Integrada por 24 pinturas sobre tela, en su mayoría de grandes formatos, el pasado 14 de septiembre quedó inaugurada en Detroit -la ciudad más poblada del Estado de Michigan, E.U- la exposición OPEN SCENE del conocido artista visual cubano Manuel López Oliva. Ese hecho artístico, que actualmente ocupa una de las dos galerías del multicultural N'Namdi Center For Contemporary Art, se gestó durante la pasada Bienal de La Habana, por invitación del propietario de la mencionada entidad, para lograrse finalmente su esforzada concreción en estos momentos. Los coleccionistas, amantes del arte y público en general de esa región norteamericana podrán establecer un dialogo imaginativo con las creaciones de López Oliva hasta el 5 de enero del 2019.
El N´Namdi Center es considerado en el primer lugar dentro del circuito de galerías de esa urbe del norte de Estados Unidos. Su vocación curatorial admite los diversos criterios constructivos, enfoques sintácticos y experimentaciones de lenguajes, donde las percepciones y las problemáticas contemporáneas generan realizaciones auténticas y un tanto inéditas en su espíritu y despliegue semántico. Con López Oliva y su credo estético, ese espacio de exhibiciones y debates coloca al Arte Cubano -como antes lo había hecho con la obra de Manuel Mendive- entre los conjuntos de expresión nacional de este “mundo-otro” donde la pobreza material y el subdesarrollo estructural no impiden la formación de valiosos imaginarios de “avant-garde”.
Aunque el artista no pudo estar presente en la apertura de su exhibición, debido a las actuales complicaciones de visado para E.U, que implicaron viajar antes a tierra mexicana, próximamente irá a Detroit con su Asistente Profesional Deney Terry Lorenzo, para participar de talleres, conferencias y visitas dirigidas, que no sólo serán ocasiones propicias para revelar claves de su estilo, sino también para sacar a la luz verdades esenciales de la cultura de Cuba.
Según ha explicado Deney Terry en el proyecto destinado a ser expuesto en el N´Namdi Center, la suma pictórica de López Oliva allí sembrada presenta tres sub-temas fundamentales: la máscara como manifestación de la condición humana; lo teatral entendido en calidad de ceremonia cotidiana; y el tatuaje pictórico en función de código o texto de la ritualidad. Cada una de las obras que visualizan el modo de ser y sentir de este también critico y ensayista de nuestro país, pueden entenderse como puestas en escenas libérrimas y polisémicas abiertas a numerosas sensibilidades.