La Sala Rusiñol de Sant Cugat, presenta una exposición colectiva que es una afirmación pictórica de la llegada del buen tiempo. La meteorología tiene ciclos que a pesar de su previsibilidad, siempre nos admiran. Y ahora es el periodo de las flores, de la regeneración vital, de la alegría con la que tenemos que ir hacia un porvenir mejor. Los excelentes y bien conocidos pintores Montserrat Masdeu, Maria Dolors Raich, Francesc Cabanas Alibau, Simó Busom, Jordi Amagat y Amadeu Casals son los escogidos para explicar como la naturaleza renace y la belleza fructifica.
Los invernaderos de Montserrat Masdeu, en los que estallan los colores vivos, evidencian que la ciudad del asfalto y la polución añora los prados y el aire puro. El trazo sintético y delicado de María Dolores Raich remite a la espiritualidad oriental que defiende con razón que el planeta y el hombre deben convivir en equilibrio. Francesc Cabanas i Alibau suma al gozo estético que producen unos claveles de intensa rojez, el apetito sensorial que despiertan unos frutos sabrosos y el placer intelectual a que invita un libro. El pincel maestro de Simó Busom reivindica, a través de un conjunto de flores silvestres que comparten un sencillo jarrón, las virtudes de la modestia y el respeto. Jordi Amagat combina perfectamente la racionalidad de las lineas rectas con la curva sensualidad que ofrecen la fruta madura, las hojas crasas y las cáscaras de los gastrópodos. Y los delicuescentes lirios de amarillos intensos de Amadeu Casals muestran la gran fuerza que puede albergar un cuerpo fràgil.
Hasta el 29 de marzo de 2017