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GOYA: UN HOMBRE DE CONTRASTES
18November

GOYA: UN HOMBRE DE CONTRASTES

Acerca del libro Goya y las voces del alba, nos dice su autora Reyes Cáceres Molinero: es un libro difícil de encuadrar en un género. No es una novela, no es un poemario, aunque la prosa poética está presente, tampoco es un libro de relatos, son ficciones en torno al cuadro de “Los fusilamientos del tres de mayo”.

Francisco de Goya fue un hombre de contrastes y de un gran dualismo. En el paisaje de su personalidad y de su obra hay drama y poesía, rudeza y ternura. Es un personaje sensible y brusco, genial y sencillo, onírico y realista, apasionado, versátil y muy rápido en pintar. No tuvo una gran cultura pero sí una aguda intuición.

Era muy observador y con un gran sentido crítico, aguzado por su enfermedad a partir de 1792-1793. Desde ese momento Goya acentúa la crítica de la sociedad en la que vive. Goya se deja impregnar por lo innovador y avanza por delante de su tiempo. Él afirmó de sí mismo que sus maestros habían sido Rembrandt, Velázquez y la Naturaleza.

Su visión del arte esta presidida por la libertad. No hay reglas en la pintura dijo en 1792 en su discurso de ingreso a la academia de Bellas Artes donde expresa sus ideas acerca de la creación artística. Es la libertad lo que le da alas. No se somete al dictado artístico del momento. Es inédito y cambiante, se reinventa a sí mismo.

El hilo conductor de su inspiración es la realidad, ya sea dura o amable, realidad que no copia sino que interpreta y recrea. Revitaliza los temas cotidianos y les presta autenticidad, vigor y profundidad.

Goya abandona el neoclasicismo y barroco de sus inicios, se adentra en el romanticismo y es precursor de de las vanguardias pictóricas: del impresionismo, expresionismo, surrealismo, etc. y considerado por muchos el primer pintor moderno.

Cuando Wellington le llama a Zaragoza para que plasme los horrores del conflicto en su tierra, Goya se queda espeluznado. Desde ese momento los fantasmas de la guerra se instalan en su cabeza y comienza a realizar los desastres que son el antecedente de los dos grandes lienzos de 1814. Goya se pone siempre de parte de las víctimas, de los perdedores y no cae en el patrioterismo: plasma horrores de los dos bandos. Se implicó en los acontecimientos y en la guerra a través del arte.

En el lienzo hay un mensaje nítido: Goya expresa su desprecio por la violencia. Era bastante difícil pintar una matanza en un espacio reducido: de ahí tanto dramatismo. La atmósfera es tétrica. La paleta oscura resalta el color blanco y el rojo de la sangre con los que consigue gran impacto. Utiliza la luz de un modo casi escenografico logrando ese claroscuro tan característico. Es el triunfo de los sentimientos con un tinte romántico de la exaltación del individuo, pero con una visión no idealizada de la realidad.

En este libro he querido plasmar qué se siente ante la muerte. Para eso, he desestructurado el cuadro y he contemplado cada fragmento.