La sala 60 del Museo Nacional del Prado acoge desde este 28 de diciembre de 2022 una muestra en homenaje al pintor Joaquín Sorolla, coincidiendo con el que será el centenario de su fallecimiento en 2023. Este espacio dentro del edificio Villanueva, destinado a la Presentación de Colección del Siglo XIX, acogerá una selección de retratos del artista que conserva el Museo del Prado.
La exposición, que estará presente en la pinacoteca madrileña hasta el 18 de junio de 2023, ofrece una visión completa de la evolución del perfil retratista de Joaquín Sorolla, quien en la primera década del siglo XX se convirtió en uno de los grandes retratistas de referencia internacional. De las 23 pinturas del artista que el Museo del Prado conserva, 18 obras son retratos: entre ellos se encuentran los dos adquiridos por la pinacoteca en 2022, el de Manuel Rico (sala 62 A) y el de Manuel Bartolomé Cossío, tras su reciente restauración, además de algunos menos conocidos que también se incluyen en la exposición.
El homenaje se completa con las obras que forman parte de la colección permanente en la sala 60 A, aneja a esta, que se enriquece con el préstamo de la Institución de Libre Enseñanza del retrato de Francisco Giner de los Ríos, y en la 62 A, que reúne los retratos de artistas del siglo XIX, entre ellos cuatro pintados por Sorolla.
La figura del pintor estuvo muy ligada al arte del retrato, ya que desde que trabajara en su juventud con el fotógrafo Antonio García mostró un gran interés por este tipo de pintura. Posteriormente, su inspiración en maestros antiguos le permitió perfeccionar su técnica: en su pinturas se puede vislumbrar detalles propios del estilo de Velázquez, en retratos como el de El pintor Aureliano Beruete o de María Teresa Monet.
Así, el pintor valenciano fue un genio tanto en el retrato masculino, en los que representó a destacados personajes de la cultura de su tiempo como Martín Rico, Rafael Altamira o Juan Espina, entre otros, como en el retrato femenino, en los que desplegó una especialidad sensualidad (Mercedes Mendeville) y un fastuoso colorido (María de los Ángeles Beruete y Moret).
La capacidad para la captación natural en un instante, en el que el retratado se hace presente con una intensa sensación de realidad, es característica de todas estas obras. En ello Sorolla no solo era fiel a su visión naturalista sino también a la profunda percepción de lo individual propia de la gran tradición pictórica española.
En portada: De izquierda a derecha: Javier Barón, Jefe de Pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado; Javier Solana, Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado; José García Velasco, Presidente de la Fundación Francisco Giner de los Ríos en la Institución de Libre Enseñanza y Miguel Falomir, Director del Museo Nacional del Prado. Foto © Museo Nacional del Prado.
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