Ciudad de México: Mañana 18 de marzo se inaugura una gran exposición del artista belga René Magritte (Lessine, 1898-Bruselas, 1967) en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Las obras de El mundo invisible de René Magritte prestan especial atención a su etapa de surrealismo pleno, e incluye una selección de fotografías, pinturas, dibujos, grabados, partituras y filmes en las cuales se presenta a Magritte acompañado de amigos, esposa y perros; y también se muestran retratos de fotógrafos que entablaron relación con el artista. Destacan las imágenes tomadas durante la filmación de la película Magritte o la lección de las cosas, de Luc de Heusch (1959).
En total unas 152 piezas, prestadas por museos y colecciones particulares de nueve países, entre ellos del MoMA de Nueva York; Reales de Bellas Artes, de Bélgica; el Magritte, de Bruselas; el Smithsoniano de Arte Americano, de Washington; el de Arte de Israel, de Jerusalén; el Nacional de Arte Moderno, de París; el de Bellas Artes, de Charleroi, Bélgica; la Colección Menil, de Houston, Texas; la Galería Tate, de Londres; el Instituto de Arte de Chicago, la Galería Nacional de Arte, de Washington, y el Centro “Georges Pompidou”, entre otros.
Roxana Velásquez y Sandra Benito, del Museo del Palacio de Bellas Artes, han tenido a su cargo la curaduría con la asesoría de un comité integrado por la Fundación Magritte y los Museos Reales de Bellas Artes, de Bélgica.
La muestra está acompañada de un catálogo en color con las piezas que se exhibirán, junto con textos escritos por especialistas en el tema, como Michel Draguet, Pierre Sterckx, Nicole Everaert-Desmedt, Claude Goormans y Teresa del Conde, colaboradora de La Jornada.
René Magritte es uno de los más notables representantes del surrealismo, vertiente de gran impacto en el arte universal y en México durante la primera mitad del siglo XX. Su originalidad al crear relaciones inesperadas entre los objetos y la pintura, constituyó el eje de su producción. A partir de la agudeza irónica y el pensamiento paradójico, desplaza elementos tomados del imaginario cotidiano a escenarios derivados del mundo de los sueños, la fantasía y el subconsciente.
La originalidad de René Magritte dentro del panorama de la historia del arte universal, aunada a la trascendencia del surrealismo en la vida artística de México, hace de esa gran exposición del artista belga un acontecimiento sin precedentes.
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