Gracias a la donación realizada por la Fundación Callia, en la obra de Rubens, Susana y los viejos (1610), una de las diez obras más relevantes de la colección de la Academia, emergen los colores originales del cuadro y los matices que habían quedado invisibles con el paso del tiempo. El cuadro despliega los rasgos más brillantes de Rubens: la vitalidad, la expresión enérgica del movimiento, el vibrante cromatismo y la riqueza policroma; considerándose un cuadro soberbio dentro de su abundante producción.
El proceso de restauración de este óleo sobre tabla ha durado varios meses y se ha realizado in situ, debido a las condiciones de fragilidad en que se encontraba la pieza. Además de una minuciosa limpieza en la que se han eliminado los barnices, se ha procedido a la consolidación de la capa pictórica. Igualmente se ha intervenido el marco, considerado por los expertos como una obra maestra.
La presentación de la obra después de restaurada será en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el 4 de julio a las 11 de la mañana.
La donación para efectuar dicha restauración procede de la generosidad de los invitados a la gala de entrega de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, que se celebró el pasado febrero en el Teatro Real de Madrid. La Fundación Callia, presidida e impulsada por Carmen Reviriego, tiene como misión promover el mecenazgo. Entre el jurado se encontraban destacadas figuras del mundo del arte como Miguel Falomir, director del Museo del Prado o Mitchell A. Codding, presidente y director de la Hispanic Society of America.
El acto contará con la presencia de José María Luzón, académico delegado del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, quien realizará una introducción a la historia del cuadro y de la Academia; y Carmen Reviriego, presidenta de la Fundación Callia.
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