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Collage Habana vuelve a seducir en Art Madrid
02March
Semana de Arte en Madrid

Collage Habana vuelve a seducir en Art Madrid

En la edición 15 de Art Madrid, la galería Collage Habana ha vuelto a mostrar parte del arte emergente que se hace en la isla, y ha traído a tres artistas jóvenes que trabajan el tema de las acumulaciones: Gerardo Liranza, Onay Rosquet y Alejandro Gómez Cangas.

Arte por Excelencias, media partner de la feria de arte contemporáneo –que tuvo lugar en la capital española, entre el 26 de febrero y el 1 de marzo-, visitó su stand y conversó con ellos sobre sus pinturas y otros temas de la actualidad artística cubana, como el concurso Post-it para creadores emergentes, del que han surgido todos.

Desde el 2004 Collage Habana lidera la promoción y comercialización de las Artes Visuales dentro del Fondo Cubano de Bienes Culturales. Bajo su dirección funcionan un grupo de galerías con diferentes perfiles, entre las que se encuentran Galería Galiano, Galería Artis 718, Galería Casa8, Galería 23 y 12, y Galería Orígenes.

Collage puede considerarse como una de las veteranas de Art Madrid, pues de las 15 ediciones de la feria, han participado en 14, exhibiendo la obra de premios nacionales de artes plásticas como Manuel Mendive y Roberto Fabelo. Sin embargo, hace tres años cambió su, por así decirlo, apuesta segura, y comenzó a promocionar aquí a creadores emergentes.

Algo que aparentemente ha funcionado, pues uno de los artistas que les acompañó en 2018 y 2019, Roldán Lauzán, hoy expone en una de las mejores paredes de la Galería de Cristal, en el stand de la galería madrileña BAT Alberto Cornejo; junto al también cubano Gustavo Díaz Sosa, otro de los creadores imprescindibles en Art Madrid.

 

Obra de Roldán Lauzán. Galería BAT Alberto Cornejo
Obra de Roldán Lauzán. Galería BAT Alberto Cornejo

 

Sandra García, una de las especialistas de la galería habanera –y vieja amiga de nuestra revista-, nos confirma esta apuesta por el arte emergente: “traemos a tres artistas de la nómina de Galería Galiano (de los 16 que tenemos). Y lo que hemos hecho es unirlos por la pintura, pues aunque sea una feria, nos gusta darle un carácter de exposición, sin importar si la obra es comercial o no. Ese nunca va a ser nuestro presupuesto.

“No nos gusta atiborrar las paredes ni que esto parezca un bazar. Por eso queríamos una idea común, y los tres trabajan con acumulaciones: acumulaciones de objetos, de personas y también de tiempo. Es el caso de Gerardo Liranza, por ejemplo, trabaja con lugares abandonados, que hablan de un tiempo en desuso, un tiempo que no se aprovechó para la economía cubana; Onay Rosquet habla un poco de la sociedad de consumo, del stress de la vida actual –de hecho, la serie que está aquí venía sin título, y a última hora le puso Trámite de viaje, porque fue todo tan engorroso para poder venir…

 

Obra de Alejandro Cangas en Art Madrid

 

 

“Y Alejandro Gómez Cangas, que a pesar de ser joven, lo conocen en La Habana como el pintor de las multitudes, porque su obra siempre se ha caracterizado por eso. Aunque ha traído piezas sui generis dentro de lo que él hace, pues ya empieza a mostrar lo que él quería hacer, que es pintar a escala humana, que esas figuras suyas se reflejen en el lienzo como en las grandes pinturas de la historia del arte. Por ahí los unimos, porque eran pintores, los tres jóvenes, con mucho oficio y los tres trabajaban de alguna manera con acumulaciones”.

Este año, por cuestiones organizativas de la feria, Collage Habana ha cambiado de stand, así que nos perdemos un poco buscándolos, hasta que una de las fantásticas pinturas de Gómez Cangas nos indica que hemos dado con ellos.

