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El hip-hop como herramienta de cambio social
04March

El hip-hop como herramienta de cambio social

En el vibrante escenario de la música colombiana, surgen proyectos que trascienden lo artístico para convertirse en motores de transformación social. En esta ocasión, Arte por Excelencias conversó con David Florez, integrante de la agrupación colombiana Polo a Tierra conformada por un DJ y dos raperos, cuya propuesta musical va más allá del entretenimiento. 

A través del hip-hop, han logrado impactar comunidades marginadas, fusionando sonidos tradicionales con sonoridades contemporáneas y construyendo una identidad musical que refleja la realidad de su entorno. En esta entrevista, David nos habla sobre la evolución del grupo, su conexión con el público y los proyectos que los llevarán a expandir su propuesta por Latinoamérica.

Estamos con David Florez, integrante de la agrupación colombiana Polo a Tierra, conformada por un DJ y dos raperos. David, cuéntanos sobre el proyecto y su propósito.

Nuestro objetivo siempre ha sido fusionar los elementos del hip-hop con el conocimiento. Llevamos más de una década trabajando desde el activismo social, impulsando cambios en los barrios más marginados y populares de nuestra ciudad. A partir de esa labor, comenzamos a crear música, fortalecer lazos y desarrollar productos audiovisuales que nos han permitido mostrar nuestro trabajo y consolidar una escena underground. Esto ha generado vínculos entre artistas en diversas expresiones del arte, como la música, la pintura y el diseño textil.

De esta manera, hemos construido nuestra identidad, pues el hip-hop está transformando vidas en distintos territorios, ofreciendo un camino alternativo y generando cambios en la sociedad.

La música de Polo a Tierra combina elementos del folclore colombiano con sonoridades contemporáneas. ¿Cómo describen ese estilo y qué los inspira a explorar estas fusiones?

Nuestra principal inspiración es la identidad musical de nuestro territorio. Siempre he visto el rap como una forma de reciclar sonidos antiguos y traerlos a nuestra época. Colombia tiene una riqueza musical enorme, y lo que hacemos es rescatar esos sonidos tradicionales en pequeños fragmentos.

El proceso comienza con el DJ, quien selecciona los elementos adecuados. Luego, trabajamos en la creación del sample para darle una estructura propia. Una vez definida la base instrumental, incorporamos un contenido social profundo en las letras, logrando el impacto que buscamos en nuestra audiencia.

¿Cómo ha sido la aceptación de su música en los distintos escenarios y qué conexión buscan generar con el público?

Buscamos que se genere una identidad propia en cada oyente. La música nos salvó la vida. La cultura hip-hop nos rescató cuando estábamos por caminos equivocados. La conexión que queremos lograr es la del servicio, la empatía y la sanación a través de la música.

El rap aborda temas que otros géneros no suelen tocar, pues nació en las calles y es una herramienta para decir la verdad. Es importante hablar de los problemas para poder transformarlos. Quienes se conectan con nuestra música nos dicen que reflejamos su realidad y eso los hace sentirse identificados. Queremos crear un vínculo que ayude a las personas a cumplir sus sueños y a ver el mundo de manera diferente.

 

David Florez

 

Dentro del trío, cada integrante cumple un rol específico. ¿Cómo logran mantener la cohesión en el grupo y, al mismo tiempo, destacar individualmente?

El DJ es una figura fundamental en el hip-hop. En nuestra ciudad se dice: "Si no hay DJ, no hay show". Él inicia cada presentación y define nuestra identidad sonora. Por otro lado, mi hermano, El F, y yo, Ital, somos los MCs. Nuestra evolución ha estado ligada a la literatura y la escritura, lo que ha fortalecido nuestra propuesta lírica.

Yo me encargo de la producción musical, mezcla y masterización. Al ser un proyecto independiente, enfrentamos desafíos económicos, por lo que hemos aprendido a desempeñar múltiples funciones. Producimos nuestros propios audiovisuales y diseñamos nuestra imagen escénica, asegurando que refleje nuestra esencia artística.

Desde su creación, ¿cuáles han sido los cambios más significativos en la agrupación?

Al inicio, nuestro aprendizaje fue completamente empírico. Con el tiempo, tuve la oportunidad de estudiar producción musical y audio, lo que nos permitió profesionalizar nuestro trabajo. Mi hermano también se formó en producción musical y audiovisual, lo que amplió nuestra perspectiva.

Tomé cursos en Berklee y en la Escuela de Música y Audio Fernando Sor, lo que me permitió conectar con productores internacionales y mejorar nuestra calidad de producción. También ofrecemos formación gratuita a nuevos talentos para que puedan desarrollar su arte con bases técnicas.

¿Cuáles son los planes de la agrupación para el próximo año?

Estamos trabajando en nuestro disco "Entre soles y lunas", en el que colaboramos con artistas importantes de la escena local. También queremos fortalecer nuestra red musical en Latinoamérica, visitando países como Perú, Bolivia, Argentina, Brasil y Ecuador.

Queremos rescatar la cumbia y fusionarla con el hip-hop, generando vínculos con universidades y artistas como el hijo de Totó la Momposina. Nuestra meta es expandir nuestra identidad colombiana y consolidar un intercambio cultural real y significativo.

Finalmente, ¿qué opinas del Festival Jazz Plaza y de su impacto?

Para nosotros, hay un antes y un después del Festival Jazz Plaza. Es un evento de gran prestigio y ha sido maravilloso que incluyan el hip-hop dentro del jazz, ya que tienen raíces similares.

La organización del festival no solo se enfoca en los conciertos, sino también en la formación de los artistas a través de conversatorios sobre distribución musical y otros aspectos clave de la industria. Es admirable el esfuerzo del equipo organizador y el impacto que genera en los artistas y el público. Estamos agradecidos y motivados por la experiencia.

Muchas gracias, David. ¡Éxito en todos sus proyectos!