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Cultura y diseño gráfico
17March

Cultura y diseño gráfico

El diseñador cubano Héctor Villaverde (La Habana, 1939), Premio de Diseño “Eduardo Muñoz Bachs” 2007, y presidente de Prográfica, comenta acerca de la relación cultura-diseño.

¿Con qué expectativas se inició en el ejercicio del diseño gráfico?
Me inicié en el mundo del Diseño Gráfico antes de la Revolución, cuando era un adolescente y nuestra profesión se conocía con otro nombre. Entonces éramos dibujantes publicitarios. Fue al triunfo de la revolución, y muy especialmente después de regresar de una beca para estudiar Diseño en Polonia en los años sesenta, que mi enfoque sobre el Diseño Gráfico se renovó totalmente, esta experiencia cambió mi vida. A partir de entonces fue tracé mis metas y expectativas, sobre todo en lo que se refiere a la relación del Diseño Gráfico con la cultura. Comencé a comprender que la cultura, al igual que el Diseño, es un suceso dinámico y un acto proyectual en sí mismo. En aquellos años existía una incomprensión sobre la importancia social y cultural del Diseño. Por todo esto me decidí a dedicar una parte de mi tiempo a la promoción y más tarde a la enseñanza del diseño gráfico. Hoy después de varias décadas he logrado realizar algunas de mis expectativas, pero veo que todavía queda mucho por materializar de mis ideas iniciales.

¿Cree usted que la generación de diseñadores a la que pertenece ha hecho alguna contribución al ámbito de la creación artística en Cuba?
Pienso que sí, el Diseño Gráfico de los 60 fue una gran contribución, diría que fue el primer movimiento dentro de las artes plásticas que promovió un enfoque de cultura masiva dentro de esa especialidad. No obstante, la generación de los 60, a la que pertenezco, es muchas veces idealizada, pareciera que todo fue el paraíso. No fue así. Hubo mucha oposición a cualquier cambio en el Diseño Gráfico. Lo que decidió fue que contamos con el sustento de importantes personalidades que apoyaron esta nueva visión. O sea, para ser justos, debemos decir que esta contribución no fue solamente de la generación de diseñadores de los sesenta sino también de las numerosas personalidades que tuvieron la valentía de apoyarnos.

¿Considera que la cultura cubana ha reconocido debidamente su rol como diseñador?
Es cierto que ha habido un buen reconocimiento individual a muchas personalidades del mundo del Diseño Gráfico, aunque todavía no es el suficiente. Sí creo que no ha existido suficiente comprensión sobre el rol que puede desempeñar el Diseño y los diseñadores dentro de la cultura cubana; tampoco se observa una clara conciencia sobre la necesidad que tenemos de una Cultura del Diseño. Nuestra sociedad está urgida de estimular estos valores. Es triste observar cómo no se aprovechan estas inmensas potencialidades y solamente se pretende usar el Diseño para tareas inmediatas y apremiantes que tienen que ver con la propaganda, sin ver los grandes objetivos culturales y formadores de conciencia social del Diseño. Hay muchas causas valiosas y merecedoras de nuestro esfuerzo relacionadas con el área cultural. Tenemos también el deber de desempeñar este rol en Latinoamérica. Los valores culturales del Diseño Gráfico en nuestra región corren el peligro de desaparecer en pocos años, por interés de quienes desean convertir a los diseñadores en puros técnicos e instrumentos ciegos de la nueva y hegemónica industria cultural. Hay un rechazo continental contra esto. Ahora, lo que resulta increíble es que haya personas en un país revolucionario como Cuba que pretendan también convertirnos en técnicos y eliminar nuestro pensamiento creativo como artistas, como justificación utilizan trasnochadas teorías de la comunicación creadas para contextos distintos al cubano. Por todo esto, reitero que no hay un debido reconocimiento de nuestro rol en la cultura cubana.

Cuestionario: Pepe Menéndez y David Mateo