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Difícil tarea es la memoria
27May

Difícil tarea es la memoria

Por: Aurora Carmenate Díaz

 

La inserción de un cuantioso número de proyectos artísticos en espacios urbanos colectivos durante la Duodécima Edición de la Bienal de La Habana supone, como prerrogativa más evidente, el diálogo de las obras con diversos tipos de públicos, enterados o no. El cambio en la visualidad de nuestra ciudad, emanado de las intervenciones en sitios de socialización, no puede dejar indiferente ni al más casual de los transeúntes. Ello implica que el espectador, no solo deleite sus sentidos, habitualmente agobiados por el deterioro progresivo y ya familiar, sino que, (re)lea reflexivamente su entorno rutinario, gracias a la alteración del mismo. 

 

Por estos caminos  discursa el proyecto Confort # 14 del dúo de creación suizo Sabina Lang (1972) y Daniel Baumann (1967), de larga tradición en la intervención de espacios públicos. La obra estará ubicada en el Edificio La Metropolitana, Calle O´Reilly # 402 esquina Aguacate de La Habana Vieja. Confort 14, pieza perteneciente a una serie homónima, se compone de cinco estructuras blancas inflables colocadas en una de las esquinas del edificio (al exterior) y abarca tres pisos deshabitados. El estado de franco deterioro e inhabitabilidad actual de las dependencias superiores del edificio La Metropolitana proveen de nueva carga simbólica a la serie de Lang/Baumann, muy distante a la que han adquirido piezas similares en la incólume y perfecta Europa. En sociedades de bienestar, la colocación de esta estructura en un edificio pudiese conducir solo a una acentuación de la elegancia estilística del diseño; construcción y obra, diseño y arquitectura, conservan la armonía de un código visual común.

 

Contextualizar (a manera de un site specific) esta intervención en la Habana Vieja de hoy y su compleja realidad arquitectónica e histórico-social tendrá como consecuencia una trampa al sentido inicial de la serie. El propio título deviene inevitable ironía: Confort, ¿en las ruinas de la Habana? Un nivel primario de lectura ya acusa las disyunciones significativas en la obra: suciedad, destrucción, indolencia, inhabitabilidad, como soporte de blancura, simetría, suavidad, confort y casi anacronismo. Me gusta pensar más bien en el confort estético, el descanso que ofrece a nuestros ojos la gigante estructura, la oxigenación del espacio urbano.

 

Según Daniel Baumann esta propuesta es un reclamo o disenso ante la exteriorización del poder inherente a las grandes obras arquitectónicas; es su manera de participar de las dinámicas urbanas desde el arte y aportarle a la ciudad un elemento elegido con soberana voluntad por él, no impuesto. En ese sentido pude urdirse una reflexión sobre la responsabilidad de cada individuo en la transformación y/o (re)construcción de los espacios públicos. El dúo Lang/Baumann pretende además que la Habana recuerde. Difícil tarea es la memoria en el mismo centro de una plaza en ruinas.

 

Fuente: Boletín Ojeada