Premios Excelencias: La excelencia de Alicia

Por: Jorge Fernández Era

El Primero de Enero quedará reinaugurado el Gran Teatro de La Habana. La noticia cobra mayor relevancia no solo porque el hecho coincide con el aniversario cincuenta y siete de la Revolución cubana, sino porque el complejo cultural, abierto al público como Teatro Tacón el 15 de abril de 1838, ha sido nombrado para la posteridad, por decreto del Consejo de Estado de la República de Cuba, Gran Teatro Alicia Alonso.

Y es que Alicia encarna el arte hecho mujer, entrega, refinamiento y exquisitez. Su creación mayor: el Ballet Nacional de Cuba, es una de las más prestigiosas compañías danzarias del mundo y ocupa un lugar sobresaliente en la cultura contemporánea por el talento de sus bailarines y coreógrafos, talento en gran medida desarrollado por el magisterio de su prima ballerina assoluta.

Las versiones coreográficas hechas por la Alonso de los grandes clásicos Giselle, La bella durmiente del bosque y La fille mal gardée se han bailado por otras importantes compañías danzarias —Ópera de París, Ópera de Viena, el San Carlo de Nápoles, la Scala de Milán…— y son célebres internacionalmente.

Unas pocas líneas no bastan para resumir una vida entregada al arte, noventa y cinco creativos años que la han convertido en protagonista de buena parte de los acontecimientos cimeros del acontecer cultural cubano y mundial de la pasada centuria.

Cuando le fue entregado al Ballet Nacional de Cuba el Premio Excelencias, no se hacía otra cosa que honrar una labor de más de medio siglo en aras de enriquecer el repertorio de la compañía y promover el desarrollo de nuevos bailarines, coreógrafos, profesores y creadores de los más disímiles géneros relacionados con el arte danzario, dotándolos de un estilo propio.

En la próxima entrega de los Premios Excelencias del año que culmina —a realizarse en la primera quincena de febrero en la capital cubana y posteriormente en Madrid, en la Feria FITUR— de algún modo estará presente Alicia. Ella es ejemplo a seguir para aquel que se proponga elevar a la especie humana a sus más altas cumbres.