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100 años de Lucía Moholy, en Loewe Gran Vía
28June
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100 años de Lucía Moholy, en Loewe Gran Vía

Fotógrafa, crítica de arte, historiadora, y uno de los ojos más atentos de la prestigiosa escuela de arte y diseño de la Bauhaus, centro de experimentación e investigación que, por medio del arte y la tecnología, produjo innovadores diseños para proyectos arquitectónicos y objetos utilitarios y que significó un antes y un después en la Historia del Arte y el diseño contemporáneos.

 

Lucia Moholy (República Checa, 1894 – Suiza, 1989) , estudió Filosofía e Historia del Arte y comenzó su carrera profesional en Alemania como editora y escritora para diferentes editoriales. Empezó su afición por la fotografía en 1915 y tras casarse con el artista László Moholy-Nagy, se incorporó a la Bauhaus en 1923. Ella retrató su arquitectura, sus espacios interiores y algunos de sus ilustres profesores y alumnos, rompiendo e innovando respecto a las prácticas estilísticas anteriores ya que, hasta su llegada, la fotografía no había formado parte de las actividades de la escuela. 

 

La exposición LUCÍA MOHOLY, 100 AÑOS, recupera ahora su figura y su relevancia en el espacio que la firma española Loewe tiene en la Gran Vía madrileña, un espacio ya totalmente conectado con el arte y la cultura y con el que la Fundación Loewe pretende crear una imagen de marca que va más allá de las prendas y el lado comercial, creando así un universo ecléctico y artístico.

 

La muestra, que se puede visitar hasta el 30 de agosto, recupera 48 fotografías de los negativos que la propia Lucía se encargó de recuperar después de abandonar Alemania y trasladarse a Londres y más tarde a Zúrich. Moholy se puede enmarcar en lo que se conoce como Nueva Objetividad y se dedicó a documentar (con primerísimos planos) la actividad diaria en los estudios y talleres, retratando a sus compañeros, a los ilustres profesores, a entre otros artistas, Paul Klee, Kandinsky o Anni Albers, creadores con los que convivió durante los cinco años que pasó en la Bauhaus.

 

Sus fotografías - que a menudo repintaba para aumentar los efectos del claroscuro y en las que experimentaba con técnicas, distorsiones ópticas, ángulos complejos, búsqueda deliberada de la abstracción - han sido imprescindibles para difundir a través de libros, folletos y revistas, la filosofía y la estética de la escuela, sus diseños y creaciones limpias, funcionales, basadas en geometrías sencillas y vinculadas siempre con la utilidad y la funcionalidad de los objetos, un movimiento que quiso a principios del siglo XX, reformar las enseñanzas artísticas.

 

La exposición en el espacio de Loewe, comisariada por María Millán con la colaboración de Fotostiftung Schweiz, forma parte de la sección oficial de PhotoEspaña y quiere contribuir a restablecer la innegable relevancia de la artista para nuestro momento y para futuras generaciones.

 

 

Fuente: http://www.art-madrid.com