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Todo sobre el proyecto español que viaja a la Bienal de Venecia
04April

Todo sobre el proyecto español que viaja a la Bienal de Venecia

El proyecto With Hands Signs Grow ha sido seleccionado como Evento Colateral de 59th International Art Exhibition – La Biennale di Venezia. Cuatro jóvenes artistas —Ruth Gómez, Nuria Mora, Daniel Muñoz y Sixe Paredes— se han inspirado en la cueva de Altamira para desarrollar cuatro propuestas instalativas site specific con las que intervendrán el Palazzo Donà, en Venecia, a partir del 23 de abril y hasta el 27 de noviembre. Esta iniciativa única de arte contemporáneo ha sido desarrollada por la Fundación Odalys y Signum Foundation, con el apoyo del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira.

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With Hands Signs Grow es un proyecto comisariado por Alfonso de la Torre, de cuya dirección artística se ha encargado Juan Carlos Moya, que nace en el marco conceptual de las pinturas prehistóricas de Altamira (Cantabria, España). Los artistas contemporáneos seleccionados comparten líneas discursivas —el uso del espacio público o los soportes arquitectónicos— y lenguajes como la pintura y el dibujo, para mostrar las relaciones que existen entre los nuevos espacios que habitamos (internet, las redes sociales y las grandes ciudades) y el arte paleolítico.

En palabras del comisario Alfonso de la Torre: "las cuevas prehistóricas son el lugar donde el ser humano se comunicó por primera vez con sus semejantes a través del lenguaje universal que representa el arte; y artistas como Picasso, Miró, Tàpies, Chillida, Oteiza o Palazuelo ya miraron hacia aquellos misteriosos primeros creadores". Es por ello que With Hands Signs Grow se propone demostrar su vigencia hoy en día al vincularlo con la contemporaneidad.

Tomando como punto de partida la cavidad rocosa conocida como Capilla Sixtina del Paleolítico Superior, cada artista se ha centrado en una estancia del Palazzo Donà, espacio expositivo de Signum Foundation (ubicado en la calle del Scaleter, 2177). Tras meses de trabajo en sus respectivos estudios, las propuestas instalativas para las paredes, suelos y ventanas de esta edificación del siglo XIV se materializarán a partir del 23 de abril. Para el comisario, estas intervenciones suponen un conjunto de microrrelatos desde el territorio personal de cada artista, en un territorio público e inexpugnado por su carga histórica.

Las cuatro creaciones site specific 

La artista Ruth Gómez (Valladolid, 1976) ha desarrollado Caves | Cuevas, un conjunto mural de grandes dimensiones que, a modo de estudio, y tomando como referencia la síntesis y abstracción de las imágenes paleolíticas, se adentra en el proceso creativo más primitivo y puro. Se propone plasmar lo que fue importante para nuestros antepasados: la madre Tierra, los animales y conceptos como la fertilidad y la espiritualidad. Se sirve para ello de materiales como pigmentos minerales y naturales, tinta china hecha con hollín, resina, carbón, grafito, yeso o arcilla, que utiliza con pinceles e, incluso, con sus propias manos sobre papeles de algodón. Combina esta técnica con imágenes adhesivas para crear un mural de imágenes, apoyadas tanto en la realidad como en la ficción. Ruth Gómez ha participado en ferias internacionales como Art Dubai, Art Lisboa o ARCOmadrid y su obra se ha mostrado en museos como el CAC de Málaga; MNBA en Buenos Aires; o el MOCA de Seúl, entre otros.

Nuria Mora (Madrid, 1974) propone en XYZ-Transcending Physical Limits una pieza bidimensional compuesta por distintos lienzos que se despliegan en los ejes x, y, z y simulan la forma en que, poco a poco, se fue descubriendo la cueva. A partir de una pieza inicial sin desplegar –en formato cuadrado y con lienzos de lino– la obra se abre a modo de políptico en varias fases, pasando de los colores negro, ocre y rojo (utilizados en Altamira) a la paleta de la artista. Ese despliegue utiliza el color como excusa para hablar de la evolución del hombre, mientras que el propio espacio tridimensional creado emula la importancia de Altamira como lugar de reunión. Nuria Mora inició su carrera con la pintura mural e intervenciones artísticas en el espacio urbano, ha expuesto su obra en galerías y museos internacionales como la Tate Modern de Londres o el Museo de Arte Contemporáneo de Johannesburgo.

El trabajo de Daniel Muñoz (Moraleja, Cáceres, 1980), por su parte, está centrado en el arte mural y su discurso siempre ha abordado problemáticas relacionadas con la modificación del entorno por parte del individuo. En Drag image plantea una serie de cuestiones en torno a la imagen como elemento de construcción del espacio social, donde destaca diferentes sustratos históricos que evidencian la importancia del dibujo mural como el primer lenguaje edificador de la humanidad. Pretende poner de manifiesto que, desde el paleolítico, la conjunción de dibujo y arquitectura han estado vinculados a la cohesión social y a la cimentación del pensamiento común. Daniel Muñoz ha realizado numerosas intervenciones y exposiciones en ciudades de Europa, América, Asia y Oriente Medio, donde destacan centros artísticos como el BACC Museum de Bangkok (Tailandia), la Galería Nacional de Arte de Amman (Jordania) o galerías como Walter Otero (Puerto Rico).

Por último, el artista Sixe Paredes (Barcelona, 1975) propone un doble trabajo en el palazzo. Por un lado, Paleolithic futurism, una propuesta muralista que parte del instante en el cual los antiguos maestros del paleolítico fueron invocados por las formas de las cavidades de las cuevas. La serie de pinturas habla de trabajos reflexivos, hipnóticos y profundos, evocando un lenguaje que se refiere a las diferentes dimensiones y direcciones en el espacio. Por otro, el artista presenta un importante ensamblaje telar, construido para la ocasión. Sixe Paredes inició su trayectoria artística en el grafiti a finales de los años ochenta y en los noventa empezó a trabajar también la pintura, la escultura y la instalación. Su obra representa una de las referencias españolas más notables, interviniendo en 2008 la fachada de la Tate Modern de Londres.

Además de las cuatro intervenciones, With Hands Signs Grow se completa con una proyección y una obra múltiple en el vestíbulo interior del palazzo, que incluye piezas de los cuatro artistas y un gran assemblage de imágenes que evoca la cueva de Altamira y que han sido facilitadas por el museo. Esta institución también ha facilitado una obra fílmica Altamira, la cueva original y el fondo sonoro que se puede escuchar en proximidad al pozo del palazzo y que pertenece al interior de la cueva.

El proyecto nace con carácter itinerante y será acogido por entidades como el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, dando protagonismo a diferentes artistas locales en cada edición.

Fuente:  Acerca Comunicación

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