 

Sandra García
Sandra García en el stand de Collage Habana, allí la revista Arte por Excelencias 49

 

Los encontramos imbuidos en el ajetreo normal de un día de feria –con colas de 20 minutos para entrar-, entre el ir y venir de curiosos, coleccionistas y compradores. Y nos satisface, no más llegar, ver como el último número de nuestra revista (el 49, con varias páginas dedicadas a su participación aquí) se está usando para atraer a los posibles compradores –ahora mismo una mujer está recabando información y haciendo fotos a la obra de Gerardo, para enviarlas a un coleccionista de Estados Unidos…

 

Sandra atiende a coleccionista interesada en la obra de Gerardo

 

Se trata de varias pinturas monocromáticas, que tiene que ver con el deterioro de la industria en Cuba y también a nivel internacional: “es una visión un poco fría de lo que sucedió con el trabajo manual del obrero. Esta serie tiene que ver en concreto con el deterioro de la industria azucarera en Cuba, el desmantelamiento de los centrales y cómo afectó, antropológicamente, a la población que vivía en esos bateyes”, nos confesaría más tarde Gerardo Liranza (San Antonio de los Baños, 1987).

 

Gerardo Liranza
Gerardo Liranza: “me fascina el paisaje industrial"

 

Este es un tema que, el graduado de la Academia de San Alejandro viene trabajando desde 2011: “lo disfruto mucho, porque me fascina el paisaje industrial, el jugar con las líneas. En su momento viajé a esos sitios e hice fotografías. Incluso en diferentes etapas del desmantelamiento de un mismo central, pero muchos de estos paisajes son ahora recreados, reinventados en el mismo proceso de trabajo”.

Los óleos de Onay Rosquet (La Habana, 1987) son parte de una serie nueva, en la que ha empezado a incluir más color y también tratan sobre acumulaciones: “Yo empecé con las acumulaciones hace cuatro o cinco años, acumulando objetos, en este caso papeles… La primera serie que tiene que ver con el papel la expuse hace un año en una galería suiza. Se llamó Attachment y trataba sobre la burocracia; el papel es casi un adjunto a la persona, algo que ya no puede dejar de existir.

 

Onay Rosquet
Los óleos de Onay Rosquet son parte de una serie nueva, en la que ha empezado a incluir más color y también tratan sobre acumulaciones. 

 

“Entre tanta modernidad y lo rápido que se mueve el mundo, es como una cosa rara, sobre todo para los cubanos, que el papel no deje de ser importante, al contrario, se suman más trámites y documentos… que te van enrollando la vida”, nos diría el joven pintor, cuyo trabajo está presente en numerosas colecciones privadas de América y Europa.

Onay reconoce la importancia de una feria como esta para dar visibilidad a su trabajo: “en un inauguración en una galería no consigues el flujo de público que hay en estos cinco días. También valora la oportunidad que da Post-it: “si no existiera, muchos de los jóvenes que ahora mismo estamos exponiendo aquí lo hubiéramos tenido más difícil. En Cuba no hay muchos eventos relacionados con el arte joven. Y este concurso es un termómetro de lo que está pasando y una plataforma para apoyar a los que empiezan”.

 

Obra de Onay

 

Por su parte, Alejandro Gómez Cangas (Villa Clara, 1986) se enfoca en la tensión que cada persona experimenta al tratar de afirmar y mantener su individualidad: “Más que las multitudes, me interesa la figura humana y más allá de la figura humana, la representación del cubano. Es un intento de hacer un retrato social de la Cuba contemporánea. Aunque cada cuadro es más que una foto: intenta decir algo más. Este ha sido como un leitmotiv en toda mi carrera. Lo empecé a trabajar en 2006 y le he ido incluyendo cosas”, nos cuenta.

