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Artistas salvadoreños exhiben obra en Suiza
27July
Noticias

Artistas salvadoreños exhiben obra en Suiza

Por: Diandra Mejía

 

La propuesta artística de Melissa Guevara, Mauricio Kabistan, Mauricio Esquivel y Crack Rodríguez se exhibe en la muestra “Tropical Interzone” en la galería Tart, de la ciudad cultural más importante de Suiza, Zurich, desde la semana pasada.

 


La muestra  es parte de la cuarta edición proyecto “Nomadic Center Contemporany Art”, que tiene por objetivo visualizar y darle relevancia al arte contemporáneo.

 


La curaduría de esta muestra estuvo a cargo de la guatemalteca Anne Brand Gálvez y el salvadoreño Ernesto Bautista, quien, además, está presente con su obra.

 


Estos salvadoreños muestran piezas variadas, algunas de las cuales son investigaciones sobre temas relacionados con la memoria, la violencia, el desempleo, la historia y la cultura.

 


Para Ernesto Bautista, co-curador de la muestra, la exhibición está relacionada con el concepto de tropicalismo, que es una construcción cliché del arte latinoamericano.

 


“La idea es retomar ese cliché y reapropiarse a partir del tropicalismo europeo”, explicó.

 


En la exposición participan 14 artistas, entre  ellos los cinco compatriotas.

 


Mauricio Esquivel presenta su pieza “Pirate Movie Seller” (Vendedor de Películas Pirata), parte de su serie “Estrategias de Diseño Adaptativo”. La pieza es una escultura  miniatura de una carreta de ventas de películas. Esta obra reflexiona  sobre el comercio informal y cómo la gente lucha contra el desempleo en países como Guatemala , El Salvador y Honduras.

 


“Yo busqué objetos creados por la industria y los usé para otro propósito, por ejemplo un coche para transportar a los bebés y una caja para vender frutas”, mencionó Esquivel en el comunicado de la muestra.

 


Por su parte, Crak Rodríguez presentó tres piezas de video performance que tratan temas sobre el sistema social , la cultura y religión.

 


El primer video se titula “Superstition Adivity”, un video sobre marimbas tradicionales como símbolo de la cultura de muchos países de Latinoamérica. En el audiovisual, el artista hace una relación entre el instrumento y su persona, que se unen en una sola melodía.

 


El segundo video se titula “La Inclinación” que trata aspectos sobre la religión y el tercero es “Paralela”, que es un ejercicio de activación y evidencia del sistema social.

 


Melissa Guevara participa con la obra “Punto de inflexión”, la cual es una vértebra dorada puesta en una almohada roja.

 


La artista quiere representar con ello cómo las partes vitales del cuerpo se convierten en reliquias. Guevara señala que cada trabajo empieza con sus miedos, cuestionamientos y creencias y los traslada a la parte visual.

 


Mauricio Kabistan presenta la  obra “Wan Keman Tanesi”, una pieza de audio que recoge la voz de los indígenas de la  ciudad de Santo Domingo de Guzmán  en Sonsonate.

 


“En  junio de 2014 viajé a Santo Domingo de Guzmán, conocido en Nahual como Witzapan, mi misión era recoger la voz de estos indígenas. Fue la primera vez que me sentí como un antropólogo teniendo cuidado de todo lo que me contaban  y escuchando lo que me dijeron sobre sus sufrimiento de  1932, en el gobierno de Maximiliano Hernández Martínez”, detalló.

 

 

“El nahuat está en peligro, solo 300 personas ya mayores lo hablan y los jóvenes no tienen interés en aprender el lenguaje de sus abuelos, entonces cuando alguien mayor muere, sus conocimientos mueren con él”, añadió.

 


“La memoria es una  manifestación abstracta de pensamientos que a veces se convierte en un objeto material. Pero ¿qué pasa si esa manifestación envuelve solo las voces de las personas?”, se pregunta Kabistan.

 


Finalmente, Ernesto Bautista exhibe dos piezas. La primera titulada “Aliento” es una pieza hecha con piedra, jeringa y sangre. Con ella, el creador reflexiona sobre la relación entre lo inerte y lo vivo. “La pieza es la concepción de la sensibilidad como algo que trasciende la simple percepción de orgánico y no orgánico”, dice.

 


La segunda la bautizó como “Masas”, y es un encendedor transparente que contiene sangre. 

 


“El encendedor en si mismo es una metáfora sincretizada de mi propia expresión. Reúne dos elementos aparentemente no relacionados: La sangre, que tiene una amplia diversidad de lecturas (violencia, la herencia genética, las raíces históricas, la familia, el odio, la pasión, la muerte) encerrados en el receptor. No representa otra cosa que un dispositivo de detonación el cual es el segundo elemento”, explicó.

 


“Aquí es donde un tercer elemento llega con una carga simbólica, desconcertado: el fuego (la capacidad, el poder, la energía, la combustión), implícita en la metáfora”, agregó.

 

 

Fuente: http://www.elsalvador.com