, en el segundo la cifra era de cincuenta, y ya en el cuarto día llegábamos a doscientas personas pintando el muro. Los había de Los Ángeles, San Diego, Nueva York, China, Nueva Zelanda, de todas partes del mundo. Trump había dicho que México pagaría por el muro, de cierto modo era una publicidad que nos daba. Aquello se convirtió en un movimiento social muy importante. Los principales periódicos mexicanos nos dieron cobertura y hasta la propia Secretaría de Cultura del gobierno de entonces declaró que éramos el movimiento cultural más importante del norte del país. Por allí han pasado alrededor de tres mil setecientos cincuenta artistas, incluidos cubanos. Estuvimos dieciséis meses pintando más de dos kilómetros. Recibimos incluso la visita de la Orquesta Sinfónica de Alemania, que tocó y pintó junto a nosotros».

A una pregunta nuestra sobre lo trascendente o intrascendente del arte contestó Chiu: «Cada uno busca una historia en la vida, algunos dejan pasar las oportunidades de hacer lo que soñaron. He tratado de arriesgarme, de hacerlo de la forma más sublime. El arte es una forma de comunicación, y este proyecto que hemos fomentado será trascendente desde el momento en que le está comunicando al mundo un llamado a la paz, la unión y la hermandad».