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ArtBo2019: Ángel Ricardo Ríos, a la búsqueda de la PINTURA... perdida
23September
ArtBo

ArtBo2019: Ángel Ricardo Ríos, a la búsqueda de la PINTURA... perdida

Ángel R. Ríos en ArtBo

Con un sugestivo título El placer del exceso, el artista cubano Ángel R. Ríos mostró un conjunto de creaciones recientes, en la galería Terreno Baldío (México) con mucho éxito de público y crítica. Precisamente con esas piezas que le han regalado no pocas alegrías, participa en la muestra que trajo a la Feria de Arte de Bogotá (ArtBo) 2019 la galería Servando, de la Empresa Génesis de La Habana, Cuba.

En este maremágnum que resulta la Feria, las atractivas piezas del creador, graduado del ISA (1989) y de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro (1984), acaparan las miradas de los visitantes, críticos y especialistas que pasan por ese espacio. Hay en ellas algo diferente que las hace especiales, por el llamativo colorido de esas inmensas ¿flores?, o las extrañas formas que se entretejen en las telas con una fuerza extrema que atrae como un imán, unido a la factura, limpieza y una luz singular que las matiza de un aura especial…, convierten las piezas en un espacio de mucha creatividad que nos hacen volar la imaginación, y pensar en la PINTURA, en los artistas de siglos atrás, por lo que en su presencia sentimos un cierto aroma postmodernista…

En el desenvolvimiento de una nueva etapa en la plástica, los nuevos vientos traídos por el pop, el op art, minimalismo, conceptualismo y muchas otras tendencias, soplaban en la misma dirección fundamental del arte moderno. Pero con el postmodernismo las cosas son diferentes. Este, amén de negar las corrientes de carácter conceptual que lo precedieron, plantea algo mucho más allá: la superación de todo el Movimiento Moderno.

Tal superación incluye una suerte de regreso, cualitativamente diverso, al pasado. Y es, en verdad, la única superación imaginable, pues resulta bien difícil pensar en un cambio que no fuera un paso más en la galopante sucesión de planteamientos e innovaciones típica de la plástica moderna.

El postmodernismo proclama no seguir adelante en la carrera, proponiendo al arte, el abandono de la invención en favor de una reutilización ecléctica de lo ya inventado. Alega contra la pasión por el cambio propia de la modernidad; a su afán de progreso, transformación y originalidad opone la anti utopía de aprovechar lo que ya existe. En ese afán de negar las corrientes de carácter conceptual que lo precedieron, plantea algo mucho más allá, la superación de todo el movimiento moderno, que incluye una suerte de regreso, cualitativamente diverso, al pasado…

 

momento del montaje

 

Dibujando con palabras…

Sin dejar de lado nada actual, si no reutilizando técnicas y maneras de pintar para buscar nuevos aires, Ángel Ricardo Ríos, es ante todo un creador sin fronteras de ningún tipo, un investigador, un arqueólogo creativo, un ARTISTA. En un alto por el camino de la Feria, Ángel Ricardo Ríos (Cuba, 1965) desborda energía al hablar de su obra, en la que se mezcla pasión, conocimiento y mucha seguridad en su quehacer, que lo ha llevado en el ya largo camino artístico, a realizar o, más bien tocar, diferentes técnicas donde ha conjugado talento e imaginación para llegar a esta etapa que mucho lo fascina. Una mirada atrás, para recoger y atrapar en el presente una historia, un tiempo, una técnica que haga salir a flote el ayer pictórico.

Mis trabajos –dijo con locuacidad- tiene que ver con la pintura flamenca de los siglos XV y XVI, cuya característica principal fue la de reflejar al hombre en la vida corriente, el paisaje, las naturalezas muertas, frutas, la vida común, en una palabra los temas banales. Una necesidad primordial de retratar las casas de los ricos para ilustrar sus cenas, sus paseos a caballo.

Y esto le motivó mirar atrás, regresar a la pintura, recrear cosas, más o menos, banales en el mundo latinoamericano. Muchos me han preguntado añadió, en los últimos tiempos: ¿Qué pintas? ¿Flores?, y hasta le han acotado: ¡que ridículo!, dijo entre risas.

 

Ángel Ricardo con el grabador cubano Ángel Alfaro
Ángel Ricardo con el grabador cubano Ángel Alfaro 

 

Pero el artista haciendo, caso omiso a esas inocuas interrogantes de su “trayectoria artística” sigue su rumbo, su brújula creativa, su afán intuitivo para, más que ser diferente volver atrás, a los inicios, con la capacidad actual, tecnológica, y la experiencia acumulada, siguiendo los latidos de su corazón. “Detrás hay una buena intención –afirmó con peso-, hay toda una historia en este trabajo, una indagación en las técnicas: en el uso del color (hay muchos sepias), en la luz que parece llegar de las velas que aquel tiempo iluminaban las estancias, hay atmósferas muy oscuras… Una forma de pintar más allá de cualquier tendencia, pero sí desde la intuición. Y es así, al ver sus enigmáticas y atractivas visiones se siente que todo está impregnado de una dosis de esa sensualidad característica, tanto en la naturaleza como en los seres humanos. Son claves que emergen en las telas –con una intención, según confesó su creador-, de inmiscuirse entre las formas y tonalidades en el universo erótico, el sexo, de manera muy sutil. Las piezas exhalan, dentro del extrañamiento visual de ese mundo, por instantes hasta misterioso, un cierto hálito de las grandes obras renacentistas (donde tiene mucho que ver los formatos también), y en ciertas composiciones que la hace más atractiva, sensual, al hombre de hoy. No por azar ha sido una de las obras más visitadas en esta Feria, sin temor a equivocarnos.

Pero para el artista que ha obtenido importantes galardones: Mención Honorífica en la Cuarta Bienal de Artes Visuales de Yucatán, México (2009), Premio en el 1er Certamen de Escultura al Aire Libre, Corredor Cultural de La Roma , México, 1994, entre muchos otros, es importante también la TÉCNICA. Era algo anhelado por él, durante mucho tiempo, utilizar el óleo que no es algo tan contemporáneo, por la idea de la permanencia, y  es algo consciente. “Lo utilizo, tanto por la historia que tiene como por la textura que me brinda, quiero que el óleo sea lo fundamental”.  Él ha pasado por diferentes etapas, ha dejado huellas en las disímiles técnicas de la plástica: grabado, dibujo, escultura, instalaciones…, y “ahora regreso con fuerzas a la pintura”. Algo relacionado muy estrechamente también con la pintura flamenca, cuya belleza y hasta cierto punto ingenuidad, le ha llamado a las puertas en este tiempo. Pues más allá de las características de esa Escuela en la utilización de colores brillantes, pigmentos para la iluminación de ciertas áreas, el gran formato…, que son también constantes en esta obra actual de Ángel Ricardo Ríos, el uso del óleo se suma a ellas. Pues, los pintores flamencos del siglo XV, aunque NO inventaron esta técnica fueron los encargados de aplicarla sistemáticamente, contribuyendo de esta forma a su consolidación y difusión entre los siglos XV y XVI. Lo utilizaban con tintas fluidas y transparencias aplicadas por medio de veladuras para alcanzar esas luces enigmáticas, realistas, para sombrear delicadamente y hasta matizar los fondos.

Ahora este pintor postmoderno, con cierto aire renacentista regresa a ArtBo para dejar boquiabiertos a los hombres del XXI con la magia del tiempo, el talento y esa búsqueda del pasado que es, a fin de cuentas, la huella que llevamos los hombres, y, por supuesto ellos más, los artistas del futuro que es ya hoy.

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