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Felipe Jácome y su homenaje al pueblo ucraniano
22February

Felipe Jácome y su homenaje al pueblo ucraniano

El fotógrafo ecuatoriano presentaba en el día de ayer la instalación de la obra Bailarina Mika 1 en la Casa de América de Madrid, trabajo perteneciente a la muestra Unbroken. Este proyecto, en el que ha trabajado junto a Svetlana Onipko, fotógrafa ucraniana y también bailarina clásica del Ballet Nacional de Ucrania, reúne doce obras que muestran fotografías de bailarinas ucranianas desplazas por el conflicto, superpuestas sobre casquillos de balas rusas. Con este trabajo ha querido homenajear al pueblo ucraniano – que desde hace un año se enfrenta a la invasión rusa en el país – al igual que ya hiciera con el éxodo de los migrantes venezolanos a través de la exposición Caminantes. Charlamos con él para conocer los detalles de su nuevo proyecto.

¿Cuánto tiempo te ha llevado producir estas obras?

En este proyecto llevamos trabajando desde abril del año pasado, y en la producción de las fotografías propiamente llevamos más de 6 meses.

¿Qué es lo que quiere narrar el proyecto Unbroken?

La idea surge después de la invasión rusa a Ucrania, con el objetivo de continuar resaltando la terrible situación que vive Ucrania y, de igual manera, recaudar fondos para poder ayudar al pueblo ucraniano.

Las obras están formadas por dos símbolos opuestos, el del arte de las bailarinas ucranianas y el de la devastación de los cartuchos de bala.

Así es. Pensábamos que las imágenes de las bailarinas capturaban a la perfección la esencia y la fortaleza del pueblo ucraniano, mientras que los cartuchos de bala reflejan la destrucción y la muerte.

En tu última exposición representabas la realidad de los migrantes venezolanos, ¿es siempre el aspecto reivindicativo algo esencial en tu obra?

Yo soy fotógrafo documental de formación, y como tal, los temas sociales es lo que me mueve y me interesa. Además, y como te dije, todas las ganancias van para la ayuda humanitaria en Ucrania, y ya hemos recaudado más de 40.000 dólares. La necesidad allí es enorme.

También el trabajo con materiales muy distintos caracteriza tu obra. ¿Qué dificultad tiene trabajar con estos cartuchos?

Principalmente el peso. Esta obra (Bailarina Mika 1) mide 2x2 metros y pesa más de 170 libras, por lo que transportarla, pasar los controles en aeropuertos y aduanas… no ha sido especialmente sencillo.

¿Cómo ha sido el trabajo con la fotógrafa Svetlana?

La colaboración con ella es lo que le da realmente la fuerza a esta obra. El hecho de poder compartir y haber tomado las fotos con ella le da mucha potencia al trabajo. Además, para las fotografías de ballet, Svetlana es una fotógrafa espectacular.

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