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A propósito de la exposición "Las diosas olvidadas" de Giulio Gioia
18January
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A propósito de la exposición "Las diosas olvidadas" de Giulio Gioia

La galería José Antonio Díaz Peláez de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, como parte de la jornada que celebra con motivo de su 205 aniversario, inaugurará el miércoles 25 de enero a las 3:00 de la tarde, la más reciente exposición del importante y querido pintor, escultor, ceramista y orfebre italiano Giulio Gioia, radicado en Cuba desde hace más de veinticinco años.

Vea además: La Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro: Una historia de mármoles y colores

Las diosas olvidadas, título de la propuesta que se podrá disfrutar próximamente en la galería de la Academia, son para el artista ese reencuentro con una historia ausente, pero no omitida por el paso del tiempo. Cada uno de los rostros que conforman la muestra, es el conector con una religión transculturada, que sigue viva y revitalizada por la limpieza del trazo, de una simple línea que bordea y contornea las figuras, y el atrevimiento de un color puro, a veces gestual, que interrumpe en el lienzo cuando no hace falta poner más. Son ellas la fuerza necesaria para narrar la historia, porque con su belleza cautivan, alegran y confortan en los días más terribles, como lo hizo Diana o Vesta; porque pueden ser temidas y determinantes como Belona o porque son la expresión más genuina de la inteligencia, el amor y la dulzura, como Minerva y Venus.

Giulio Gioia (Piacenza, 1945), es un artista apasionado, diplomado de la Academia de Bellas Artes de Brera y de la Escuela Superior de Arte del Castello Sforzesco, en Milán. Fue profesor por varios años de la Cátedra de Orfebrería en la Academia y es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Ha expuesto en numerosas galerías, festivales y espacios de arte, tanto en Europa como en Cuba. Es pionero de la escultura subacuática: en San Vito Lo Capo, Sicilia, a cuarenta y cinco metros de profundidad, se encuentra una escultura suya de cuatro toneladas.

La Academia San Alejandro se viste de gala.