Historia y religión se unen cada 4 de diciembre cuando el pueblo de Güines, en la provincia de Mayabeque, venera a la primera imagen de Santa Bárbara que llegó a Cuba hace 150 años. En esta ocasión, la reconocida figura del arte contemporáneo cubano Zaida del Río honró con su presencia la sede de los tradicionales festejos.
Transitar por las calles de Leguina, primer asentamiento poblacional del territorio, además de visitar la capilla y el museo casa natal de Federico Arístides Soto, el afamado percusionista Tata Güines, resaltaron entre las mayores emociones para la artista.
Otra vez, el almanaque marcó el 4 de diciembre y reverenciar a Changó no le fue ajeno a Zaida este año. «Conocí sobre la popular tradición gracias al documental Copa y espada, de la realizadora Lourdes de los Santos, en el que aparecen algunas obras mías sobre esa deidad, la religión, los tatuajes y otros temas», confiesa.
La artista de la plástica ha trabajado la cultura afrocubana. «Un mundo inmenso, libre y profundo que me permite adentrarme en la religión yoruba, aunque también disfruto la búsqueda de lo nuevo y diferente, que es la fuente de mi trabajo. Igualmente me gusta el mar, la tierra y volar inspirada en la filosofía», cuenta Del Río.
Emocionada por la acogida del pueblo y la energía de los devotos a Changó, Zaida recorrió el proyecto comunitario Patio de Tata Güines y prestigió el evento científico Arte, Etnología y Cultura.
También visitó sitios de interés histórico como El Coleo, conjunto escultórico de tema taurino realizado por el escultor español Mariano Benlliure. Allí conoció el estilo naturalista que reflejó en sus obras temáticas populares y de imaginería religiosa.
Zaida del Río, valerosa como Changó, es una mujer que dentro de la vanguardia artística rompe esquemas conceptuales entrelazando destrezas, texturas y colores, para conformar la más simbólica representación de las tradiciones cubanas en más de una veintena de lienzos.
Este 4 de diciembre de 2014 se convirtió en una güinera más y participó en la actividad cultural donde asistieron personas de todas las edades, sexos y credos, como muestra de que en Cuba existe libertad religiosa. Es precisamente esa diversidad la que le permite conocer el sincretismo que existe en la Isla.
Durante la celebración, Zaida del Río pudo apreciar más de cien mantos que sus devotos le han enviado a Santa Bárbara, lo que constituye una colección de inapreciable valor.
La prestigiosa pintora se despidió del pueblo con satisfacción y agradeció a las personas que ponen todo su empeño para realizar esta celebración que data de 1860, cuando antiguos esclavos africanos y descendientes del cabildo lucumí iniciaron los festejos.
Génesis de una tradición
Con la conquista y colonización española en Cuba, comienza un intenso proceso de transculturación. Las tradiciones y costumbres de los cubanos se nutren de las influencias españolas y africanas, así como de otras culturas concurrentes, para conformar nuestro folclor.
Cuenta el máster Bárbaro Sulet Aguiar, historiador de la barriada de Leguina, que la imagen escultórica de Santa Bárbara llegó en el año 1864, mide 1,36 metros de altura y fue comprada al costo de 23 onzas oro en Barcelona, España.
La capilla actual fue construida en 1955, como resultado de una colecta popular, y en su inauguración participaron cerca de cuarenta mil personas, según indican datos de la época. Desde entonces, las festividades y cultos a Santa Bárbara constituyen una expresión de identidad de la villa de San Julián de los Güines, y es motivo de concurrencia para familias y amigos.
«Este fenómeno parte de dos fuentes fundacionales de la cultura cubana: las raíces hispánica y africana, que se concretan en el ámbito religioso con Santa Bárbara católica y el Orisha Changó», explica el historiador.
La música, la danza, el teatro y otras manifestaciones estuvieron presentes en este homenaje de pueblo, además del arte culinario a base de animales como el carnero, la codorniz, el gallo, el toro, el pavo y la jicotea, comida propia de la celebración elaborada en casa de los vecinos.
En la tarde del 4 de diciembre tiene lugar la procesión, en la que participan miles de personas vestidas con atuendos de color rojo, mientras que la noche es amenizada con toques de bembé, presentaciones de grupos musicales y otras propuestas culturales donde la rumba del barrio Leguina se adueña del lugar.
A lo largo de estos años, la capilla ha sido visitada por importantes personalidades de la cultura cubana como Abel Prieto, asesor del presidente Raúl Castro; Lázaro Ross, conocido cantante del Conjunto Folklórico Nacional; Tata Güines, afamado percusionista; Eusebio Leal, historiador de La Habana, y Celina González, la reina de la música campesina.
En el año 2002 el sitio recibió el Premio Nacional Memoria Viva, que otorga el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello.
Cada año, los días 3 y 4 de diciembre la Capilla de Santa Bárbara acoge a miles de devotos que llegan a rendir culto, pedir salud, buena suerte y a participar en las fiestas. Sin dudas, esta es la tradición más popular y enraizada en el pueblo güinero, y también la más antigua y sincrética revelación religiosa.
