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JAMES ENSOR
07July
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JAMES ENSOR

NUEVA YORK: Cerca de 120 obras del precursor del Expresionismo y maestro de la vanguardia belga en el siglo XIX, James Ensor, se exponen en el MOMA hasta el 21 de septiembre, la primera muestra en treinta años que un museo norteamericano dedica al artista.

Componen la exposición pinturas, grabados y dibujos, todos fechados en entre 1880 y mediados de la década de 1890.

Se trata de obras realizadas en una amplia gama de estilos y dimensiones que ponen de manifiesto la fascinación del belga por la experimentación, y por adentrarse en temáticas tan variadas como la vida cotidiana, el paisaje, el retrato, el simbolismo religioso o las escenas fantásticas protagonizadas por esqueletos, máscaras y seres misteriosos.

La diversidad de su producción implica que no podamos inscribir al artista en una única tendencia y que sea difícil estudiar su trabajo a la luz únicamente de su momento histórico.
El objetivo de esta exposición –curada por Anna Swinbourne– es poner de manifiesto la extraordinaria influencia de Ensor en el arte contemporáneo, por su uso innovador y alegórico de la luz, por su intención a menudo satírica y por su interés profundo por mostrar el lado oscuro de los carnavales, las parodias y las escenificaciones teatrales.

A partir de octubre la muestra viajará al Museo parisino De Orsay.

Ensor nació en Ostende, donde residió hasta su muerte, en 1949. Sólo abandonó su ciudad natal entre 1877 y 1880 para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de Bélgica.

Se cree que durante toda su vida vivió rodeado de máscaras: las que vendía su familia en la tienda de souvenirs que regentaban en Ostende, las que suelen portarse en aquella localidad durante la celebración anual del carnaval y las que solía utilizar su abuela, mujer excéntrica aficionada a vestirse con trajes extraños. Todo ello alimentó el gusto de Ensor por la farsa y el encubrimiento, de ahí que la primera pintura presente en la muestra sea la evocadora The Scandalized Masks (1883).

Otra de las piezas más destacadas de la exposición que acoge el MOMA es la temprana The Oyster Eater (1882), escena de interior muy valorada en su tiempo en la que aparece retratada la hermana del pintor mientras come ostras en una mesa decorada con flores y un mantel cuidadosamente iluminados. Esta obra formó parte en 1886 de la primera muestra pública de Los XX, colectivo belga cofundado por Ensor tres años antes como alternativa a los rígidos criterios académicos oficiales. Dicho grupo ejercería una influencia fundamental en el arte posterior.