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CARTEL CUBANO DE CINE
23June

CARTEL CUBANO DE CINE

LA HABANA: El Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau” ha abierto un nuevo espacio de reflexión para el diseño gráfico y el cartel en Cuba, creado y conducido por el presidente de ProGráfica en el país, Héctor Villaverde.

Convocados bajo el título de "Memorias del diseño gráfico cubano 1959-1974. El diseño del cartel de cine del ICAIC (primera parte)", en la Sala Majadahonda, asistimos a la exposición de un amplio panorama sobre esa temática.

Víctor Casaus, director del Centro Cultural, inició recordando a Alfredo Guevara "por su significación para el cine cubano y por ser fundador de esas maneras de ver el cartel, de pensarlo y proyectarlo de forma no vista hasta entonces en el panorama de nuestra cultura", y citó un texto de él tomado del libro Revolución es lucidez, donde Guevara se refiere a que "no hay vida adulta sin herejía sistemática, sin el compromiso de correr todos los riesgos. Y es por eso que esta actitud ante la vida, ante el mundo, supone una aventura y la posibilidad del fracaso. Pero es también la única oportunidad de acercarse a la verdad en cualquiera de sus aristas.

La sesión terminó con la exposición individual de dos parejas de jóvenes diseñadores, Nelson Ponce, Giselle Monzón, Raupa y Michele Millares quienes expusieron sus diseños insertos en lo que llamaron "la estética del ICAIC", en un panel titulado para la ocasión "Influencias, lenguajes y tendencias de ayer y hoy".

El diseñador Erick Silva presentó la labor de su colega, la joven Giselle Monzón, nominada al Premio ProGráfica de este año, y ganadora, del Premio Coral en el Festival Internacional del nuevo Cine Latinoamericano en el 2007 en la categoría Cartel de Cine y el Segundo Premio en el Concurso Homenaje al 50 aniversario de la Cinemateca de Cuba, entre otros galardones. El diseñador se refirió a la labor creativa de Monzón para carteles del ICAIC y calificó lo actual de sus propuestas gráficas, su acercamiento desprejuiciado a la ilustración y su espíritu de investigación fomentado en el Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI).

La joven Giselle Monzón exhibió sus carteles y se refirió al papel formador de los profesores del ISDI en su carrera y la posibilidad que hoy el ICAIC les brinda de trabajar en lo que considera el filón más provocativo y atrayente para ella en la gráfica que es el diseño de carteles, a la vez que "el reto de plantearse la creación ante el peso de una historia del cartel cubano de cine".

Un panorámico y a la vez interesante recorrido desde los antecedentes del cartel del ICAIC hasta los años setenta hizo luego Sara Vega, experta en el tema del cartel cubano de cine y especialista del perfil en esa institución. Su abordaje incluyó las peculiaridades esenciales sobre la producción gráfica vinculada a la cultura cinematográfica de la década de los sesentas y setentas, los años dorados de la cartelística cubana, en que como ha expresado la autora "el cartel salió a la calle en busca del espectador y la ciudad".

Vega repasó los antecedentes de aquellos primeros carteles antes del triunfo de la Revolución cuando se creaban afiches con un carácter ingenuo y artesanal, según puntualizó, en su mayoría dedicados a la exhibición de cine norteamericano. Se refirió a la influencia que tuvo entre nosotros el cartel norteamericano, y en menor medida el mexicano y argentino, en un periodo, recalcó, donde en los carteles era claro que primaban el tropicalismo, los elementos identitarios de la época, el empleo de figuras protagónicas en primer plano, entre otras características.

A partir del triunfo revolucionario, la primera ley cultural es la creación del ICAIC y se varían todas las coordenadas en función de un cine cubano, se cambió la manera de producción, y a la vez se comenzó a exhibir el mejor cine producido en el mundo. En ese clima de efervescencia cultural se creó el cartel político y el cultural, enfatizó la especialista, para crear un espectador más culto en el cine. Al respecto Vega destacó la labor de Mario Rodríguez Alemán y Saul Yelin como fundadores del cartel de cine, que fuera producido en offsett y serigrafía, a la vez que mostró imágenes de carteles de los principales afichistas cubanos, algunos desconocidos para la totalidad del público e incluso de especialistas.

Otra esclarecedora intervención fue la de Héctor Villaverde, quien discursó sobre las influencias internacionales en la historia del cartel de cine en Cuba, entre estas la renovación del diseño en los Estados Unidos en los años cincuenta, cuando la ilustración y diseño eran prácticamente una, y el diseñador era como un "hombre orquesta". Habló de la influencia de Europa en Estados Unidos, ejemplificó con Andre Francois, con un diseño más intelectual, también mencionó a Saul Steinberg, rumano radicado en los Estados Unidos, así como el papel del cartel polaco, y de los diseñadores Ben Shahn, Andy Warhol y Saul Bass; este último marcó el diseño de fines de los cincuenta. Todos con una fuerte influencia en los diseñadores gráficos cubanos, muchos de ellos entonces con formación autodidacta. Del mismo modo también Villaverde habló de algunos de estos diseñadores polacos que estuvieron en Cuba en los sesenta, y cómo testimoniaron que se sentían influenciados por el cartel cubano.

Hoy coleccionistas y hasta museos guardan carteles de cine cubanos de aquellos años sesenta que conformaron un contexto peculiar para el desarrollo de un boom de la expresión gráfica en la Isla, un auge que ciertamente tuvo lugar pese a la enorme escasez de los materiales más imprescindibles, así como también por el desarrollo de la creación gráfica como respuesta asombrosa y desafiante a aquella situación de carencia. Recordamos cómo las calles de la ciudad, no obstante el más férreo bloqueo, ofrecían, entonces, una maravillosa presencia visual gracias a los carteles, documentales y multitudinarias exposiciones de la gráfica que opacaban la grisácea uniformidad citadina agudizada por la penuria de vestuario, productos industriales y la ausencia de mantenimiento arquitectónico de una de las ciudades más hermosas del Continente.

La segunda parte de esta mesa será el día 9 de julio.