Bajo el lema “La patria en mi voz”, la ciudad de Bayamo se convirtió del 17 al 20 de octubre en el epicentro de la identidad nacional, al acoger la XXXI edición de la Fiesta de la Cubanía, principal celebración cultural de Granma y una de las más emblemáticas del país.
Dedicada al centenario del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a los 95 años del nacimiento del intelectual Armando Hart Dávalos, y a los 45 años de la proclamación del 20 de octubre como Día de la Cultura Cubana, la cita reafirmó su condición de espacio mayor para el diálogo entre historia, arte y nación.
La apertura estuvo marcada por un gesto simbólico de alto valor patrimonial: una gorra verde olivo de uso personal de Fidel Castro, exhibida por primera vez al público y acompañada de otros objetos pertenecientes al líder histórico. Las piezas, prestadas por la Oficina de Asuntos Históricos, recorrieron el parque principal durante la ceremonia de la bandera antes de ser depositadas en la Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, donde integran la muestra Fidel y Hart, artífices de la cultura cubana.
Durante cuatro jornadas, Bayamo acogió más de doscientas actividades culturales en plazas, centros educativos, museos y comunidades. El programa incluyó conciertos, exposiciones, presentaciones de libros, debates teóricos, ferias y encuentros con proyectos socioculturales, en una agenda que se extendió también a municipios como Manzanillo, Yara, Bartolomé Masó y Buey Arriba.
Espacio para el pensamiento y el arte
El Crisol de la Nacionalidad Cubana, encuentro teórico que acompañó la Fiesta en su edición 33, propició paneles y conferencias sobre identidad, descolonización, pensamiento latinoamericano y procesos raciales en la formación de la nación. Académicos de México y Cuba compartieron reflexiones junto a investigadores, artistas y estudiantes, ratificando el carácter plural de la cita.
Entre los invitados sobresalieron figuras como Digna Guerra, directora del Coro Nacional de Cuba; los historiadores Froilán González y Adys Cupull; la periodista Magda Resik; y el Ballet de Camagüey, además de exponentes del talento artístico de Santiago de Cuba, provincia invitada de honor.
En la programación se distinguieron la exposición Mujeres de Acero y Miel, la conferencia sobre la Tumba Francesa La Caridad de Oriente, y la presentación de títulos de la Editorial Oriente, entre ellos Obstinado silencio de Reinaldo Cedeño Pineda.
Una fiesta que celebra la nación
La Fiesta de la Cubanía rinde tributo a los hechos del 20 de octubre de 1868, cuando Bayamo fue liberada por las tropas independentistas de Carlos Manuel de Céspedes y su pueblo entonó por vez primera la marcha guerrera La Bayamesa, hoy Himno Nacional.
Instituida en 1994 por iniciativa de Armando Hart Dávalos, esta cita ha devenido punto de convergencia de las artes, el pensamiento y la memoria. Cada año convoca a reafirmar la identidad cubana desde la creación, el debate y la participación popular.
En palabras del Dr. Rafael Claudio Izaguirre, “celebrar el 20 de octubre no es solo una efeméride, sino un profundo latido de nación”. Ese espíritu volvió a sentirse en Bayamo, donde arte e historia se fundieron para proclamar que la cubanía sigue siendo canto, raíz y futuro.
Foto tomada de: www.cnctvgranma.cu
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