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Habana Clásica con traje largo
08November

Habana Clásica con traje largo

La segunda edición del Festival Habana Clásica tendrá lugar entre los días 11 y 25 de noviembre en las salas de concierto del Centro Histórico de la capital cubana, según se informó en conferencia de prensa en el Centro Cultural Antiguo Liceo Artístico y Literario de la Habana, en la Plaza de la Catedral, presidida por el pianista Marcos Madrigal, director artístico del evento; Miriam Escudero, directora del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas; y la musicóloga Claudia Fallarero, quien está a cargo de la producción del evento.

Las sedes más importantes de Habana Clásica serán el Teatro Martí, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, la Sala Ignacio Cervantes, el Oratorio San Felipe Neri, la Catedral de La Habana y el propio Centro Cultural Antiguo Liceo Artístico y Literario de la Habana, cuya sala de conciertos quedará inaugurada en la tarde de clausura el domingo 25.

«Habana Clásica se presenta como una niña en sociedad, con su traje largo y espacio propio», expresó Miriam antes de abundar sobre las características de esta temporada de conciertos «que se fundamenta en la excelencia del performance, en la habilidad de convocar y presentar música de alta factura protagonizada por intérpretes de gran competencia». Esto último lo garantizan el propio Marcos Madrigal y sus invitados de lujo: Nikolay Shugaev (violoncellista), Maya Barsacq (directora orquestal), Svetlana Berezhnaya (organista), Finghin Collins (pianista), Luis Ernesto Doñas (director escénico), Michael Fine (compositor en residencia), Guido Gali (director técnico), Yalil Guerra (compositor en residencia), Daiana García (directora orquestal), Niurka González (flautista), Sonja Kraus (violoncellista), Frank Ledesma (contratenor), Ann Liebeck (soprano), Bárbara Llanes (soprano), Guido López-Gavilán (director orquestal) y Aldo López-Gavilán (pianista).

Completan el elenco Mónica Marziota (soprano), Miloš Milivojevic (acordeonista), Tai Murray (violinista), Carlos Pérez Peña (actor), Sandra Ramy (coreógrafa), Elis Regina Ramos (violoncellista), Abel Rojo (bailarín), Zenaida Romeu (directora orquestal), Anastasia Shugaeva (violista), Alessandro Stella (pianista), Michel Taddei (contrabajista), Bruno Taddia (barítono), Camerata Romeu, Cuarteto de Cuerdas Habana, Orquesta de Cámara de La Habana y Orquesta de Cámara Música Eterna.

«La Habana, una señora de casi 500 años —continúa la directora del Gabinete de Patrimonio Musical—, clásica por añeja y por haber pasado la prueba del tiempo, recibe a los viajeros y los reúne con los lugareños en espacios de la otrora ciudad intramural en conciertos de exclusiva belleza».

Momentos especiales habrá unos cuantos, como el concierto inaugural en el Teatro Martí el domingo 11 a las seis de la tarde. Se realizará el estreno de los Tres preludios sinfónicos de Idelbrando Pizzetti y la presentación de La consagración de la primavera de Igor Stravinsky en versión de danza bajo la dirección general de Sandra Ramy y la asesoría de Guido Gali, con la transcripción para piano a cuatro manos de Igor Stravinsky y la interpretación de los pianistas Alessandro Stella, Marcos Madrigal y el bailarín Abel Rojo.

Otro como para no perderse será el concierto de órgano de Svetlana Berezhnaya con obras de Johann Sebastian Bach, Gabriel Pierné, César Franck y León Boëllmann, en plena Catedral de La Habana, el martes 20 a las siete de la noche.

En la Sala Ignacio Cervantes, Palacio de los Matrimonios, el viernes 23 de noviembre a las seis de la tarde, se realizará el estreno de una obra de Girolamo Deraco especialmente escrita para el evento, además de otras de Robert Schumann, Yalil Guerra, Ernesto Lecuona, Sándor Veress y Bárbara Llanes, interpretadas por Elis Regina Ramos, Sonja Kraus, Marcos Madrigal, Ann Liebeck, Frank Ledesma, Mónica Marziota, Anastasia Shugaeva, Michel Taddei y el Cuarteto de Cuerdas Habana.

Al restarle importancia al hecho de saber desde qué rincón del mundo han viajado cada uno de estos intérpretes para encontrarse con el público cubano en más de una decena de conciertos de primerísimo nivel, Miriam Escudero apuntó: «Bach logró hacer una fórmula musical que ha sido imperecedera. Rendirle culto a esa fórmula no es rendir culto a una específica cultura, sea la alemana, sea la austriaca, sea la húngara, sea la española o sea la cubana. Desde el arte tenemos que aprender a preguntar cuál es el resultado, cuál es la fórmula, sea esta la de Los Muñequitos de Matanzas, de José María Vitier, de Aldo López-Gavilán o el propio Bach, y a eso es a lo que hay que rendirle culto».