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Revolución y fotografía en el Memorial
25April
Bienal de La Habana

Revolución y fotografía en el Memorial

Una selección de veinticinco fotografías que marcan la impronta del proceso revolucionario cubano son expuestas en el Memorial José Martí con el título Miradas a la Revolución y como parte de la muestra colateral de la XIII Bienal de La Habana. La exposición fue organizada por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y la Fototeca de Cuba. Los principales directivos de dichas instituciones, Norma Rodríguez Derivet y Nelson Ramírez Arellano, además de Jorge Alfonso, director del principal evento de las artes visuales, encabezaron la inauguración.

Diez son los fotógrafos incluidos en Miradas a la Revolución: Luis Pierce (Luis Korda), José Pepe Agraz, Alberto Díaz (Alberto Korda), Raúl Corrales, Liborio Noval, Osvaldo Salas, Roberto Salas, Ernesto Fernández, Alex Castro y Roberto Chile. Dos los principales protagonistas: dirigentes revolucionarios —Fidel, el Che, Raúl, Hugo Chávez…—, encabezando las grandes epopeyas (la victoria contra la invasión mercenaria de Playa Girón una de ellas), y el pueblo, acompañando a sus líderes en manifestaciones, movilizaciones y trabajo creador.

Por supuesto que no falta la foto que encabeza casi todas las listas de las instantáneas más reproducidas en el mundo: la que le hizo Alberto Korda a Ernesto Che Guevara el 5 de marzo de 1960 en el entierro a las víctimas de la explosión del buque francés La Coubre en el puerto de La Habana, una imagen que ha presidido marchas en el mundo entero, que se ha convertido en referente de la lucha revolucionaria, que los jóvenes portan en pulóveres, sellos, llaveros y boinas, y que ha redundado además en reduccionista mercancía.

Ahí están también la imagen de Fidel y Camilo en la entrada de los barbudos a La Habana el 8 de enero de 1959, la de la caballería campesina en su marcha simbólica hacia el occidente del país, la de los guajiros participando en la concentración posterior en la Plaza, la del vendedor del periódico que anuncia la ruptura de relaciones con Estados Unidos frente al edificio de la actual embajada de ese país en La Habana… Otras más recientes nos ofrecen la visión particular de dos artistas que tuvieron la oportunidad de acompañar a Fidel en sus últimos años de vida: Alex Castro y Roberto Chile; del primero se exhibe una foto que revela la amistad con Hugo Chávez, del segundo una serie de tres con primeros planos de las manos del jefe de la Revolución Cubana.

De la fotografía épica revolucionaria de las décadas de los sesenta y setenta en Cuba podrían hacerse cientos de muestras —solo de Korda, por ejemplo, se conservan miles de negativos—. Esta, modesta en sus pretensiones, resume todo lo que representó esta manifestación artística para la memoria histórica de la Isla. Lo analiza muy bien la licenciada en Historia del Arte Gabriela Hernández Brito en su artículo «La fotografía y los líderes de la Revolución (1959-1980)»:

«El triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959 y las consecuentes acciones de la naciente Revolución, atrajeron la atención de estudiosos, artistas, intelectuales y del pueblo tanto en Cuba como en el resto del mundo. El arte y sobre todo la fotografía en nuestro país se interesaron por este novedoso, inusual y dinámico fenómeno del que eran testigos. La fotografía se erigió como el medio por excelencia para captar la nueva realidad y reflejar los cambios constantes que se producían. El fotógrafo se convirtió en una especie de reportero de los acontecimientos diarios, cuyo protagonismo pertenecía al sujeto épico o popular, o sea, tanto a las figuras líderes como a la gran masa obrera y campesina. Por ende, la fotografía fue un aliado del nuevo proceso, pues era partícipe y a la vez reflejo de lo que ocurría».

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