Una de las más expectantes noticias de los últimos meses en el mundo del arte ha sido la subasta en Christie’s de la colección de arte moderno del famoso diseñador Yves Saint Laurent.
La venta en París de las piezas del modisto se convirtió a comienzos de 2009, en termómetro del mercado del arte. Los datos publicados hablan de 373 millones de euros, cifra nunca antes alcanzada en la subasta de una colección privada.
Nada menos que cincuenta años de coleccionismo de la pareja Saint Laurent-Bergé, una cuidadosa recopilación de obras y objetos de arte, entre los cuales se hallan nombres de los más importantes pintores del siglo XX, muebles de estilo art deco, platería alemana, esculturas antiguas, y dos piezas de bronce –que formaban parte de una fuente del Palacio de Verano de Pekín, arrasado por las tropas anglofrancesas en 1860 al final de la Segunda Guerra del Opio–, convertidas ahora en centro de conflicto entre Francia y China.
Los fondos de esta millonaria subasta serán dedicados por Pierre Bergé a la lucha contra el SIDA, a la realización de proyectos artísticos y caritativos, así como a difundir la obra de Yves Saint Laurent.
Las fuentes de información consultadas han resaltado como detalle curioso que Bergé no quiso desprenderse de un retrato de Saint Laurent realizado por Andy Warhol, y de una escultura africana, las dos primeras obras que compró junto al diseñador.
