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Arte, ocultismo y nuevas tecnologías en la Bienal de La Habana
06June

Arte, ocultismo y nuevas tecnologías en la Bienal de La Habana

Por: María Carla Gárciga

 

La instalación El Oráculo Caracol, de los creadores Andrés Tapia-Urzua (Chile), Ralph Vituccio y John Dessler (Estados Unidos) se suma a los diversos proyectos interactivos de la Duodécima Bienal de La Habana.

 

Emplazado en el lobby de la Biblioteca Nacional José Martí, el proyecto mezcla elementos esotéricos, religiosos y sociológicos con cine y nuevas tecnologías a través de una especie de videojuego adivinatorio, donde el público se convierte en partícipe y cocreador de la obra de arte.

 

Según explican los artistas en la presentación del proyecto, el contenido se experimenta mediante video-respuestas (lecturas) generadas por combinaciones de datos que responden a la interacción (consulta) de los participantes. El oráculo facilita la participación de la audiencia a través de una pantalla táctil ubicada al interior de una estructura audiovisual y actúa como interface cultural desde donde programar, editar y remezclar un nuevo orden para concebir sentido.

 

“Se me ocurrió que podía ser un oráculo cibernético, porque se avenía con el entendimiento de la computación como algo participativo e interactivo, no como una mera acumulación de datos”, expresó su artífice principal, el realizador chileno Andrés Tapia-Urzua. “Creo que el aspecto social, interactivo, público y participativo de la obra presenta perfectamente lo que se pretendía con la composición ‘entre la idea y la experiencia’ de la Bienal de La Habana”.

 

El artista apuntó, además, que la obra constituye una respuesta a lo que concibió como estado anímico existencial en Cuba, de expectativa, deseo, incertidumbre y permanente adivinanza sobre lo que va a suceder en el futuro.

 

Fuente: Cubarte