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Carmen.Cuba, la magia hipnotiza al público en China
01December
Artículos

Carmen.Cuba, la magia hipnotiza al público en China

La magia de Carmen.Cuba, la más reciente obra del maestro Eduardo Veitía, coreógrafo y director del Ballet Español de Cuba, estrenada en China, a finales de octubre, ha dejado una estela de éxitos -de público y prensa-, por todos los puntos de la geografía donde ha dejado su arte, que lleva implícito todos los componentes de nuestra nacionalidad, llegados de España, África y China. Por ello, la pieza llega a todos, amén de sobresalir por esa manera de bailar y sentir la música de nuestros artistas, y sobre todo, por la magia implícita en la singular pieza que atrapa todos los sentidos.

 

Carmen, la famosa novela del escritor francés Prosper Merimee, escrita hacia 1847, fue tomada como inspiración para la opera homónima de George Bizet... con libreto de Ludovic Halevy y Henri Meilhac, que se estrenó en 1875 en la Opera-Comique de Paris. Y aunque su pieza no logró el éxito esperado en su tierra, en el estreno, meses después, en Viena, comenzó a escalar en el gusto de todos. En ese mismo siglo, la ópera Carmen comenzó a seducir al público, y a muchos creadores que, a lo largo de los años, la han adaptado a diferentes formatos: cine, danza, ballet, musical… Por ello, la protagonista que le da nombre, resulta ya una mujer universal.

 

Eduardo Veitía, coreógrafo y director del Ballet Español de Cuba realizó su primera versión de la obra en 1998, y la ha retomado en el tiempo, incluso compartiendo la escena con ópera y danza. Ahora, Carmen.Cuba ha visto la luz, aquí, en la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, al norte de la República Popular de China, el 31 de octubre. Desde entonces, su nueva versión, ha cautivado a todos los auditorios visitados, de diversas ciudades en las provincias de Helliongjiang, Fujian, Guandong, Jiangxi, Jiangsu, Anhui, Yunnan, así como en Shanghái y la región Autónoma de Guangxi, tocando todos los puntos cardinales del gigante asiático, y aún no ha terminado. Y es que la obra reúne muchos elementos que la distinguen de otras, y deviene muy atractiva. En primer lugar, y el más significativo: la nacionalidad adquirida: esa mujer es cubana, lo que conlleva al espectador a pensar en la cadencia musical, el ritmo, la sensualidad…, y muchos otros atributos que salen a flote en esta región del Caribe. Y es ahí donde aparece la magia.

 

Carmen.Cuba

 

Es una pieza sumamente original, desde el punto de vista coreográfico, pues se mueve en una cuerda de tradición, contemporaneidad y cubanía, en el baile, que atrapa al espectador. Con mucha imaginación e inteligencia, el coreógrafo utiliza muchos elementos danzarios que la distinguen de otras creaciones. Ahí está una parte del triunfo de Carmen.Cuba, al mezclar todo lo que en el tiempo, Veitía, ha aprendido de la danza contemporánea, el ballet clásico, el baile español, flamenco, sin olvidar lo cubano nuestro, implícito en cada bailarín y hasta en la música. Por solo citar, el instante del dúo de amor de Carmen y Don José, donde despliega un difícil arsenal técnico que eleva el clímax de la pieza, junto a la pasión implícita, ese toro que se transforma en destino, los toreros y algunas bailarinas que emergen, al final, cual murciélagos con alas de las mismas capas negras, que luego se convierten en piedras de un paisaje que presagia la tragedia, acentuando el drama. El comienzo y el punto final, son también puntos a favor. Uno presagia el destino, con la atmósfera semioscura, los bailarines preparándose, en sombras, y esas cartas en la pantalla que intuyen el desenlace, El otro, al final en los saludos, subraya lo cubano.

 

Carmen.Cuba

 

 

UNA OBRA RICA VISUAL, SONORA Y MUSICALMENTE 

 

Al compás de la danza, la música llega en armonía extrema, pues toma la sutil partitura de Bizet como hilo conductor, y entremezcla, de manera oportuna y eficaz, versiones de la original, como por ejemplo Carmen Fantasie, de David Garret, música popular flamenca –que refuerza la acción en algunos momentos cumbres-, y dibuja con tintes muy nuestros el paso a tres de Carmen, Don José y el Torero, en el que utiliza la versión flamenca de Chelo Pantoja, sobre el bolero tradicional Dos Gardenias, de Isolina Carrillo. Instante en el que la protagonista Kelly Álvarez (Carmen), desafiante y seductora, sale al encuentro de Don José (Ricardo Quintana) y el Torero (Daniel Martínez), quien con su baile apasionado/sensual, atrae la atención de ambos, eligiendo al final, irse con este último. Excelentes, todos los protagonistas, incluyendo el Toro (Nayara Calderón), y quien también se muestra, excelente, en la Frasquita. Ellos y el cuerpo de baile animan el espectáculo hasta el delirio con su desempeño.

 

Escamillo, el Torero del primer bailarin Daniel Martinez y la Carme (Kelly Alvarez)
Escamillo, el Torero del primer bailarín Daniel Martínez y la Carme (Kelly Álvarez) 

 

Pero hay mucho más que aporta al hechizo. Los diseños escenográficos de Támine González (video mappping) de un alto nivel estético, con imágenes muy bien logradas, utilizadas en cada momento, como la tela roja en la apertura que ondea al aire, con tintes del presagio fatal, el fuego que inunda la escena de la corrida junto a un desafiante toro, que deviene fuerza y alma, un entramado visual que resulta también protagonista, y en el epílogo (clase de flamenco con acentos cubanos) panea lugares emblemáticos de La Habana y hasta espléndidos campos de palmeras que refuerzan lo nuestro. Amén del vestuario, elegante y funcional, que firmado por el destacado artista y diseñador Oscar de la Portilla –encandila las miradas por su creatividad-, que anima y viste, con todas sus galas, los movimientos de los bailarines, con texturas, colores de la luz de la Isla, añadiendo el sello de nuestra nacionalidad a esta Carmen.Cuba Todos esos elementos resaltan, al final, cuando las luces se encienden. Porque Carmen está viva, sigue su camino, es universal. Entonces el ritmo del flamenco se acerca a las percusiones de nuestro folclor. Es el éxtasis. El público estalla al unísono con palmadas que los acompañan hasta la nota final. Después, largas ovaciones y su forma de decirnos ¡Bravo!

