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Irene Rodríguez en el Jacob´s Pillow: ir y venir en el tiempo
22July
Artículos

Irene Rodríguez en el Jacob´s Pillow: ir y venir en el tiempo

La siempre flameante Irene Rodríguez deja claro—cada vez que sube al escenario— que el mejor recurso para alcanzar el éxito será siempre revisitar el pasado y así «soñar el porvenir», como escribió el poeta que todavía Cuba llora. La fórmula (desacertada para algunos) le ha dado a la Rodríguez una fuerza tal que ya los críticos más exigentes de diversos países del mundo, han puesto su mirada en la cubanita cada vez que esta lleva a escena algún estreno.

La fórmula, sí, llena de magia, existe y es muy arriesgada: ir y venir en el tiempo. Dicen que ha visto a las divas españolas mover las manos, sentir el flamenco de manera sobrenatural. En esa transportación gitana, la Rodríguez vio a Pastora Imperio, se arrodilló ante Lola, alabó la musicalidad de Manolo Caracol y lloró con Camarón. Este privilegio le es dado sólo a los que se comprometen seriamente con el arte y no importa la edad, ni el color de la piel, ni el país…

Por estos días, las noticias de su participación en el Jacob’s Pillow reafirman la calidad de la bailarina y directora. De estas presentaciones se ha dicho:

«Ella ha encontrado una manera única de hacer que el flamenco se sintiera vivo y contemporáneo al mismo tiempo que se mantenía fiel a sus raíces. Pieza tras pieza, la Compañía Irene Rodríguez superó los límites del flamenco y presentó una serie de obras destacadas que culminaron en un emocionante solo de Irene, una de las bailarinas de flamenco más emocionantes que trabajan en la actualidad.»  Ken Ross. MASSLIVE. 

 

Irene Rodríguez. Foto Christopher Jones

 

Destacan que la gama de trabajos que sirven como material de origen para las diferentes piezas cubre un amplio rango. Una de las coreografías finamente elaborada por la Rodríguez está inspirada en la pintura icónica El Grito de Edward Munch, abundante también en colores cálidos de fondo, luz semioscura y donde una figura grita con desespero. Ejemplo de cómo la creadora cubana desarrolla la habilidad de encontrar inspiración en una deslumbrante pintura que adquirió estatus de icono cultural después de la Segunda Guerra Mundial. Igualmente se sintió atraída por el poema Romance de la Pena Negra de Federico García Lorca, un ser imprescindible del arte hispánico.

Otra de sus piezas favoritas en el programa está basada en las corridas de toros. Sobre esto, Ken Ross de MASSLIVE declaró:

«Podría sonar cliché para un grupo de flamenco, pero los bailarines realmente hicieron que esta ingeniosa idea funcionara a lo largo de la pieza. Las mujeres vestidas de negro pretendían estar cargando toros, con los brazos extendidos en el aire mientras pisoteaban sus pies como toros pateando tierra antes de ir a matar. Yohan García fue sobresaliente tanto como el matador.»

 

Irene Rodríguez. Foto Christopher Jones

 

Las otras bailarinas de la compañía sobresalen por el poder y la precisión de principio a fin. Al mismo tiempo, el aporte de los músicos en vivo es decisivo y motiva a los bailarines, llevándolos a mayores alturas. En particular, el cantante Andrés Correa y el guitarrista Reynier Llorente destacaron por su espectacular habilidad y virtuosismo. En el caso de Correa, este dio una escalofriante actuación en solitario cuando cantaba mientras caminaba entre la audiencia hacia el escenario.

 

Irene Rodríguez. Foto Christopher Jones

 

Y dice Ken Ross de MASSLIVE, participante en el espectáculo protagonizado por Irene durante el Jacob’s Pillow:

«Después de varias ovaciones, toda la compañía de danza y los músicos realizaron una larga repetición que hizo que la multitud se pusiera de pie nuevamente. Un final excepcional para una noche increíble.»

De la joven diva volverán a escribir otros críticos y periodistas del mundo, como lo hizo Brian Schaefer, del New York Times, quien afirmó que «su compañía ofrece una visión muy diferente de la cultura cubana contemporánea» y que ella es una bailarina joven, talentosa y decidida." o Carolyn y Eli Newberger quienes aseguraron que «La Compañía Irene Rodríguez extendió el flamenco desde sus raíces hacia la diáspora y hacia el futuro, con representaciones teatrales e imaginativas, mezclando el estilo flamenco con coreografías integradas, el saxofón extendiendo la línea musical, las castañuelas haciendo clic, los abanicos abriendo y cerrando con precisión, proyectado imágenes, humo, disfraces deslumbrantes y giros de estrellas para la Sra. Rodríguez, una bailarina extraordinaria que hace magia sobre sus talones, en punta e inventos asombrosos.»

A su vez, en el prestigioso sitio To the Pointe se aseguraba «¿Puede existir una compañía de danza únicamente del poder de estrella de su líder? En el caso de la Compañía Irene Rodríguez, la respuesta es sí. Rodríguez es el fuego. La forma en que ella arroja su chal con flecos o golpea los latidos de equilibrio de las puntas de sus dedos es hipnótica. Ella es una fuerza de la naturaleza.»

Podemos citar también el criterio de Charles Giuliano de Berkshire Fine Arts quien asegura que «Su enfoque evoluciona desde el vernáculo hasta el escenario de un concierto. Los elementos se transforman a través de su amplia experiencia en el ballet y la danza moderna.» y concluye «La audiencia se fue completamente satisfecha. Esperamos ver más de esta extraordinaria compañía en los próximos años.»

Entre tanto, ella, desde Cuba y con los integrantes de su Compañía, pasó a convertirse ya en una poderosa fuerza creativa a la que pocos pueden enfrentarse.

 

 

 

Fotos: Christopher Jones