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Una biografía para Barnet
22November

Una biografía para Barnet

«En una escena antológica de Memorias del subdesarrollo, la del debate entre René Depestre, David Viña y Edmundo Desnoes en la Biblioteca Nacional, aparece entre el público, fugazmente, un joven inquieto y de tupida cabellera. Es el mismo que apenas dos años antes, con un par de poemarios publicados, había dado a conocer un libro de difícil clasificación que estremeció al de por sí movido ambiente literario de aquel momento: Biografía de un cimarrón, que consiguió tener el mismo efecto que el conocido pistoletazo en el concierto». Así comenzó Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas la sección inaugural de la Semana del Autor que organiza esa institución habanera y latinoamericana en homenaje, en esta ocasión, al reconocido poeta, narrador, ensayista y etnólogo Miguel Barnet (La Habana, 1940), Premio Nacional de Literatura 1994.

La Semana del Autor se realizará hasta el próximo viernes 23, y tiene en su programa para el jueves 22 la inauguración en la Sala de Lectura, a las 3:00 p.m., de una exposición bibliográfica y hemerográfica de Miguel Barnet, y la presentación de las ponencias «En torno a la poesía de Miguel Barnet», de Nancy Morejón; «El cauce italiano de Barnet», de Gaetano Longo; «Miguel Barnet, ¿también un hombre de cine?», de Fidel Orta Pérez; y «Las músicas del Cimarrón», de Pedro de la Hoz. A continuación, será proyectado el documental de Rolando Almirante Miguel Barnet, un animal de sueños.

Ante el nutrido público que colmó en la primera jornada la Sala Ernesto Che Guevara de la institución, su presidente, el también escritor Roberto Fernández Retamar, expresó: «Entre mis muchas alegrías vinculadas con la literatura está el haber saludado el primer libro no solo de un auténtico poeta, sino de un auténtico y gran escritor. Todavía faltaban tres años para que apareciera ese libro impresionante que es Biografía de un cimarrón. Pero ya este primer libro de poemas daba a entender que el país podía sentirse contento porque iban apareciendo nuevos grandes poetas».

En la propia Sala de Lectura concluirán estas jornadas de homenaje al insigne escritor cubano el viernes 23, a las 3:00 p.m., con las ponencias «El cimarrón revisitado», de Eduardo Heras León; «Miguel Barnet / Esteban Montejo (el cimarrón) y el problema de las “voces esclavas” en la historia global de la esclavitud», de Michael Zeuske; «Barnet radical», de José de León; y «De todo un poco en más de medio siglo con El cimarrón», de Luisa Campuzano. El cierre está reservado para la presentación de El cimarrón por el Fondo Editorial de Casa de las Américas, una de las tantas ediciones que se han hecho de esa importantísima obra, que marcó un hito en las letras hispanas.

Abel Prieto, quien dirige en la actualidad la Oficina del Programa Martiano, tuvo palabras de elogio hacia su gran amigo: «Biografía de un cimarrón es una obra capital de nuestra cultura, que fundó un género: la novela-testimonio, y nos iluminó acerca de un personaje clave en la historia de Cuba y nos dio pistas muy certeras en torno a una pieza clave, ineludible, obligada, del rompecabezas de nuestra identidad. Esteban Montejo viaja de la mano de Miguel desde lo singular de su experiencia vivida hasta una dimensión simbólica trascendente. En las páginas de este libro nos topamos con un individuo que ha tenido una trayectoria vital extraordinaria y también con algo tanto o más revelador: el cimarronaje como rasgo básico de nuestra cultura de la resistencia».

Y ante estas «acusaciones», se defendió Miguel: «He dedicado gran parte de mi vida al rescate de la llamada gente sin historia. Esto parece un absoluto, pero no lo es. Detrás está la sombra. Como dicen los japoneses, en la sombra también hay luz. Y esa luz oculta, escamoteada, relegada, es lo que ilumina toda mi obra. Es la luz de los que no tuvieron voz, y cuyas historias, sin embargo, marcaron hito en el devenir de la sociedad cubana. A eso he dedicado algunos textos que califiqué de novelas-testimonio, creando una especie de binomio sintagmático que definiría mi propósito como creador. ¿Qué he tratado de revelar? Muy sencillo: el flujo de vidas que, en silencio, y con estoicismo y modestia, pero con acendrada savia y honda raíz, han contribuido a la definición de la identidad nacional y de la idiosincrasia de un pueblo: el cubano».