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Hasta el 12 de noviembre Galería La Acacia, La Habana, presenta una exhibición que conjuga propuestas de dos de las figuras más relevantes de la abstracción cubana: José María Mijares y Loló Soldevilla.

 

Mijares, quien fuese profesor de la Escuela de Bellas Artes San Alejandro, trabajó fundamentalmente como pintor, grabador y dibujante. En la década del cincuenta, siendo integrante del grupo Diez Pintores Concretos, comienza a experimentar desde el punto de vista formal, por lo que es considerado un pionero de la abstracción geométrica en Latinoamérica y uno de los pintores más representativos de la vanguardia artística cubana. Mijares nos legó una obra amplísima en que combina la abstracción con una figuración idílica, intimista y melancólica.

 

Por su parte, Loló Soldevilla puede ser considerada una de las más importantes representantes de la corriente abstracta geométrica y el cinetismo, asumidos por la artista desde una voluntad de experimentación, de violentar cánones. Como Mijares, fue parte del grupo Diez Pintores Concretos, y creó en 1957 la Galería Color–Luz junto a Pedro de Oraá. Sus logradas composiciones astrales, que nombró “cartas celestes”, son producto de una gran imaginación que destaca por la organicidad de los elementos y el protagonismo del color.