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Yudit Vidal: desde Trinidad, hacia el mundo
29April

Yudit Vidal: desde Trinidad, hacia el mundo

Yudit Vidal Faife es una joven artista cubana, Licenciada en el perfil de Restauración y Conservación de bienes muebles del Instituto Superior de Arte (ISA), La Habana. Decidió asentarse en la ciudad de Trinidad desde 1986, y desde su siempre concurrida Galería-Taller Pincelada Colonial propone una visión onírica, soñadora, del mundo circundante, del hombre y su entorno físico, desde un uso desenfadado del color y un dibujo libre. Ha exhibido sus piezas en exhibiciones personales y colectivas en Cuba, Holanda, Francia, Italia, Alemania, entre otros países. Recientemente AxE News tuvo la oportunidad de conocer sus puntos de vista sobre algunos temas “candentes” de la visualidad cubana contemporánea…

 

Yudit, la mayoría de los artistas que estudian en el Instituto Superior de Arte prefieren seguir una carrera desde la capital, lo que idealmente les permite una mayor relación con el universo internacional del arte, y sobre todo con el mercado. ¿Cómo ves este fenómeno, desde tu propia experiencia?

La profesionalidad y la amplitud del campo cognoscitivo que proporciona el hecho de licenciarse en el Instituto, es de una magnitud inimaginable. De una forma u otra sientes la posibilidad de codearte con las tendencias de moda tanto en Cuba como en el extranjero, teniendo en cuenta que en el ISA se imparten cursos de carácter internacional. No obstante, soy de la opinión que la fuente de inspiración de cada uno está ahí donde más se “siente”. Trinidad es para mí, hasta ahora, ese lugar. Por tanto, no pienso que para lograr avanzar e insertarte en el mercado debas necesariamente imbuirte en la vorágine cotidiana que se vive en toda metrópoli. Sí es bueno mantenerse al tanto de los últimas eventos e informarse, desde Internet y con las relaciones personales que logres cultivar a tu alrededor. Tengo en mi ciudad un público que me sigue, me quiere y en el resto de Cuba, al que no me conoce, pero puedo decir que al menos ha oído hablar de mí.

 

Mi obra ha representado a nuestro país en eventos nacionales e internacionales el Congreso Internacional de Pedagogía 2011, La feria Internacional de Libro de La Habana, el proyecto internacional Din A4, InterNoss, Art and Prission, Alba Iulia, entre otros. Actualmente algunas de mis obras forman parte del proyecto Arte en casa donde es reproducida en objetos utilitarios. Mi trabajo ha sido expuesto en galerías Internacionales de países como Holanda, Alemania, España, Luxemburgo, Italia, Austria, Ecuador, Francia, Estados Unidos, y reconocido por instituciones como el Comité de Solidaridad Luxemburgo-Cuba, el Círculo Universal de Embajadores de La Paz, entre otros. Todo lo anterior aun viviendo en Trinidad, donde el “fatalismo geográfico” impera, pero no es inquebrantable, solo el tesón y el empeño en trascender fronteras te hace imponerte ante las distancias.

 

¿Cuáles son los retos que advierte en el futuro del arte cubano?

Cambiar el hecho de que la divulgación del quehacer artístico no es óptima, y que los eventos y convocatorias se centren, casi siempre, en las capitales de provincia. Expandir la creación más allá de los límites nacionales es tarea difícil, no imposible.

 

¿Qué proyectos se propone asumir para integrarse o diferenciarse en un panorama tan diverso?

No podría decir a ciencia cierta cuál va a ser mi siguiente paso en el arte. El acto de la creación llega así, sin planificar. Mi trabajo diario es superarme a mí misma en lo que mejor sé hacer. Mi sello personal en el momento está reflejado en la serie Detalle colonial. En esta colección se representan elementos de la arquitectura colonial de Trinidad, y reaparece el hombre, motivo central de toda mi obra, pero en trazos blancos, dibujados con líneas muy sutiles hasta lograr la forma de figuras fantasmales, pero no por eso menos precisas. Podemos comparar ciertas representaciones con “negativos de dibujos a la plumilla”. También se pueden apreciar otros detalles coloniales de la ciudad de Trinidad como son los elementos de cierre que se usaban en la época, recreando muchas veces algunas leyendas e historias locales.