Skip to main content
GOLEM 21 de Ángel Burbano
02November
Noticias

GOLEM 21 de Ángel Burbano

El fotógrafo zaragozano Ángel Burbano presenta este año su nueva obra inspirada en los maniquíes comerciales que podemos apreciar en muchos escaparates. Dentro de su campo de trabajo con el desnudo femenino, Burbano añade la fascinación que siente por estos seres antropomórficos usados para una aparente posible venta de artículos de moda. Pero la concepción del artista va más allá del cristal del escaparate y reviste la percepción de estos artilugios expositivos, como elemento de introspección para el Ser Humano.

 


Burbano iguala las existencias de ambos seres (uno inerte y otro vital) a través de la gran máquina en que se ha convertido la sociedad Occidental. La cual, conforme a un materialismo existencial exacerbado rayano en el paroxismo, puede llegar a colocar en un mismo plano a los maniquíes de plástico y a las personas vivas. Nuestro comportamiento diario en el asfalto puede hacernos llegar a dudar de quién es realmente el maniquí.

 


La paradoja además se sublima sabiendo que somos nosotros, los vivos, los que hemos fabricado a los maniquíes de exposición. La perfección con que los llegamos a elaborar, a veces hace que, a cierta distancia, parezcan humanos. Es decir, les dotamos de una vida que no tienen. Y les proyectamos nuestra alma; queremos que sean como nosotros. La reminiscencia arquetípica es clara, la creación de un ser vivo, que en realidad no lo es. El Golem, el ser fabuloso creado por un sabio judío, sirve de epígrafe para la obra, dada su sugerencia creativa, pero el trabajo de Burbano se ciñe a lo social desprovisto de cualquier atisbo religioso y político.

 


Por ello GOLEM21 es una introspección existencial en una de las líneas de trabajo de Burbano que es el desnudo femenino. En esta obra, desprovista de una estética complaciente y completamente sumida en una conceptualidad artística acentuada por un blanco y negro que iguala los mundos de lo inerte (maniquíes) y lo vivo (humano), el desnudo del cuerpo femenino forma parte de la coyuntura dramática que nos pone en la terrible pregunta de quién es el maniquí en realidad.

 


Para completar la diatriba el artista ha construido una instalación que trasciende la fotografía como campo de trabajo. A un maniquí auténtico le ha cosido piel humana, es decir, una impresión fotográfica a escala real del cuerpo de una de las modelos. Un trampantojo visual que funde el antagonismo entre humano y maniquí en un espectro material que confirma el gran interrogante expuesto por el autor. Además, el catálogo de la obra recoge otros ejemplos de estudios con maniquíes que el autor ha ido realizando durante años.

 


La obra fue presentada en Barcelona el pasado mes de junio y tras pasar por Reus recala en la madrileña galería EKA&MOOR (C/ Bretón de los Herreros 56) durante el mes de noviembre.