MATISSE

SÃO PAULO: Más de 100 mil personas han visitado una exposición sobre Henri Matisse que forma parte de la celebración, en esta ciudad, de "El año de Francia en Brasil".

La muestra reúne 80 de sus obras pertenecientes a colecciones públicas y privadas de acervos de Francia y Brasil, y consta de pinturas, fotos, esculturas, documentos, dibujos, libros ilustrados y un documental cinematográfico, en el que aparece este destacado pintor francés fallecido el 3 de noviembre de 1954.

Algunas de dichas obras fueron cedidas para su exhibición por los museos Matisse y Nacional de Arte Moderno de París, el Centro Pompidou y la Biblioteca Nacional de Francia.

Matisse, líder del movimiento fauvista, es considerado una de las mayores figuras de las artes plásticas del siglo XX y maestro en la expresión a través del color y la forma.

Nació en Le Cateau-Cambrésis, al norte de Francia, el 31 de diciembre de 1869, en el seno de una familia de clase media. A los 12 años ingresó al Liceo de Saint Quentin, donde terminó sus estudios secundarios. Entre 1887 y 1889 estudió Derecho en París, como era el deseo de sus padres.

Comenzó a ejercer como abogado, pero en 1890, mientras se recuperaba de una operación de apendicitis, se sintió atraído por la pintura, razón por la cual, abandonó su carrera de abogado e ingresó a la Escuela de Bellas Artes, también en la capital francesa.

Sus primeras enseñanzas las recibió de la tradición académica y conservadora, por lo que su primer estilo consistió en una forma convencional del naturalismo.

Posteriormente, hizo copias de cuadros de maestros de la pintura moderna, de quienes recibió sus influencias, entre los que destacan Paul Gauguin, Paul Cézanne y Vincent van Gogh.

Estudió arte contemporáneo, sobre todo el de los impresionistas, con lo que inició su propio estilo e ingresó al taller de Gustave Moreau, donde tuvo por compañeros a muchos artistas que después militaron en el movimiento fauvista.

Por esa época ya había expuesto en varios Salones de la Sociedad de Bellas Artes; en 1901 expuso en el de los Independientes y en 1903 en el Primer Salón de Otoño, aunque fue en 1904 que llevó a cabo su primera muestra personal en la galería de Ambroise Vollard.

Los trabajos de Matisse rebasaron la pintura para volcarse en la escultura, la litografía y el grabado en madera. Viajó por Italia y a su regreso fundó su taller, al que acudían muchos estudiantes provenientes de diversas partes del mundo.

Después se trasladó a Alemania y España, y en 1916 visitó Niza, en Francia. En 1918 pintó la que con el tiempo se convirtió en su más famosa serie, la de las odaliscas, influencia de su prolongada estancia en Tánger.

Su pintura se hizo más simple, e influenciado por la obra de Henri Edmond Cross y Paul Signac, experimentó con la yuxtaposición de pequeñas pinceladas, a menudo puntos de pigmento, para crear delgadas líneas de color intenso sobre la superficie del cuadro. Fue considerado líder del radicalismo artístico, aunque sus obras se ganaron la aprobación de la crítica y los coleccionistas de arte.

Afirmaba Matisse que son las formas, líneas y colores los que dictan al artista sensible el modo en que deben ser combinadas. Durante los últimos años de su vida, permaneció postrado en una cama, por lo que dedicó su trabajo a la técnica de papeles goucheados y recortados (découpage), creando obras de un brillante colorido.

Entre sus principales obras destacan "Platos y fruta" (1901), "Bosque de Boulogne" (1902), "Lujo, calma y voluptuosidad" (1904), "Raya verde" (1905),"La Música y La Danza" (1911) y los decorados de la capilla de Santa María del Rosario, en Vence, Francia (1947-1951).

Tuvo un reconocimiento internacional durante su vida, de los coleccionistas, críticos de arte y de la generación de artistas más jóvenes.

Fuente: Notimex