 

Alejandro Gómez Cangas
Alejandro Gómez Cangas se enfoca en la tensión que cada persona experimenta al tratar de afirmar y mantener su individualidad

 

En Art Madrid vemos dos obras suyas, la primera y más grande, Punitiva No 2, formó parte de su última exposición personal en la galería habanera Villa Manuela. La segunda la hizo para la feria, usando otra línea que ha estado investigando: las veladuras y los reflejos. “Siempre me ha interesado tratar la figura humana sola, y sola creo que habla mucho o dice mucho del lugar que la rodea. Las personas también hacen el lugar. Hay fondos planos que no te indican un lugar específico. Son cubanos y uno los identifica. Los colores aportan también contenido y pueden decir algo más”, remata el graduado del Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA).

 

Obra de Alejandro Cangas
Punitiva No 2 de Alejandro Cangas

 

Antes de seguir nuestro recorrido por Art Madrid, donde hay mucho que ver (más de cuarenta galerías y doscientos artistas de nueve países de Europa, América y Asia), volvemos con Sandra para saber cómo ha ido el último Post-It: “Bien, pero se están recibiendo muchos proyectos y quedan seleccionados muy pocos. A pesar de que los jurados de las tres últimas ediciones han sido diferentes, han coincidido en que hay que apretar en la selección, porque se presentan obras de muy mala calidad”.

¿Crees que eso sea un síntoma de lo que está pasando en el arte joven cubano?

“Está pasando no solo en el arte cubano. Está pasando, yo veo también, en el arte en general. Hay mucho facilismo, muchas ganas de llegar rápido a la meta. Y el arte es una carrera de resistencia, de paciencia. Y ahora mismo hay mucho facilismo en Cuba, debido a las circunstancias especiales que tenemos a veces. Sabemos que somos deudores de una escuela de arte buenísima, de una tradición de buenos artistas, y muchos se creen que por graduarse en San Alejandro ya son grandes artistas. Y a veces hay que bajarlos y ponerles los pies en la tierra… y decirles: te falta estudiar, leer, te falta investigar… hasta aprender a poner un título a tu obra. Algunos de los títulos que hemos visto en Post-it son de risa.

“Lo otro, tienen que ver con lo global, todo lo que han traído las redes sociales. Se está produciendo muy rápido para publicar, para tener un sitio web interesante, un feed de Instagram interesante… y yo pienso que eso a veces les hace daño esa competencia. No es competencia para decir quiero mejorar, sino para tener las cosas materiales que tienen otros.

“Esa no es la idea de ser artistas, primero tiene que estar la sensibilidad y las ganas de trabajar y después lo otro va llegando. Para eso están las galerías y la gente que te va invitando… y creo que es un tema global. De los emergentes que te encuentras, solo a uno o dos les ves carrera promisoria; de los otros solo notas que van a pintar y a poder vivir de eso, pero como artistas no van a tener un despegue muy grande.

Parece que Collage Habana tiene buen ojo para escoger a sus emergentes… ¿Qué sientes cuando ves, por ejemplo, a Roldán trabajando ya con una galería madrileña?

“A uno le da cosita, es como la mamá de los pollitos, quiere tenerlos a todos, pero esa es la idea. Cuando trabajas con artistas emergentes sabes que la idea es que migren hacia otros espacios, que otros espacios se adueñen de sus piezas. Y ahí es cuando sabes que se hizo un buen trabajo. No estoy segura si lo de la galería BAT con Roldán fue antes o después de venir con nosotros y aquí se consolidó, pero creo que sí, que Collage puso su pedacito. Y Post-it es parte de eso. Se invierte mucho en ellos, en arriesgarse a venir a una feria como esta con tres artistas jóvenes, cuando mucha gente nos dice: por qué no siguen con Fabelo… pero si a estos chicos les va bien serán los futuros Fabelo”.

Y hay que ayudarlos a hacer el camino…

“Claro. Y lo que más me gusta de trabajar con los jóvenes es ser parte de ese camino”.

 

En portada: Sandra García y los artistas en el stand de Collage Habana

Fotos: @yricardo

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