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El Ukhu Pacha se transforma en un reino de diosas con Paola Lambertin
15October

El Ukhu Pacha se transforma en un reino de diosas con Paola Lambertin

Diosas del Ukhu Pacha, la exposición personal de la artista y fotógrafa boliviana Paola Lambertin, llega a Cuba como parte de las celebraciones del bicentenario de Bolivia. La muestra explora el inframundo andino —el Ukhu Pacha— a través de la fotografía y la pintura corporal, mezclando la tradición de los textiles Jalq'a con un enfoque feminista que reivindica la fuerza y diversidad de las mujeres.

—Paola, comencemos por el título. ¿Por qué Diosas del Ukhu Pacha?

Esta obra está inspirada en los textiles Jalq'a, que representan el Ukhu Pacha, el inframundo andino. A diferencia de la concepción católica, este inframundo no es un lugar de castigo, sino un espacio de infinitas posibilidades, lleno de contradicciones, donde la creatividad reina. Está habitado por los Supay y los Khurus, seres míticos andinos que, durante la colonia, fueron catalogados como demonios.

Mi intención fue despatriarcalizar esa mirada y habitar ese mundo con diosas y mujeres. Además, los textiles Jalq'a son soñados y tejidos por mujeres, las tejedoras de esta cultura originaria de mi región.

—Comentabas que las mujeres de esta cultura sueñan ese mundo. ¿Por qué crees que lo hacen?

Porque existe una conexión mística y espiritual con el mundo andino. Ellas tejen lo que sueñan, plasman en los tejidos aquello que el Ukhu Pacha les revela mientras duermen. Es una forma de mantener viva su cosmovisión y de expresar la energía femenina que habita en ese universo simbólico.

—¿En qué momento surgió en ti la inspiración para crear esta obra?

Soy de Sucre, en el departamento de Chuquisaca, Bolivia. Crecí viendo esos textiles y a las tejedoras, muy cerca de esa tradición. Forma parte de mi herencia cultural y de la cosmovisión andina que me acompaña desde niña. Siempre he sentido una fascinación, tanto estética como espiritual, por esta cultura.

—¿Por qué elegiste la fotografía como medio para representarla?

Porque es mi lenguaje natural como artista. La fotografía es mi forma de expresión, y dentro de ella, el retrato es el género que más me apasiona. Además, desde una postura política, me identifico con el feminismo interseccional.

Quise unir ambos universos: el feminismo y la cosmovisión andina. En mi trabajo artístico, no me interesa representar a la mujer como un objeto pasivo o de contemplación, sino como una fuerza vital, poderosa, casi animal; una figura de diosa, no de musa.

—¿Cómo seleccionaste a las modelos? ¿Tenías un prototipo en mente?

Vivo en México, pero quería crear una obra sobre Bolivia, aunque no estuviera allá. Me propuse representar la diversidad. En mi trabajo comercial suelo enfrentar los estereotipos de belleza y juventud impuestos por la moda, pero en esta obra quería todo lo contrario: mujeres reales.

Participaron mujeres de distintas edades, tallas, corporalidades, orientaciones sexuales y orígenes étnicos. Hay mujeres jóvenes, ancianas, una mujer trans, lesbianas, personas no binarias y mujeres con discapacidad. Quería mostrar ese abanico que representa lo que somos las mujeres.

—El color rojo y el fondo negro dominan tu obra. ¿Por qué esa elección?

Son los colores de los textiles Jalq'a. El rojo representa la fuerza; el negro, el origen, el espacio donde los límites no están definidos. Es el color de las posibilidades.

—¿Cuánto tiempo te tomó realizar toda la obra?

El proceso creativo fue largo, sobre todo la etapa de reflexión e investigación. Estudié la cosmovisión andina, los tres mundos —el de arriba, el del medio y el de abajo—, y la simbología de los tejidos. Luego hice bocetos, los retratos, y finalmente el montaje, que es un collage digital.

—¿Cómo llega esta exposición a Cuba?

Diosas del Ukhu Pacha llega a Cuba por invitación de la Embajada de Bolivia, como parte de las actividades por el bicentenario de mi país. Algunas de las fotografías ya se han expuesto en Londres, Filadelfia, Minneapolis, Argentina, y próximamente estarán en Paraguay y México.

—Me mencionabas que pintaste los cuerpos de las modelos. Cuéntanos esa experiencia.

Sí. Para mí era fundamental mantener una parte artesanal, hecha a mano. Aunque el resultado final es un collage digital, quería conservar esa materialidad. Pinté los cuerpos yo misma, y las sesiones las hacía en mi casa.

Una de las anécdotas más curiosas es que mi ducha quedó completamente roja. El pigmento no salía con nada. Compraba toallas para que las modelos se secaran, pero siempre quedaban manchas. Algunas regresaban con marcas de pintura en la espalda (ríe).

—Actualmente trabajas en un proyecto más amplio sobre los tres mundos andinos, ¿verdad?

Sí. Esta serie representa el inframundo andino, pero ya hice la del mundo del medio y me falta el del mundo de arriba. En conjunto serán un fotolibro basado en los textiles de tres comunidades de mi región: Jalq'a, Yampara y Tarabuco.

En el mundo de abajo hablo de la diversidad y reivindico la potencia femenina.
En el mundo del medio abordo el cansancio de las mujeres en el sistema capitalista y patriarcal: el mandato de la belleza, del éxito, de la maternidad, de la juventud… todo eso nos agota. Vivimos cuidándonos y cuidando a las demás. Nuestros cuerpos y almas están cansados, y debemos esforzarnos el doble para alcanzar lo mismo.
En el mundo de arriba hablaré de los feminicidios y de la falta de justicia que sufrimos en América Latina.

—¿Seguirás utilizando la pintura corporal como parte del lenguaje visual?

Sí, seguiré inspirándome en la cultura andina, reivindicando mis raíces culturales. El arte ha estado marcado por una mirada occidental y masculina, y quiero revertir eso. Quiero hablar de mi cultura, de las mujeres de mi país, y que el mundo las conozca desde su propia voz y estética.

—¿Algo más que quieras agregar?

Solo eso: que quiero seguir creando desde mis raíces y desde las mujeres que me inspiran.

 

Diosas del Ukhu Pacha

 

Diosas del Ukhu Pacha

 

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Diosas del Ukhu Pacha