"El arte urbano es una industria, el grafiti solo ego"

El mejor mural del mundo está en España. El pueblo coruñés de Fene tiene entre sus paredes el premiado como Mejor Mural del Mundo 2023: "La violonchelista de Fene", obra del artista urbano Shfir. Este concurso, promocionado por Street Art Cities, ha llevado a aristas de todo el mundo a competir en espacios reglados para poder plasmar sus obras con las técnicas tradicionales e innovadoras de los artistas urbanos actuales. Durante un año, la comunidad artística ha explorado y valorado cuáles son las 100 mejores pinturas de pared del mundo y entre las que sus usuarios pudieron votar, para finalmente otorgarle el primer premio al de Fene el pasado martes 12 de marzo. Resulta curioso, no menos que alentador, que 29 de estos murales se encuentren repartidos por toda España. Se trata de una iniciativa mundialmente popularizada gracias a las redes sociales como Instagram o Tik Tok que han hecho que la pintura local trascienda las fronteras.

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El arte del grafiti se ha regulado de forma exponencial en los últimos años. De hecho, una de las premisas del street art es el diálogo entre la ciudad y el artista. En este caso, hablamos de pinturas sobre las que los vecinos bien han tenido algo que decir, alentando a los ciudadanos a plantear sus propuestas ante quienes iban a pintar sus fachadas. Por poner un bonito ejemplo, uno de los murales que quedó en la lista de 2022 de Street Art Cities, ubicado en el municipio alicantino Ontinyent, muestra una niña abrazada a su perro en el lateral de un edificio. En él, se admira una libélula en el hocico del animal gracias a la propuesta de una vecina. La mujer se acercó a Lidia Cao, la autora, mientras pintaba, y le pidió si podía pintar al insecto en honor a su hija recién fallecida, cosa que Cao no se pensó dos veces en aceptar, y el significado de la obra se transformó por completo. Ahora el mensaje que transmite es el amor, en todas sus formas, después de la muerte, y en honor a quienes le permitieron redescribir su idea.

Cuando le preguntamos a 4 leaf, agencia de representación de artistas urbanos, por el galardón recibido por Shfir, uno de los suyos, Manu, dueño de la empresa, nos comenta que es todo un orgullo para ellos haber recibido este premio.

"Nosotros llevamos solamente dos años y medio abiertos. Haber gestionado el mural que ha ganado el premio al mejor del mundo, pues es un honor. Encima de la mano de un artista como Sfhir, pues una pasada".

 Al mismo tiempo, lamenta que el reconocimiento a la obra del artista haya tenido que venir a raíz de esta condecoración.

"También es una pena que la consideración venga de la mano del premio y no del mural que existía casi un año antes o seis meses antes de que ganáramos el premio. Pero bueno, así son las cosas".

4 leaf agency, se dedica únicamente al arte urbano, teniendo en cuenta que este término es el que más se adecúa a la labor que ejercen.

"Yo creo que es más respetuoso que os refiráis a arte urbano y no habléis de grafiti, porque son conceptos muy diferentes".

Manu hace una distinción muy clara entre ambos conceptos.           

"El grafiti básicamente es ego puro y duro, pongo mi nombre en todos lados, cuanto más grande y más arriesgado, mejor. El arte urbano yo creo que es una industria a fin de cuentas y traslada un mensaje. Aunque mame de lo mismo o el origen sea el mismo, que es el grafiti, es como una especie de evolución donde la gente plasma diferentes temáticas y que, normalmente, se aleja de la ilegalidad".

El arte urbano nace de las reivindicaciones sociales. Es una expresión artística que combina adorno y belleza con un fuerte componente de protesta, por eso, a la pregunta de si el arte urbano que ellos representan responde al “arte por el arte” o si sigue llevando esta connotación de protesta, el representante de Sfhir, nos comenta que hay de todo.

 “Yo creo que el arte urbano es tan amplio como el arte en sí mismo, entonces hay de todas las temáticas. Hay artistas más reivindicativos y hay artistas que basan su carrera en la técnica, otros en la estética, en la temática y otros tienen su propia película. Hay algunos que son especialmente reivindicativos, como puede ser el caso de Obey y otros que no tienen la necesidad de serlo”.

Esta intención reivindicativa que apunta Manu ha llevado a algunos de sus representados a sufrir censura en ocasiones por representar alguna imagen que posteriormente no ha podido ser reproducida. Este fue el caso Sfhir en Ottawa, donde quiso pintar un mural con un motivo de serpientes, y que las autoridades rechazaron por considerarlo violento.

Por otro lado, la gestión de espacios para poder pintar los edificios que dan vida y decoran las ciudades no siempre es una tarea sencilla.           

 “En Madrid centro es muy difícil conseguir permisos. Normalmente lo paralizan por estar cerca de un punto turístico por la antigüedad del edificio. Sin embargo, fuera de Madrid, dependiendo de la ciudad, es relativamente fácil”

Para conseguir estos permisos primero hay que realizar una propuesta artística y presentársela a un financiador. En el caso de ‘La violonchelista de Fene', 4leaf comenta que el financiador fue el propio ayuntamiento del pueblo coruñés, por lo que fue más fácil conseguir la licencia. Explica que, generalmente, en un plazo de 15 a 30 días las autoridades responsables suelen dar respuesta.

4 leaf agency no solo trabaja en España.

"Hace unos meses estuvimos en el Caribe trabajando con David Speed. Hemos hecho murales por bastantes sitios de Europa; en Grecia, Bélgica e Italia".

El representante de artistas urbanos explica las diferencias de trabajar en España con respecto al resto de países.

"En general, la diferencia principal es el presupuesto que suele ser más alto fuera de España. Lo que sucede también es que en España yo creo que hay muchos, muchos, muchos artistas, tanto por el clima como por la luz. Tenemos mucha tradición artística de pintar en la calle y eso de alguna manera hace que baje el valor porque hay mucha oferta. Hay muchos chavales dispuestos a pintar gratis".

Sin embargo, hay artistas que no están interesados en el capital y prefieren llevar a cabo su obra artística en el país hispano mientras que otros prefieren trabajar en el extranjero.

Manu sugiere que hay un público muy grande interesado por el arte urbano desde hace ya más de diez años. Uno de los grandes poderes del arte urbano es cómo trasforma las ciudades y las convierte en museos al aire libre. “Madrid, es una de las ciudades con mejores museos del mundo, pero la realidad es que no están llenos. Cuando plantas eso en la calle, primero por lo impresionante que es, tanto por el tamaño, como por la técnica, causa un gran impacto. Lisboa es un ejemplo. Es una ciudad que está totalmente intervenida por arte urbano. Hay olas de turismo alrededor de Lisboa. En Berlín y Ámsterdam existen free tours que te llevan a ver los murales de la ciudad. También en Madrid que, aunque es cierto que hay muchos menos, los que hay, son espectaculares”.

A modo de conclusión nos recomendó visitar Huesca, que además de ser un sitio precioso que escapa del turismo masivo, acogió el año pasado Bolskan, un festival de arte mural que vale la pena conocer.

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