Tras un recorrido de trece años por países de varios continentes, la exposición itinerante United Buddy Bears, iniciativa surgida en Berlín para promover la tolerancia, la convivencia pacífica y la unión entre los pueblos, fue inaugurada en la habanera Plaza de San Francisco de Asís con el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas, la embajada de la República Federal de Alemania y la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Los osos, animal que ancestralmente han representado la fuerza de la naturaleza y se utilizan como juguetes y mascotas de juegos infantiles, devienen con United Buddy Bears un canto a la tolerancia y la comprensión entre los pueblos, a partir de la interpretación de cada uno de los osos que colocados «mano a mano» han sido pintados por artistas plásticos de 140 países, representación de las culturas que conforman el mundo pacífico con que soñamos. De ahí el lema de la muestra: «Tenemos que conocernos mejor, para comprendernos mejor, confiar más los unos en los otros, y convivir mejor».
«Cada oso Buddy —declaran los organizadores— ha sido creado individualmente por un artista para su país natal. Los diferentes estilos de los artistas internacionales se unen en hermandad para crear una obra artística integral que transmite alegría de vivir. El variado diseño de los osos Buddy, representando lo más típico de cada país, le hace vivir al visitante un viaje alrededor del globo».
Por medio de donaciones y subastas de Osos Amigos se han podido recaudar hasta diciembre de 2014 un total de 2 050 733 euros para la Unicef y organizaciones locales de ayuda a la niñez. En la inauguración en La Habana, el Doctor Peter Scholz, embajador de Alemania en Cuba, resaltó que el mensaje de tolerancia y amistad entre los pueblos que parte del lema de la exposición no se debe perder en la distancia sin ser escuchado, y que tiene la esperanza de que los osos proporcionen gran placer y alegría al pueblo y a los niños cubanos.
DE OSOS Y SALMONES
Nos reunimos alrededor de un cuadrilátero formado por decenas y decenas de criaturas que desde la antigüedad han formado parte del imaginario de los pueblos antiguos de Europa y de Asia. En nuestra América algunas criaturas de esa familia también habitaron en tiempos antiguos. Me alegra imaginar que ahora, revividos con los colores con que cada artista ve el mundo, estén aquí en el corazón del Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad, dándole sentido a esa visión de apertura y, como se ha dicho, de tolerancia.
La tolerancia es muy importante, pero personalmente creo en algo superior: no quiero ser tolerado, quiero ser respetado. Es por eso que el símbolo es la base de la estructura sobre la cual ha de levantarse y edificarse un signo de la convivencia humana, un símbolo de la paz y la concordia, tan indispensables en los corazones, en el espíritu de las naciones y de las personas, y también una bonita convocatoria para venir ahora a La Habana desde todas partes del mundo.
Hay una antigua leyenda, y es que el abrazo del oso es mortal. En este caso, inmovilizados por el arte, son pacíficos, y están reunidos, convocándonos a darnos la mano y a retratarnos con ellos, y a que vuelen por todas partes del mundo estas imágenes de La Habana.(...)
Y esa es La Habana. La Habana es un estado de ánimo. Es también una ciudad que en algunas cosas parece detenida en el tiempo, pero que es capaz de dar la mano a la modernidad sin temor, y traer hoy, al corazón de la ciudad clásica e histórica, una exposición tan bella como esta.
Agradezco a los patrocinadores, muy especialmente a ustedes, que con especial amistad y cariño lo han hecho. Agradezco mucho a la artista cubana que lejos de su patria y volviendo periódicamente a ella escoge símbolos cálidos de Cuba para vestir al osito cubano. Y agradezco muy especialmente al señor embajador y a su distinguida esposa por haber presentado a nosotros la idea. Y también al personal de la misión alemana en La Habana, que gentilísimamente vino a decir: «¿Sería posible? Quisiéramos traer…», y la respuesta mía fue: «Inmediatamente».
Que vengan los osos y sean anuncios de un tiempo mejor, ahora que los salmones que tanto le agradan vienen saltando sobre las corrientes del río.
(Fragmentos de las palabras del Doctor Eudebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, en la inauguración en La Habana de la muestra itinerante del proyecto United Buddy Bears).
SIBONEY, EL OSITO CUBANO
Nacido en Berlín, Siboney confeccionado en acrílico y collage, rinde homenaje a los primeros indios cubanos, que recibieron a Cristóbal Colón en la tierra del tabaco.
Por eso, su gestora, Nancy Torres, lo elaboró a mano y con mucho amor, incorporándole símbolos propios de Cuba, como el tabaco y la bandera nacional.
A propósito de la subasta, elogió la idea de que el resultado de la venta se destine en beneficio de los niños cubanos.
La artista manifestó su satisfacción de que por fin los cubanos aprecian su obra y más aún en un contexto por la paz y la tolerancia entre los pueblos.
Sin tolerancia no habrá paz en la Tierra. Por eso, para poder entendernos, enarbolamos ese mensaje en la exposición, que vio la luz por primera vez en el 2002 en Berlín, expresó.
(Tomado de La Nación y la Emigración).
