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"Leal entre nosotros", la inconmensurable voluntad por recordar
06October
Artículos

"Leal entre nosotros", la inconmensurable voluntad por recordar

¿Cómo homenajear a uno de los hombres más brillantes de la intelectualidad cubana del siglo XX y parte del siglo XXI?

Bajo esta premisa, llevó a cabo la Oficina del Historiador de La Habana -durante el mes de septiembre- un rico programa de actividades que rememoraba la vida y obra de Eusebio Leal Spengler, con motivo del 80 aniversario de su natalicio. Conferencias, conversatorios, conciertos, presentaciones de documentales y libros, exposiciones patrimoniales, bibliográficas y de artes visuales, fueron solo algunas de las propuestas, en las que la cultura y la historia se conjugaron y dieron cita en la urbe.

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Leal entre nosotros es una exposición colectiva que quedó inaugurada en la Casa Carmen Montilla, una de las grandes residencias coloniales del siglo XVIII y, que hoy desarrolla una intensa vida cultural como parte del circuito de galerías de arte de la Oficina del Historiador de La Habana. Su directora, Norma Jiménez Irádiz -curadora de la exposición-, quien es también una de sus fundadoras desde la absoluta reconstrucción del inmueble, ha sido testigo del vínculo profundo que mantuvo Leal con ese espacio acogedor, devenido en refugio y en -como diría una de las tantas creadoras que por allí han transitado- cuartel general de muchos artistas cubanos.

 

Anuncio de la muestra Leal entre nosotros

 

Fue de su interés concebir un proyecto curatorial que honrara la labor de Leal como promotor cultural y crítico de arte; y donde el recuerdo, resultara la esencia y estructura medular. De esta forma, se aúnan las obras de diez grandes figuras de la plástica cubana y latinoamericana; cinco hombres y cinco mujeres quienes, además de vínculos profesionales, compartieron profundos lazos afectivos con el historiador. Junto a cada pieza, se exhibe de manera gráfica la crítica que en su momento recibieran los artistas de este genio de la oratoria universal.

 

Vista de la galería Carmen Montilla con la muestra Leal entre nosotros

 

Al atravesar la céntrica Plaza de San Francisco de Asís, salta a la vista la casona rosada que ocupa en la calle Oficios el número 162. Cruza el visitante su amplísima entrada para encontrarse con el enorme cartel que anuncia la exposición y que contiene una de las fotografías más hermosas realizadas a Eusebio Leal, capturada por el lente de ese gran fotógrafo que es Néstor Martí.

 

Vista de la galería Carmen Montilla con la muestra Leal entre nosotros

 

Inicia así el espectador un recorrido por la sala izquierda del recinto. En el trayecto tiene el privilegio de encontrar la obra pictórica de Ernesto Rancaño, el Ranca como Eusebio acostumbraba a decirle, y de quien expresara que nos cura de lo efímero e impone el culto necesario a la belleza. Artífice de sueños, donde sobrevuelan delicados personajes y las más tiernas anécdotas.

 

Ernesto Rancaño

 

Contiguamente se emplazan las piezas de dos grandes maestros: Alfredo Sosabravo y Eduardo Roca Salazar (Choco), Premios Nacionales de  Artes Plásticas en los años 1997 y 2017 respectivamente. Del primero no solo admiró Leal la sencillez proverbial y la sonrisa perpetua, sino también la inmensidad de la obra ejecutada, cuyo más vivo ejemplo es el mural en cerámica que acompaña el recinto en las postrimerías del patio, que lo ha vuelto distintivo y uno de los más hermosos entre todos los patios habaneros. Del segundo, el impulso incontenible y la sabia, tan cubana como propia. Es la obra de Choco universal, y a la vez anclada a un epicentro cultural del que se siente deudor.

 

Alfredo Sosabravo

 

Eduardo Roca Salazar (Choco)

 

En los años setenta del pasado siglo, conoció Leal en el Taller Experimental de Gráfica de La Habana a dos talentosas jóvenes, cuyos dibujos y grabados causaban la admiración de todo el que por allí transitaba. Jóvenes que vieron florecer los proyectos del centro histórico mientras se convertían en las grandes mujeres de la plástica cubana que son hoy. Como testimonio de cinco décadas de anécdotas y de recíproca admiración, transcurridas desde aquel primer encuentro, fungen las obras de Zaida del Río e Isavel Gimeno.

 

Zaida del Río

 

Isavel Gimeno

 

Evocadores de la piedra, como fundamento de la realidad humana –en palabras de Leal- son los artistas Juan Narciso Quintanilla y Enrique Ávila. Uno la asume como elemento físico y soporte de intenciones estéticas muy ligadas a lo natural, las que luego emergen en nuevos materiales como el acero inoxidable y el bronce. Otro la concibe como esencia misma de una creación pictórica, donde el paisaje peregrino e insólito parece expandirse en el lienzo a partir de patrones de apariencia pétrea.

 

Juan Narciso Quintanilla

 

Enrique Ávila

 

Martha Jiménez, artista de dotes en múltiples soportes, mujer de ojos y espíritu nobles, fue otra de las creadoras que compartió incontables momentos junto a Leal. Su obra es de una versatilidad tal que el espectador se sorprende al conocer que la pieza bidimensional expuesta fue producto de las mismas manos que esculpieron la monumental escultura emplazada en la Alameda de Paula desde el 2019 -año en que La Habana arribara a sus 500 años de fundada-.

 

Martha Jiménez

 

Casi al final del recorrido, se encuentra la obra de Alicia Leal, quien no podría laurear de manera más simbólica y sentida el recuerdo de Eusebio que no fuera mediante la Bandera de la Estrella Solitaria; una bandera que cubre, como al lienzo, el alma de todo hombre nacido en esta hermosa y estoica isla.

 

Alicia Leal

 

La obra que da cierre a la exposición pertenece a quien fuera durante más de diez años la anfitriona de la Casa, y cuyo nombre hoy identifica al inmueble. Carmen Montilla fue una pintora venezolana, mujer valiente, capaz de enfrentar los más grandes retos políticos por su admiración hacia Cuba y en especial por su cariño infinito a Leal.

 

Carmen Montilla

 

Leal entre nosotros, abierta al público hasta el mes de noviembre, pondera el acercamiento de ese gran hombre hacia la plástica, mientras brinda al visitante una muestra exquisita de excelentes creadores de las artes visuales contemporáneas cubanas y latinoamericanas. Es una compilación que se torna sensible ante el ojo foráneo, por tanta anécdota intrínseca, por las historias de vida que se traslucen y por el predominio, más que de dogmas conceptuales, de una inconmensurable voluntad por recordar.

 

Vista de la galería Carmen Montilla con la muestra Leal entre nosotros

 

Vista de la galería Carmen Montilla con la muestra Leal entre nosotros

 

Fotos: Cortesía de la autora 

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