 

Una escena cumbre en Carmen.Cuba, entre el Torero (Daniel Martinez) y el Toro (Nayara Calderon). Detras la magnifica escenografia de Tamine González
Una escena cumbre en Carmen.Cuba, entre el Torero (Daniel Martínez) y el Toro (Nayara Calderón). Detrás la magnifica escenografía de Tamine González 

 

 

OTROS PUERTOS: SHANGHAI, GUANGXI, YUNNAN…

 

El Ballet Español de Cuba, dirigido por el maestro Eduardo Veitía, pasea por gran parte de China con un aura de éxitos. En cada ciudad visitada, de las 12 contabilizadas hasta ahora, de 10 provincias y Shanghái, ha sido igual. El público de pie, batiendo palmas, bailando y ovacionando la singular obra. Y más allá de la escena, las muestras de cariño, de alegría al saber que somos de Cuba, se han hecho patentes en las diversas ciudades y provincias visitadas hasta ahora. Shanghái, esa gran urbe -con poca historia, si se compara con otras ciudades milenarias de este país, como Xi’an, Nanjing o Beijing, pero que cuenta con la mayor variedad de estilos arquitectónicos de todo el país-, ha sido punto importante en la gira. En el ya conocido Teatro Daning, pues el BEC ha actuado en otras ocasiones, se bailó con pasión y el público reaccionó como todos los que han recibido a la compañía en cada lugar. Allí, el cónsul de Cuba en esa ciudad, Albert Panton León estuvo en la función, y al final de la misma se reunió con el colectivo para felicitarlo, y expresar que estaba muy contento de que el BEC estuviera aquí, regalando un pedazo de nuestra Cuba mediante el arte y la danza.

 

El consul de Cuba en Shanghai junto al BEC en la escena del Teatro Daning al finaliza la función
El cónsul de Cuba en Shanghái, Albert Panton León, junto al BEC en la escena del Teatro Daning al finaliza la función 

 

 

El BEC tomó dos aviones para viajar al sureste, a la región Autónoma de Guangxi, junto a Vietnam. Precisamente la ciudad de Yulin, resulta un nuevo puerto que pisa la compañía, pues nunca ha visitado esta zona. La ciudad prefectura Yulin, hermosa y modernísima ciudad repleta de vegetación y edificios, cuyo nombre significa: el bosque de jade, por su verdor, está emplazada en esta región de China, famosa por sus arrozales en terrazas de la Sierra del León, un lugar de muchas cuevas, y reservas naturales. Aquí, se hicieron dos funciones, y el público abarrotó el hermoso teatro del Centro Cultural de Arte, monumental como casi todos los visitados en este gran país. Y las ovaciones acompañaron las notas finales, al ritmo del flamenco, unido a nuestra percusión que desata los aplausos y muestras de afecto por la Isla del Caribe y su cultura. 

 

El BEC ante el monumental Teatro del Centro de Arte y Cultura de Yulin, en Guangxi
El BEC ante el monumental Teatro del Centro de Arte y Cultura de Yulin, en Guangxi

 

Después, en ómnibus, durante tres horas, el BEC se dirigió a la ciudad de Beihai, ubicada junto al golfo de Tonkín, que es compartido entre China y Vietnam, de ahí la cantidad de nombres que nos recuerdan a este país. Una zona reconocida turísticamente, desde 1980, donde destaca, entre otros sitios de interés, la Playa de Plata, por su belleza física, el comercio de las perlas, y también por su arquitectura. Y, además, por ser, una de las puertas de salida de la famosa Ruta de la Seda en el mar, hace más de dos mil años. En el Teatro Popular de Beihai, el BEC realizo otra función, donde el público disfruto nuevamente de la magia intensa y el decir de la Carmen.Cuba El ritmo irrumpió con fuerza en música y danza en la cotidianeidad de esta región, la más meridional de esta interesantísima nación.

 

Yunnan es ahora el otro puerto que toca el BEC, una provincia situada en el suroeste de la República Popular de China, que se destaca por un paisaje variado, de largos y profundos desfiladeros que hemos visto desde el precioso viaje en tren de seis horas, desde Yulin, en Guangxi, hasta la modernísima Kunming, capital provincial de Yunnam. Reconocida como Ciudad de la Primavera, aunque estamos en pleno del frio otoño, repleta de museos y templos, como el de Yuantong, así como el Bosque de Piedra Shilin que tiene cimas de caliza con más de 270 millones de años. Además, que esta zona constituye una de las entradas más importantes, desde este punto cardinal, ya que sus fronteras están compartidas con Vietnam, Laos, Myammar (Birmania), así como la región Autónoma del Tibet, entre otras. No caben dudas, el Ballet Español de Cuba, en sus tres viajes ha dejado sus huellas en casi toda China, como fiel embajador de nuestra Cultura.…

 

En portada: Espectacular momento al finalizar la Habanera de Carmen. En la foto el primer bailarín Ricardo Quintana, en Don José y Kelly Álvarez en Carmen. 

Fotos: Cortesía del autor